Tlaskamati

domingo, 30 de noviembre de 2008

Desempleados

Cristina Pacheco

Germán lleva meses dándole a Carla sólo malas noticias. Ha habido tardes en que la llama a la tienda tres o cuatro veces sólo para decirle que se siente de un humor pésimo, está harto de tocar puertas y el suicidio es la única posibilidad de salir de ese infierno.

Carla se deshace en llanto, le implora que no vaya a cometer una locura, le dice que pronto va a terminar la mala racha. Para fortalecer su optimismo le habla de corazonadas y de sueños.

Germán comprende que los buenos augurios de Carla están dictados por su espíritu solidario y su amor hacia él; sin embargo, una fuerza oscura, incontenible, lo lleva a responsabilizarla de su situación y a ofenderla: “si no te hubiera hecho caso, a estas alturas estaría trabajando con mi hermano. Y por favor déjate de estupideces. Piensa que eres una mujer hecha y derecha y no la niñita imbécil consentida de sus papás.”

Ella apenas tiene fuerzas para suplicarle a Germán que no le hable así y se suelta llorando. Ese llanto resulta otro buen pretexto para lastimarla e interrumpir la conversación dejándola en la incertidumbre y la desesperanza: “mejor cuelgo. Me chocas cuando te pones así.” Carla se disculpa y le promete regresar lo más pronto posible a la casa. Irritado por tanta mansedumbre, Germán le descarga un último golpe: “Por mí, si no quieres no regreses: me da lo mismo.”

Lo avergüenza reconocer que al final de esas conversaciones él se siente fortalecido, vengado de todas sus frustraciones. Sin embargo, a los pocos minutos llama a Carla para excusarse y pedirle que le tenga paciencia.

II

Aunque hoy al fin tiene una buena noticia que darle, Germán no se atreve a comunicarse con su mujer. Carla lo conoce demasiado y por más que pretenda ocultárselo, ella adivinará que tras su euforia oculta un sentimiento turbio que empaña un logro que es casi un milagro: haber conseguido trabajo cuando el desempleo ha empujado a cientos de personas al suicidio. Muchas veces él había pensado que la única solución a sus problemas era quitarse la vida.

Anoche mismo volvió a considerarlo, pero algo lo detuvo. El insomnio fue horrible, el despertar abrumador. Fingió dormir para no hablar con Carla. Permaneció mucho tiempo en la cama hasta que sintió el impulso de alejarse. Al salir de la casa miró el reloj.

III

Eran las 10. Harto de presentarse en almacenes y fábricas, decidió suspender la búsqueda. Caminaba sin rumbo. De pronto, al pasar frente a un viejo edificio, vio a dos camilleros que introducían una bolsa negra dentro de una ambulancia. En cuanto se alejó, los curiosos estrecharon el círculo en torno a una mujer que, ajena a las frases de consuelo, gemía desesperada:

“Alfonso y yo éramos vecinos, lo conocí muy bien. Tenía su esposa, pero ella lo dejó y últimamente sólo lo acompañaba su perro Káiser. A la hora en que salí para irme a trabajar encontré al pobre animal llorando en el corredor.

“Pensé que Alfonso lo había castigado por alguna travesura y me acerqué a calmarlo, pero cuando vi su expresión tuve el presentimiento de que algo malo le había sucedido a su amo. Por desgracia no me equivoqué: Alfonso estaba muerto.”

Germán sintió un impulso irrefrenable por conocer el resto de la historia e intervino: “¿de qué murió?” La mujer le respondió como si lo conociera de toda la vida: “se colgó de la regadera. La soledad y la desesperación de no conseguir trabajo acabaron con él. A últimas fechas llegó a decirme que ya no le encontraba gusto a la vida y que iba a ponerle fin. Jamás pensé que hablara en serio, pero ya ve.”

Un acceso de llanto le impidió seguir hablando. Los curiosos le dirigieron nuevas frases de consuelo. Un anciano con sombrero tomó la palabra: “el hombre ya está descansando. Ahora el que va a sufrir es el pobre perro.” La mujer, a quien algunos llamaban Rosario, se limpió el llanto con las manos y recobró la energía: “Cómo no: Alfonso y él eran inseparables. Lo que temo es que el animal se deje morir. Los perros siempre siguen a sus amos.” El anciano siguió argumentando: “sería bueno sacar al perro del departamento, porque si no…” Movido por una mezcla de compasión y curiosidad, Germán se ofreció a subir en busca de Káiser. Rosario fue tras él.

Los camilleros habían dejado la puerta entornada. Al abrirla vieron al perro echado sobre un montón de ropa. Germán apenas lo miró. Estaba anonadado ante el desorden y la confusión de objetos. Sobre los muebles había platos con restos de comida, botellas, revistas atrasadas y encima de la mesa un periódico abierto en la sección de avisos. Círculos negros aureolaban algunos recuadros: “Se busca…” “Se necesita…” “Se ofrece…” Una cruz destacaba la última oferta de la página: “Urge ayudante de calderero. Fábrica La Benigna. Contratación inmediata.”

Germán leyó la fecha del periódico y comprobó que era del día anterior. Desalentado, abandonó el departamento con sigilo y descendió las escaleras. En el corredor, los niños jugaban en silencio, anonadados por el paso de la muerte. En la calle, el grupo de curiosos había disminuido: “¿y el perrito?” Germán les respondió con brusquedad: “no quiere salir y yo tengo que irme. Con permiso.”

IV

Eran las 12. Faltaban cuatro horas para que su esposa saliera del trabajo. Germán pensó en sorprenderla esperándola afuera de la tienda. Quedaba lejos, pero aun así él tenía tiempo de sobra para llegar y hasta para darse una vuelta por La Benigna y ver si todavía estaba disponible el puesto de ayudante de calderero. Sin pensarlo más, se dirigió al parabús. Durante todo el camino estuvo preguntándose cómo habría sido Alfonso. Se sintió aliviado cuando al fin llegó a la calle Cuatro.

El policía que resguardaba la entrada de La Benigna le marcó el alto. Germán sintió rabia, pero la contuvo y le preguntó en el tono más suave si de casualidad seguía vacante el puesto. El guardia le respondió: “regístrese con la recepcionista, suba por aquella escalera y pregunte por el contador Salas.”

Mientras seguía las instrucciones, Germán recordó su proyecto de sorprender a Carla. Ansiaba encontrarse con ella y contarle del suicida. Una voz femenina lo sorprendió: “disculpe, ¿a quién busca?” “Al ingeniero Salas.” La muchacha no lo dejó terminar: “¿es usted la persona que llamó ayer?” Germán sonrió y la recepcionista lo hizo también: “se notaba que tenía prisa, porque ni siquiera me dejó terminar de explicarle que la plaza es de eventual. Permítame un momentito.”

Cuando se quedó a solas, Germán pensó en que tal vez hubiera sido Alfonso quien había llamado, pero decidió olvidarse de aclaraciones, y más cuando la recepcionista le indicó que pasara a la oficina del fondo. Germán se alistó para someterse a la misma serie de preguntas que había escuchado a lo largo de tres años de búsqueda: “¿cuándo tuvo su último empleo?” “¿Renuncia o despido?” “¿Motivos?” “Nivel de estudios.” “¿Experiencia?” “¿Ha sido alguna vez privado de su libertad?”

El ingeniero Salas tenía una cara poco amigable. Germán también estaba entrenado para soportarla, pero no para responder al cuestionario que le planteó Salas: “¿ha pensado en irse a Estados Unidos?” “¿Qué significa para usted el trabajo?” “¿Cuántas personas dependen de usted?” “¿Se considera un hombre optimista?” En este caso no titubeó en responder: “volvería a serlo si consiguiera el puesto.” El ingeniero Salas sonrió sin abandonar su papel: “¿tiene cartas de recomendación? Aquí pedimos tres. ¿Cree que podrá traérmelas mañana a las ocho?” El tono de la pregunta indicaba que la entrevista había concluido.

Germán salió de la oficina y al notar la sonrisa de la recepcionista sintió que, como le había dicho Carla, algo bueno iba a suceder en su vida. Pensó en Alfonso. Para siempre lo ignoraría todo acerca de él, excepto su nombre, el de su perro y las circunstancias de su muerte; sin embargo, en cierta forma, era su salvador.

V

El aire helado de la calle lo obligó a cerrarse la chamarra. Al sentir la piel de su cuello lo asaltó un razonamiento macabro en relación al suicida. Era mejor olvidarse de él y hablarle a Carla, pero lo postergó.

Su padre aseguraba que cuando una persona camina la sangre le circula mejor y se aclaran sus ideas. En las suyas seguía presente Alfonso. Lo intrigaba el hecho de que, cuando estaba a punto de resolver su problema –lo decía la marca sobre el anuncio en el periódico– hubiera perdido las fuerzas para seguir adelante. Pero, ¿por qué?

La respuesta llegó para Germán con una nueva ráfaga de viento helado: tal vez porque en la vida de Alfonso faltaba una mujer como Carla. El ansia de comunicarse con ella lo hizo correr hasta que encontró una caseta telefónica. Esperaba oír su voz y escuchó la de Jessica, su compañera de trabajo: “estuvo esperando que la llamaras. Se acaba de ir.” Germán sintió la soledad que Alfonso debe haber sentido muchas veces. Colgó el teléfono y se le salieron las lágrimas. Tuvo miedo de regresar a su casa, encontrarla desierta y no tener con quien compartir la única buena noticia en tres años.

sábado, 29 de noviembre de 2008

Yo no lo sé de cierto, lo supongo...

¡Sabines al poder!

Esta crónica forma parte del libro Escribir, por ejemplo (FCE, 2008), en el que se muestra el renovado entusiasmo de un lector acucioso por autores como Rulfo, Monterroso y Fuentes.

Si la poesía convoca multitudes no todo está perdido. En la explanada de Bellas Artes, ante la pantalla, los que no alcanzaron a entrar aguardan. Colas, expectativas de regocijo, las seiscientas sillas ocupadas, y tal vez mil personas de pie. Un gran número de los asistentes no frecuenta la poesía (esto de algún modo se reflejaría en la venta de libros), pero están al tanto de un escritor al que, por así decirlo, desde el primer momento se ha releído. Si les preguntan, algo innecesario, se confesarían inscritos en la Orden de los Amorosos, de los que, inesperadamente en el fin del siglo XX, le atribuyen a las imágenes literarias el don de las metamorfosis, mientras abordan la poesía instantánea para elogiar a los poemas. “Híjole, qué lástima que no traje mi caudal de lágrimas.”

Jaime Sabines nació en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, en 1926, y desde hace treinta años, por lo menos, abundan las menciones sobre su compromiso con los alimentos terrestres, su vitalismo, su fervor filial, su poderío sentimental. Es un poeta popular, pero nadie con mínima sensatez le disminuye sus méritos. Así por ejemplo, el público de Sabines, como suele suceder, le pertenece de manera única, y la mayoría llegó a esta obra de modo inesperado, un amigo le recomendó al adolescente Nuevo recuento de poemas, o en una noche agitada por la pasión inesperada (literaria) ella escuchó Algo sobre la muerte del mayor Sabines, o fue a un café y alguien musicalizó “Con los nervios saliéndome del cuerpo”, o su novia le regaló como de su inspiración los versos que más tarde supo propiedad de Sabines, o vio Amor libre, de Jaime Humberto Hermosillo, y se fijó en la secuencia donde Julissa y Alma Muriel se acercan devotamente a “Los amorosos”, o ha oído el disco Tarumba de Hebé Rosell, o se ha incorporado al circuito donde la poesía es red de los secretos que sólo se comparten en pareja. Jaime Sabines es un pacto nacional que suscriben poetas, estudiantes, intelectuales, prófugos de la abogacía, entusiastas del bolero, políticos, burócratas, periodistas. Luis Donaldo Colosio, que pudo ser presidente de la República, memorizó poemas de Sabines; tu vecino lee a Sabines en las tardes lluviosas… Y de Sabines cada quien extrae lo que le es fundamental: los versos que ablandarán el corazón de piedra, el gusto por la soledad que se deja invadir por las palabras, el orgullo de la región, el túmulo verbal para los seres queridos… Yo no lo sé de cierto, lo supongo.

El recital no empieza, pero no hay impaciencia. No tiene caso si el espectáculo es único: Sabines no volverá a cumplir setenta años, y dentro de una década el recital exigirá espacios más amplios… Los tres mil ocupantes de las butacas del Palacio ven levantarse el telón de cristal y, al alzarse el segundo telón, el misterio de lo previsible acontece: allí está Jaime, en su silla de ruedas, antecedido por un escritorio y rodeado por dos columnas de mármol rematadas por tributos florales. El aplauso es largo, conmovedor. No sin dificultades el poeta se incorpora, y al cabo de los minutos, con voz entrecortada, asegura: “Estos aplausos lo lastiman a uno… Ya lo dijo Daniel Leyva: Son festejos más que homenajes. Empiezo con mi tarjeta de presentación”.

Lento, amargo animal
que soy, que he sido,
amargo desde el nudo de polvo
[y agua y viento
que en la primera generación del
[hombre pedía a Dios.

El público se reconcentra en el silencio y hereda de golpe el arrebato de aquellas salas colmadas que desprendían de los poetas las voces de la grandeza que inesperadamente nos habita. En sentido estricto, Sabines se beneficia del legado de los poetas modernistas, que a fines del siglo XIX y principios del XX animan a sus lectores y oyentes, imprimiéndoles el sello de lo inefable: el estremecimiento que certifica la espiritualidad fuera de las iglesias.

Sabines es antideclamatorio y, como lo probó su lectura del portentoso texto de Juan Rulfo en la película La fórmula secreta, de Rubén Gámez, su técnica radica en el tono desdramatizado. Lee conversadamente, sin mayores énfasis, sin arrebatos de la inspiración, y al hacerlo, queriéndolo o no, subraya el sentido que le adjudica a los textos, aclarando su sonoridad interna y, sin exaltarla, la índole de su lirismo. Sigue ahora “Uno es el hombre”, y uno es también el poeta y el lector y el delegado un tanto al azar del género humano:

Uno es el hombre.
Uno no sabe nada de esas cosas
que los poetas, los ciegos,
[las rameras,
llaman “misterio”, temen
[y lamentan.
Uno nació desnudo, sucio
en la humedad directa,
y no bebió metáforas de leche,
y no vivió sino en la tierra.
(La tierra que es la tierra y es el cielo
como la rosa, rosa pero piedra.)

Es aun paradójico que el más opuesto a la condición tradicional del poeta sea uno de los poetas por antonomasia de México. Anuncia “Los amorosos”, y la ovación se prolonga, y facilita las comparaciones con un concierto de música popular. ¡Qué notable! El poema resiste al desgaste; no lo han pulverizado la nube de los declamadores ni su uso tan extendido en los pormenores de la seducción a la antigua. Los amorosos se ponen a cantar entre labios/ una canción no aprendida. La emoción de los presentes es genuina, y mis preguntas mentales inevitables: ¿Cómo se posesionan de la poesía aquellos que sólo por excepción la toman en cuenta? ¿Cuáles son los textos que igual admiten análisis especializados y los deslumbramientos del acercamiento a la poesía, por parcial que resulte?

Sabines es un maestro de la reelaboración estética de lo cotidiano (hechos, reflexiones, sensaciones). En su selección, hay relatos, momentos de la idea de la vida como sueño amoroso, cuentos minimalistas. “La cojita está embarazada” (de La señal, de 1951) es un relato casi lorquiano, donde la compasión adquiere su sentido original, el padecer con otros. El público —tal y como se infiere si uno se considera a sí mismo representativo— se maravilla al deslizarse lo lírico en lo cotidiano, y toca el cielo al alcance con “Tía Chofi”: “Amanecí triste el día de tu muerte, Tía Chofi, pero esa tarde me fui al cine e hice el amor”. Nadie como Sabines para adentrarnos en esa única familia a la que todos pertenecemos. Y los lectores/asistentes adoptan a la Tía Chofi, y la localizan por doquier en sus recuerdos:

Ha de haberse hecho el cielo ahora
[con tu muerte,
y un Dios justo y benigno ha de
[haberte escogido.
Nunca ha sido tan real eso en lo
[que tú creíste.

Sabines ni discute ni acata las creencias, que en su poesía circulan como ramas del árbol genealógico, nociones de identidad del pasado, claves de algunas zonas del porvenir donde proseguirá el sentido de los versos: “…Porque tu virginidad fue como una preñez de muchos hijos”. Sabines lee admirablemente, se conmueve sin necesidad de exaltación, y, al prescindir del énfasis, ilumina su obra dotándola de esa gran reticencia que es la voz tranquila. En la sala la poesía recobra su imperio, y los personajes fundamentales se desplazan sobre la faz de las aguas. Dios, desde luego, que está porque estuvo y estará, no el Dios de los dogmas sino el que surge de las interrogantes, el de la permanencia del asombro que funda las religiones, el Dios que es incluso sinónimo de Dios. Y la mujer, inevitablemente, el género divinizado con tal de no concederle los derechos de la humanización, el interlocutor básico: “Bendita entre todas las mujeres/ tú, que no estorbas” (y los versos poseen la resonancia de otro clásico: “Me gustas cuando callas porque estás como ausente”). Y circulan en los versos el llanto, el corazón, el acto sexual, los sonidos de la calle… Sabines no es un poeta romántico según la definición en uso, pero sí ve en el amor a la sensación cósmica, la utopía volandera y radical que engrandece las vivencias:

Mi muerte flota sobre ambos
y tú me extraes de ella como el agua de un pozo,
agua para la sed de Dios que soy entonces,
agua para el incendio de Dios que alimento.

El público (¿o será mejor decirle el Lector Agradecido?) apuntala con risas algunos elementos de ironía y sorna. Según creo, estas frases agudas poco tienen que ver con la risa, son más bien formas del equilibrio en el lenguaje poético, pero el Lector/Oyente las asume divertidamente para relajarse en la devastación: “Piedad me tengo, mas me desamparo”. Hay humor en Sabines, pero nacido del fluir poético, no de los requisitos del equilibrio dramático. Y el acento religioso se vincula a los orígenes del escritor (Líbano y Chiapas, sentido de tribu y de patriarca, visión desde el Génesis de la dinastía interminable) y a la profundidad secularizada. En esta obra el mundo es religioso porque el sexo es sagrado (“Canonicemos a las putas”), y la muerte renueva los lazos incestuosos con la tradición, como lo ratifica Algo sobre la muerte del mayor Sabines (1962), el libro culminante de Jaime.

Siguen los fragmentos de Adán y Eva (1952), el acoplamiento primordial para el bíblico y terrenal Sabines. Una pareja puebla el Universo en diálogo interminable, y Adán penetra (verbo de la pureza de las excavaciones corporales), y Eva esencializa las razones de ser del pecado, y todo es contiguo, el deseo, el hijo en el vientre, la gana de llorar. Escoge textos de Diario Semanario y poemas en prosa (1961) y, por ejemplo, el que empieza “La procesión del entierro en las calles de la ciudad es ominosamente patética”, extrae de los presentes, que lo siguen como un viaje sardónico, resonancias inesperadas. En el entierro de todos y de cada uno, el hablante del poema se convierte en los fieles difuntos que nos habitan, y la acción coral suscribe las palabras:

Es claro que no quiero que me entierren. Pero si algún día ha de ser, prefiero que me entierren en el sótano de la casa, a ir muerto por estas calles de Dios sin que nadie se dé cuenta de mí. Porque si amo profundamente esta maravillosa indiferencia del mundo hacia mi vida, deseo también fervorosamente que mi cadáver sea respetado.

¿Quién, como Sabines, que calificó la cópula de “Gloria degollada”, puede describir profana y devotamente el abrazo corporal?: “Tú vienes toda entera a mi encuentro, y los dos desaparecemos un instante, nos metemos en la boca de Dios, hasta que yo te digo que tengo hambre o sueño”. Él regocija a la comunidad súbitamente literaria con frases de ternura áspera: “¿Quién podría quererte menos que yo, amor mío?” Para los asistentes, estos poemas son el cantar de gesta de las llamadas telefónicas, las batallas y los desfiladeros y la última trinchera y el abismo preferible a la honra o a la deshonra, todo lo propio de “los sobrevivientes de la semana”. Vienen ahora los poemas sueltos. Sabines inicia la primera frase: “No es que muera de amor…”, y el aplauso presagia la conmoción:

No es que muera de amor,
[muero de ti.
Muero de ti, amor, de amor de ti,
de urgencia mía de mi piel de ti,
de mi alma de ti y de mi boca
y del insoportable que soy sin ti.

¿Cuántas veces hemos oído y leído y memorizado y recordado, por el fervor de algunas líneas, este poema? Y yo te sé como yo mismo. La amada ya no es lo inalcanzable, sino la devoción que el cuerpo aloja. Esta poesía recrea hazañas de lo diario y lo semanario, pero Sabines, entre otras cosas por su potencia imprecatoria, no es un cultivador del orden amoroso, sino de la recámara hurtada a los pudores del hotel de paso; de las evocaciones donde se baja a bailar entre borrachos. “¡Ah, mula vida,/ testaruda, sorda!”

Es el momento de las predilecciones, y la tribu le demanda al patriarca: “¡Algo sobre la muerte del mayor Sabines!” “¡Tarumba!”… La respuesta es profesional:

—Si no se lee completo, el poema se hace daño.
—Léelo completo.

La solución es obvia: —“Vamos a leer los que tengo marcados. (Aplausos.)” Se escucha ahora “He aquí que estamos reunidos”, el recuento de una velada prostibularia, transformada en expedición del delirio a plazo fijo, en el trazo de la espiritualidad del orgasmo múltiple:

Sube en el remolino la casa y el
[tiempo sube
como la harina agria. ¡Hénos aquí a
[todos, fermentados,
brotándonos por todo el cuerpo el
[alma!

Los asistentes gozan la celebración del amor, y se sumergen en su liturgia. Y lo que, junto a las exaltaciones de la pasión, cala más hondamente es la relación entrañable con la extinción física. Un poema del más doloroso sarcasmo se vive como himno cómico:

¡Qué costumbre tan salvaje esta de enterrar a los muertos!, ¡de matarlos, de aniquilarlos, de borrarlos de la faz de la tierra! Es tratarlos alevosamente, es negarles la posibilidad de revivir…

Habría que tener una casa de reposo para los muertos, ventilada, limpia, con música y con agua corriente. Lo menos dos o tres, cada día, se levantarían a vivir.

La-poesía-para-multitudes logra efectos curiosos. Lo que yo había leído como un texto de burla y amargura se convierte en el himno donde la muerte resulta la continuidad de la especie, y la resurrección es alternativa hogareña. El aplauso es inmenso. Jaime mira el reloj:

—Ya tenemos una hora. ¿Todavía aguantan?
—Hasta mañana.
—¡Doña Luz!

Sabines siempre se ha negado a leer “Algo sobre la muerte…”, por la tremenda carga anímica. Accede sin embargo a un fragmento de “Doña Luz”, dedicado a su madre: “Pero la casa no me protege de la muerte. ¿Por qué rendija se cuela el aire de la muerte? ¿Quién me untó la muerte en la planta de los pies el día de mi nacimiento?” Luego lee un poema del regocijo: “…porque a estas alturas la juventud sólo puede llegarnos por contagio”. Risas y aplausos. Lee “La luna”. Mira el reloj.

“—¡Otra, otra, otra!—” Sabines se incorpora, y el aplauso arrecia y las jovencitas suben a entregarle flores, los jóvenes van en pos del autógrafo, la vigilancia de Bellas Artes actúa para vetar la ingestión simbólica. “¡Sabines al poder!”

Bellas Artes entero canta “Las mañanitas”. El aplauso se extiende, y apenas se interrumpe para una breve ceremonia. El telón continúa su descenso, y en el desbordamiento los asistentes se rehúsan a que el poeta desaparezca. De pie, Jaime Sabines preside este tumulto irrepetible. Mañana proseguirá la relación de los solitarios con los poemas. Es tiempo ya de reposar, aflojar los músculos del corazón y poner a dormitar el alma....

Carlos Monsiváis

viernes, 28 de noviembre de 2008

Tardes de Mayo-Bnk o Tardes de Betty - BOG





* Hago este paréntesis con mucho cariño a quien gusta no se porque razones, encontrar en estas letras su canción preferida, bueno cuando su canción preferida toca el alma es válido!
Creo que es tuya Betty....

"El que lo metió lo sacó..."...Cómo actúa el gorila macho????

Paga fianza y liberan al estudiante del TEC
Lo aprehendieron por amenazar con pistola a otro joven
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Matamoros, Tam. (El Mañana).- Luego de una jornada de manifestaciones en la Presidencia Municipal y la PGR por parte de estudiantes del ITM, a las 19:55 horas fue puesto en libertad Ismael Castillo González, líder del Consejo Estudiantil, tras depositar 8 mil pesos de fianza.
Estudiantes del Tecnológico de Matamoros esperaban en las afueras del edificio de la PGR para recibir de nueva cuenta a su líder estudiantil que permaneció cerca de 20 horas aprehendido tras la portación de un arma .357 Magnum.
Al salir de la oficina y en medio del bullicio causado por sus compañeros, Castillo González señaló el hecho como un error cometido por parte de los uniformados, que con uso y abuso de autoridad lo detuvieron.
Señaló que “siempre se ha mantenido una buena relación con el Municipio, el ITM siempre ha trabajado conjuntamente con la autoridad municipal y lo seguiremos haciendo”.
En tanto se habrá de continuar una averiguación sobre los hechos, por lo cual se buscará dialogar con los policías.
“Tengo confianza en las autoridades en que este hecho se va a esclarecer, confío en el alcalde, de quien siempre se ha tenido apoyo y se ha trabajado”, señaló.
Finalmente descartó que esta situación tenga tintes políticos, a lo que agregó que no sospecha de nadie, considerando que al hacerlo cometería el mismo delito, como el pronunciado en su contra.
LOS HECHOS
Ismael Castillo González, de 29 años de edad, con domicilio en la González, 1 y 2, de la zona centro, fue detenido a las 22:20 horas la noche del martes por los agentes de la policía preventiva Jaime Guerrero y José Rodríguez, de la unidad 245, decomisándosele una pistola revólver calibre .357 Magnum sin tiros.
Refieren en su parte informativo los gendarmes que realizaban su rondín de vigilancia por la avenida Lauro Villar y avenida Las Culturas, cuando les marcó el alto Joel Adrián Hernández Morado, de 19 años de edad, con domiiclio en la calle Naranjo número 7 de la colonia Las Arboledas.
Señalan los uniformados que el quejoso les dijo que cuando transitaba por dichas avenidas, el conductor de un automóvil Lincoln Town Car, modelo 98, de color arena, sin placas, lo había amagado con una pistola sin haber motivo alguno.
La unidad se abocó a buscar el vehículo, localizándo uno con esas características por las calles Congreso de Anáhuac y Emiliano Zapata, de la colonia Independencia, marcándosele el alto al conductor, procediendo a su revisión.
Fue así como localizaron el arma debajo del asiento del conductor, además de que el quejoso lo reconoció como quien lo había amenazado minutos antes con el arma.
NERVIOSISMO
Fue poco antes de la medianoche cuando llegó un grupo de estudiantes y pedía que liberaran a su líder.
Ahí se les informó que había una denuncia en su contra, además de que se le había decomisado un arma de fuego.
Por ello ante el temor fundado de que la situación se les saliera de control, el juez calificador ordenó que se le consignara en ese momento a la Fiscalía Federal.
Cuando la unidad lo trasladaba a las oficinas de la PGR llegaron cerca de 40 estudiantes y pretendían rescatarlo, pero no lo lograron.
MANIFESTACIONES
Fue por ello que ayer al mediodía, más de 100 estudiantes que lidereaba Javier Ibarra Guardiola, presidente de la carrera de Ingeniería Eletromecánica del ITM, a bordo de vehícul os particulares y de un microbús que tomaron “prestado“ se dirigieron a la Presidencia Municipal, donde bloquearon la calle Sexta entre González y Morelos, exigiendo hablar con el presidente municipal.
Fue el secretario de Desarollo Social, Carlos Valenzuela Valadez y el director del departamento Jurídico, Efraín Encinia, quienes los recibieron.
“SEMBRARON“ EL ARMA
Los estudiantes alegaban que se trataba de un abuso de autoridad, ya que aseguraban que los policías les habían “sembrado“ el arma de fuego. “Nosotros somos estudiantes, no somos de armas“, dijeron.
Los funcionarios municipales aceptaron acompañar a los estudiantes a las instalaciones de la Procuraduría General de la República para dialogar con la fiscalía federal.
CAOS VIAL
Ahí estuvieron por espacio de una hora, mientras que el tráfico vehicular se encontraba desquiciado, ya que la protesta se suscitó a la llamada “hora pico“, pues es cuando salen los estudiantes de las escuelas.
Al filo de las dos de la tarde, los manifestantes junto con los funcionarios municipales se dirigieron de nuevo a la Presidencia Municipal, donde dialogaron con la primera autoridad Erick Silva, quien prometió tomar cartas en el asunto.
Los estudiantes se retiraron y ahí frente a la Presidencia se encontraban dos tanquetas del ejército, cuyos elementos sólo permanecieron a la expectativa.
Tras de dialogar con el presidente municipal se retiraron y fue hasta cerca de las 8 de la noche en que fue le liberado el líder estudiantil tras depositar 8 mil pesos como caución, siendo recibido como héroe por sus compañeros, quienes insisten que se trató de un abuso policiaco.

27/11/2008

jueves, 27 de noviembre de 2008

MONOPOLIO SLIM, PLUTOCRACIA SLIM, LA CRISIS & SLIM


El empresario mexicano, el segundo hombre más rico del mundo según la revista Forbes, concretó en esta semana la compra del 1% de Citigroup por 150 millones de dólares (mdd), y amplió su participación a 18% en la cadena de departamentales Saks Co.

Aprovechando el rally bajista en los mercados bursátiles, Slim adquirió el 6.4% del grupo de medios New York Times Co. en septiembre pasado cuando las acciones del diario habían caído un 20%; compró en mayo el 1% de la controladora del diario británico The Independent, y en junio adquirió el 15% de la filial española en México Gas Natural (que no cotiza en Bolsa).

miércoles, 26 de noviembre de 2008

LO QUE TIENE QUE APRENDER CARLOS FUENTES

■ “El capitalismo rapaz llegó a su límite y será sustituido por un movimiento democrático”

■ En tiempo de crisis, gula y envidia campean y ustedes esperan respuestas, dijo en Bellas Artes

Mónica Mateos-Vega

Günter Wallraff, anoche, se encontró con sus lectores en México y manifestó sentirse "sobrecogido por el elevado interés por mi trabajo y percibo que algo nuevo está por suceder"

Günter Wallraff, anoche, se encontró con sus lectores en México y manifestó sentirse “sobrecogido por el elevado interés por mi trabajo y percibo que algo nuevo está por suceder” Foto: Marco Peláez


Günter Wallraff, frente a una multitud juvenil anoche en Bellas Artes: “no me vean como un maestro sino como alguien que quiere aprender. De manera que todos ustedes, jóvenes, que están allá afuera en los pasillos, vengan y busquen acomodo aquí. Aprenderemos juntos. Estoy sobrecogido por el elevado interés que encuentro en México hacia mi trabajo y percibo que algo nuevo está por suceder”.

El periodista alemán, reportero en activo a sus 66 años de edad que sigue cosechando triunfos en nombre de la justicia social y del bien común, colmó la Sala Manuel M. Ponce del máximo recinto cultural de México. Minutos antes de la hora de la cita, que fue fijada a las 19 horas, ya el espacio era insuficiente.

Empleados de Bellas Artes anunciaron que instalarían una pantalla y sillas, para que quienes no pudieran entrar vieran a a Wallraff. Finalmente fueron abiertas las puertas de par en par para que entrara quien quisiera y pudiera.

Muchos jóvenes quedaron en los pasillos. La convocatoria del maestro, quien los llamó desde el micrófono, los llevó finalmente puertas adentro.

No dejaban de llegar los jóvenes cuando el acto había iniciado. Repartidos los aparatos auriculares para la traducción simultánea, se soltó una breve tormenta eléctrica recinto adentro, donde todo era adrenalina: los fogonazos de los flashes de los fotógrafos, para quienes posó, sencillo, sin aspavientos, consciente del trabajo de los colegas, el maestro, aprendiz perenne.

Desenmascarar a los poderosos

Günter Wallraff se encuentra en México merced al esfuerzo de varias instituciones y personas. Las fundaciones Heinrich Böll y Friederich Ebert, así como el Instituto Goethe, entre ellas. Anoche tuvo su primer encuentro con sus lectores, sus admiradores, sus alumnos que lo son sin necesidad de matricularse, por el simple hecho de leer sus libros y seguir su comportamiento.

En la primera entrevista que concedió a algún medio mexicano, antes de tomar el avión, ya había definido los puntos cardinales (La Jornada, jueves 20 de noviembre). Anoche en Bellas Artes, después de una emocionante semblanza leída por Jürgen Moritz, el maestro Günter Wallraff dijo:

“Me he enterado, a mi llegada, que tan sólo este año han matado a 12 periodistas en México y que ninguno de sus casos ha sido resuelto. Me impresioné, porque eso significa que o el Estado ya se rindió o parte de él está metido en el crimen organizado”.

Al final, durante la sesión de preguntas y respuestas, Wallraff fue interrumpido de manera espontánea por aplausos y gritos de ¡bravo! de los jóvenes. Por ejemplo, cuando dijo: “he llegado a vencer mis miedos acercándome a los poderosos que les gusta sembrar el miedo, porque los he desenmascarado y los he puesto en ridículo, y porque he descubierto que en realidad son personas inseguras que solamente vencen sus propios temores infundiendo el terror”.

Al responder sobre el tema de Bush, afirmó: “él debería ser juzgado por un tribunal internacional de derechos humanos”.

Sobre la situación del mundo actual: “el capitalismo rabioso o rapaz llegó a su límite y será sustituido por un movimiento democrático de paz, pero que no sea de mayorías empobrecidas intelectualmente”.

Antes de la sesión de preguntas y respuestas fue proyectado un documental sobre uno de los trabajos periodísticos recientes de Günter Wallraff: cuando se infiltró en las redes comerciales conocidas como call centers. Y antes de eso fue su voluntad tomar la palabra para formular su regocijo y pedir no ser tratado como maestro sino como aprendiz. Y antes de eso, Jürgen Moritz recordó hitos importantes en la biografía de Wallraff, por ejemplo, que estuvo muy enfermo, por causa precisamente de los riesgos que enfrentó al infiltrarse a un lugar insalubre, e inclusive tuvo que recurrir al uso de una silla de ruedas. Hoy disfruta del ejercicio físico extremo como el tipo maratón.

También recordó Moritz cuando Wallraff cayó preso en Grecia y fue torturado por el gobierno de ese país. Y cuando impidió un golpe de Estado en Portugal porque se disfrazó de un alto líder de ultraderecha. Y cuando dio asilo a Salman Rushdie en su casa, en Colonia, porque era uno de los momentos más cruentos de asedio por parte de quienes lo tienen amenazado de muerte.

Juego de personalidades

Volvió a tomar la palabra Wallraff: “soy un símbolo de la sociedad que ha comprendido que el mundo no puede seguir como está. En estos momentos de crisis nos hemos dado cuenta de cómo campean la gula y la envidia, y de cómo al aprendiz de mago se le acabaron los trucos. De manera que los jóvenes preguntan y no reciben respuesta”.

Narró más detalles de su inicio en el periodismo encubierto: “yo era bibliotecario y escribía poemas, pero en un momento enrolaron a todos los jóvenes en la guerra y yo tuve un fuerte conflicto de conciencia, no quería aprender a matar, mientras que mis superiores buscaban quebrar mi voluntad. Yo llevaba una bitácora y cuando me descubrieron se espantaron y me ofrecieron que si no publicaba nada de eso me dejarían ir. Respondí que no. Finalmente me lanzaron a la calle con un certificado que decía: ‘no sirve ni para la guerra ni para la paz’, de manera que no pude regresar a mi trabajo de bibliotecario y tuve que disfrazarme. Fue así como empezó este juego de personalidades”.

Avispero de jóvenes

Anunció su proyecto de integrar una fundación para otorgar años sabáticos a periodistas, sindicalistas y estudiantes para que se infiltren. Mencionó su interés por temas mexicanos (“en México no me costaría ningún trabajo encontrar temas, sobran”, dijo), en especial el narcotráfico y los altos círculos del poder, “pero con la debida seguridad guardada, claro”. Delimitó su área de trabajo: “el límite es la vida privada de los demás, es algo que no me rebajaría a publicar”.

Al final se desbordó por completo la adrenalina. Quienes formaban la fila para que el maestro les firmara sus libros se convirtieron en un avispero de jóvenes, cámaras y libros en ristre, mientras Wallraff se armaba de sonrisas y estupefacción.

Entonces todo se volvió un auténtico homenaje, sin aspavientos ni maquinaciones. Günter Wallraff no dejaba de sonreír. “No me traten como maestro, sino como alguien que quiere aprender”, repetía.

Todo esto transcurrió en apenas 96 minutos.

martes, 25 de noviembre de 2008

Magos del balón




Que bueno que los magos del cartel del futbol mexicano(Vergara, Salinas P, Azcarraga, etc..), no han incursionado en estos eventos...! El futbol es arte, pasión, deporte de conjunto y por ultimo negocio... Bueno, así debería de ser...

CUANDO LA MEMORIA FALLA...




La terca memoria,
la amnesia que me falta,
el recuerdo insondable,
la bendita nostalgia.

El momento perdurable,
Se escriben con tu nombre!
Se apersonan a cada rato
tus siluetas fantasmales.

Llegaste cuando moría la flama,
le diste vida con un suspiro;
pero llegaste cuando ya me revivías
y moriste cuando la amnesia me faltaba...
pero, porqué te fuiste?
cuando más el corazón te amaba?..



El mejor amigo del Peatón.

domingo, 23 de noviembre de 2008

Todo por el Rey

Mar de Historias

Cristina Pacheco

Hace tres años que Rey murió. Como siempre por estas fechas, voy a visitarlo en su tumba. A pesar del tiempo transcurrido no logro consolarme de su pérdida. Aún me resulta difícil despertar y no verlo, salir a la calle sin su grata compañía o volver a casa y que no salga a recibirme.

Cuando el doctor me dijo que la enfermedad de Rey era incurable sólo pensé en hacerle más dichosos sus últimos días. ¿Cuántos? Imposible saberlo, pero ya fuese una semana o un mes era indispensable administrarle los analgésicos. “Si los rechaza tienes que insistir, de otra forma lo verás aullando de dolor”, me dijo el médico al entregarme la receta.

Corrí a la farmacia para surtirla. Me chocó la presentación de las gotas: un frasquito oscuro, adusto, amenazante. En cuanto llegara a la casa las vertiría en un recipiente gracioso que hiciera pensar a mi enfermo en la miel. Desde pequeñito le encantó. Durante el periodo de su educación significó un estímulo y una recompensa a sus logros. Fueron muchos y especialmente notables si tomamos en cuenta su origen turbio y el abandono en que el pobre creció.

II

Nunca he olvidado cómo lo conocí. Yo tenía 10 años y acababa de terminar el quinto de primaria. Un domingo mi amiga Elvira me invitó a su casa. A pocos pasos del edificio en donde vivía con mis padres tropecé con el pequeño. El pobrecito andaba deambulando, como tantos otros menesterosos, en busca de abrigo y de comida. Su delgadez, su mal aspecto y su hosquedad evidenciaban miseria y malos tratos. A pesar de todo, en sus ojos descubrí un brillo de ternura e inteligencia.

Aquella mirada me impresionó. Regresé a mi casa. Tomé pan, un poco de carne y, sin muchas esperanzas, volví al sitio en donde minutos antes había visto al desconocido. Contra lo que esperaba, lo hallé dormitando en un quicio. Mis pasos lo alarmaron, se levantó de golpe y se puso en guardia, como si temiera mi ataque. Le pedí que se tranquilizara y retrocedió. No quise forzar la situación y me limité a dejarle la comida al pie de un árbol: “Es para ti”, le dije y me di la media vuelta.

Reanudé mi camino a la casa de Elvira. Mientras tocaba el timbre noté que el pequeño me observaba a muy corta distancia. Deduje que aún estaba hambriento. “¡Vete! Ya no tengo nada que darte.” Me miró con expresión de reproche y se alejó. Por un momento me sentí aliviada, pero durante todo el tiempo que permanecí en la casa de Elvira seguí pensando en aquella criatura. Imaginarla tan débil e indefensa, en medio de todos los peligros de la ciudad, me llenó de culpa.

A las siete de la noche, como me lo habían prometido, mis padres fueron a recogerme. Al salir vi al pequeño sentado en la banqueta. Con pasos lentos fue a mi encuentro y se me quedó mirando en silencio, pero sus ojos y la tensión en su cuello eran una súplica de auxilio. Antes de subir al coche tuve una ocurrencia: “Mamá, papá: ¿puedo llevármelo a la casa?” Intercambiaron miradas y al mismo tiempo preguntaron: “¿A quién?” “A él”, dije.

Mi madre no podía creer que pretendiera convivir con un ser tan lamentable, de seguro lleno de malos hábitos y enfermedades. Supliqué: “al menos por esta noche; hace frío y se nota que tiene hambre.” Mi padre dijo que le gustaría complacerme a no ser por un obstáculo: “nuestro departamento es muy pequeño. ¿En dónde se va a quedar?” “En mi cuarto. Después de todo sólo será por una noche.”

No fue así. Rey vivió con nosotros durante nueve años. Desde el principio se ganó mi cariño. Llegó a ser tanta mi dependencia de él que, meses más tarde, para no perderlo, urdí con ayuda de Elvira un plan perverso.

III

La noche de aquel domingo fue de gran actividad. Por principio de cuentas tuvimos que hacer un arreglo en mi cuarto para buscarle acomodo a nuestro inquieto huésped. Cuando al fin logré improvisarle una cama le dije: “anda, ven. No tengas miedo. Aquí vas a estar como un rey.” Ese fue el origen de su nombre. Está escrito en su lápida: “Aquí descansa Rey, el perro más noble del mundo.”

Reconozco que fui desconsiderada con mis padres al pedirles que me dejaran conservar a Rey. Nunca me puse a ver que su presencia nos robaba espacio; que su alimentación y las visitas regulares al veterinario eran una carga adicional en nuestro reducido presupuesto. Menos todavía se me ocurrió pensar que sacarlo a su paseo diario significaba para mi madre una tarea más entre las muchas que realizaba.

El hecho de que mis padres aceptaran que Rey viviera con nosotros fue una prueba de generosidad hacia mí; sin embargo, con frecuencia recibía sus quejas: “¿sabes lo que hizo tu amiguito? Se subió a la mesa y se comió la carne.” “Se orinó en el periódico y ahora no lo puedo leer.” “Desgarró tu falda”. Agravios como estos ocurrieron mil veces hasta que al fin me pusieron un ultimátum: “o educas a tu animal o lo echamos a la calle.”

Entonces comenzó el entrenamiento de Rey. A base de castigos y recompensas que consistían en cucharaditas de miel, conseguí que tuviera un buen comportamiento y aceptara la correa cuando lo sacábamos a pasear. Rey se hizo famoso en el rumbo gracias a mi madre. Cada vez que alguien lo elogiaba, ella describía las malas condiciones en que había llegado a nuestra casa. Esas palabras acrecentaron mi orgullo y mi cariño hacia el animal, que era mi compañero y confidente.

IV

Todo iba bien hasta que una tarde mi padre nos comunicó una pésima noticia: “me quitaron las horas extras. Tenemos que reducir gastos así que, con mucha pena, les digo que Rey se va.” Protesté, describí la vida horrible que mi perro llevaría en la calle. Mi padre procuró desvanecer mis temores: “hay un refugio canino. Allá vivirá seguro y podremos visitarlo de vez en cuando.”

Su frialdad me sorprendió. Las pocas veces que por travesura Rey escapó mi padre fue el primero en tapizar las paredes de la colonia con su descripción y la promesa de recompensar a quien nos lo devolviera. Aunque se lo recordé no modificó su veredicto: “sí, yo también me encariñé mucho con él, pero tiene que irse. Y por favor, ya no hablemos más de esto.”

Mi angustia se convirtió en furia. Interpreté la decisión de mi padre como prueba de indiferencia y autoritarismo. Sin dudarlo se lo reproché con insolencia. Mi madre castigó mi altanería tachándome de abusiva y malagradecida, y temblando de rabia amenazó con devolver a Rey a las calles.

Ahora comprendo que su arranque estaba justificado por mi comportamiento y su sentencia era producto de la desesperación, pero en aquel momento lo atribuí todo a su falta de amor hacia mí y hacia Rey. Conservarlo a mi lado era lo único que me preocupaba y acudí a Elvira en busca de consejo.

Después de mucho pensarlo tuvo una ocurrencia: “mañana, cuando saques a pasear a Rey me lo traes aquí para que lo esconda en el cuarto de los tiliches. Allí podrá quedarse hasta que tus papás cambien de opinión. Tal vez los convenzas cuando vean que vuelves a la casa sola, llorando. No lo olvides: llorando.” “¿Y si en vez de preocuparse se alegran?”

Para esa pregunta Elvira no tuvo respuesta, pero acepté su plan. Lo llevé a cabo con toda puntualidad, incluido el llanto. Como lo había imaginado, mis padres se limitaron a consolarme y a decirme que pronto iba a olvidar a Rey y quizá con el tiempo, cuando las circunstancias mejoraran, llegaría a tener otro perro. Me avergüenza reconocer que, llena de odio hacia ellos, escapé a mi cuarto.

Por la noche, bajo amenaza de castigo, acepté sentarme a la mesa. La sala-comedor, sin Rey echado junto a mi silla, me pareció inmensa y horrible. Al servir la cena mi madre se inclinó hacia el plato de Rey para depositarle su ración: “¡qué tonta!”, dijo sonriendo, con los ojos húmedos.

Comimos en silencio. A cada ruido que oíamos en la escalera mi padre se quedaba atento. Me producía una dicha perversa saber que, aun cuando no lo confesara, esperaba oír –como después de otras desapariciones– las patas de Rey arañando la puerta. Por fin llegó el momento de irnos a la cama.

En la quietud de mi cuarto imaginaba a Rey inquieto, durmiendo en un espacio desconocido, tal vez con frío, extrañándome. No pude más. Me levanté, fui a la habitación de mis papás y les conté lo sucedido. Nos pedimos perdón: ellos por no haberme comprendido y yo por mi crueldad.

A la mañana siguiente fuimos los tres en busca de Rey. Al vernos saltó para manifestar la dicha del rencuentro. Con los años se convirtió otro miembro de la familia. Vivió feliz hasta que enfermó. Cuando los analgésicos perdieron su eficacia decidimos darle la muerte digna que merecía Rey: el más noble de los perros.

**De verdad que pensé que ser refería la Maestra Cristina al Rey Sambada, escrito por el SSP(El Intocable)...

viernes, 21 de noviembre de 2008

Caras flageladas, consternados...????????




El gordo de Hacienda Carstens, El magnate de México S.A. y el Procurador del avionazo, preooooocupadísisímooooos por nuestra economía...

jueves, 20 de noviembre de 2008

BANDOLERO DIVINO

...Pues mire usted, Libradita, cuando recién llegué aquí a la Ciudad de México; acudí a una cena que en mi honor ofreció un grupo de personas. Había ahí escritores, poetas, maestros, banqueros, comerciantes, en fin, gente de diversos 'quehaceres. Entre 'ellos se encontraba un gran personaje-del Perú, el poeta José Santos Chocano, a quien, según me informaron, llaman "El Cantor de América". Bueno, pues sabiendo él de esta cena, escribió una poesía en mí honor que leyó esa noche. Y hoy me encuentro con que no se conformó con eso que yo le agradecí profundamente, invitándolo a cenar y entregándole un obsequio, sino que lo publicó en la prensa. Además, lo repartió en volantes que nadan circulando por todas partes. Vea nomás, Libradita, léamelo, quiero oírlo en su propia voz. Sentados frente a frente una vez más, Villa ha sacado del bolsillo interior de su saco la hoja que le acaba de dar Trillo, la pone en manos de Librada y ésta lee:

Caes... caes... no importa, bandolero divino.
Remo, Rómulo: el crimen es a veces ritual.
Una voz, como a Pablo, te llama al buen camino..
Pero ¿quién te diría: obras bien, piensas mal?

Un demonio y un ángel en rebeldes porfías
Disputándose el signo de tu oculta intención,
y así, como a veces, al dudar sentirían
un trajín de cuatro alas dentro del corazón.

Loco de alegría hiciste tal aprendizaje
de tus desorbitadas artes en la lección,
que te habló deslumbrante tu espíritu salvaje,
de Hércules, asesino, de Mercurio, ladrón.

Por dentro de tus lauros con que ilustras tus sienes,
la locura sacude tu poderosa crin;
tan grande en el delito como en la gloria tienes
apta al puñal la diestra y el oído al clarín.

Hijo de águila y tigre, sientes en las entrañas
yo no sé qué delirio de metal en crisol;
agua pura que gime bajo negras montañas
o arrebol salpicado con la sangre del sol.

Sábelo: ya tu espada se siente fatigada...
Sábelo: ya su entrada te cierra el porvenir.
Está bien que te obstines en esgrimir tu espada
como el ave que bate sus alas al morir.

Serpenteantemente caes con la caída
que en las sombras eternas desenvuelve Luzbel.
Caes... caes... mirando con desprecio la vida
y a la vez sujetándote a la frente el laurel.

Olvidar no podrías tus gloriosas locuras,
ni rendirte al acaso ni dar un paso atrás,
que cuando se desprende también de las alturas,
la piedra cae a plomo y el rayo hace zig-zags.

Que fuerte y qué hermoso poema! Su sonido, su ritmo,..,¡Me' gusta eso de "bandolero divino", deverás que me gusta. Ve como hasta los Poetas están de su lado? – Dice Librada…

Texto extraído de libro Itinerario de un Pasión Los Amores de mi General Villa. Aut. Rosa Elia Villa. Pag.232

DOROTEO ARANGO ARAMBULA



martes, 18 de noviembre de 2008

"Ahora me llevan a mí"

Poema contra la indiferencia


"Primero se llevaron a los comunistas,
pero a mí no me importó porque yo no lo era./
Enseguida se llevaron a unos obreros,
pero a mí no me importó porque yo tampoco lo era./
Después detuvieron a los sindicalistas,
pero a mí no me importó porque yo no soy sindicalista./
Luego apresaron a unos curas,
pero como yo no soy religioso tampoco me importó./
Ahora me llevan a mí, pero ya es tarde".




Del alemán Bertold Brecht, que hace referencia al nazismo antes de la II Guerra Mundial.

Intelectuales de paja



Paja en su séptima asepción del DRAE: 7. f. Lo inútil y desechado en cualquier materia, a distinción de lo escogido de ella.

Intelectuales frívolos que no se les crítica la calidad de sus letras, si no su silencio cómplice, su marginada visión de lo marginado, su complacencia celebrada del poder, su desdeño del Peatón a cambio de una vida de vanagloria frucificada!
Bienaventurados ellos...!!!

lunes, 17 de noviembre de 2008

LOLA(Q.E.P.D)

Siete veces cayó el elote de mi mano
Antes de que mi hambre la encontrara…(Jaime Sabines)
Frase de un ayer que te dediqué lola.
Hoy tú me dice: No llores sobre mi tumba
Yo no estoy ahí…no he muerto! (Poema español)
Me verán en la lluvia de otoño,
En el regazo de la fresca mañana,
En la primera motivación del día,
En el abrazo profundo, en mis hijos
Con su amena platica…
En sus nietos al recordar a esta mujer valiente!
Que nos mostró como vivir con el espíritu
En alto; en medio de la adversidad.
Pocos saben tu nombre...
Pero todos saben que Lola, hace unas horas
Hizo que repicaran las campanas del recuerdo
De SAN BARTOLO, TAMALIN, MEXICO, CERRO AZUL,
TUXPAN, SACAMIXTLE, PIEDRAS NEGRAS Y MATAMOROS
Que te cobijará y abrigará tu cuerpo;
Pero estarás en el recuerdo insondable
De quienes te queremos.

Gracias Lola! Y Hasta siempre!


El mejor amigo del Peatón.

viernes, 14 de noviembre de 2008

“BIENAVENTURADOS LOS PATROCLOS”

Porque de ellos será el reino del poder, el éxito y la felicidad

La historia continúa… nunca se detiene, se repite; se transforma, pero no cambia por nada su esencia.
La historia es muy precisa, es inquieta; juega con un devenir. También ubica, modifica y proporciona esencia y rumbo.
La historia inspira, es nostalgia, es red de recuerdos imborrables, es lucha es destino.
Es también fuego fugaz, es delirio; es pesar. La historia es odio y sufrimiento, es penumbra, pero sobre todas las cosas es placer eterno.
Por todo eso, no podemos escaparnos de esa vorágine de pasiones que siempre nos empujan a dar rienda suelta a todo lo que escondemos en nuestro interior. No podemos negar algo que siempre nos inquieta, eso que nos cosquillea y que a veces no nos permite vivir en paz. Por eso, cada quien busca ser arquitecto de su propio destino. Cada quien mueve a su libre albedrio sus pasiones escondidas, sus deseos; esos que le inquietan, esos que le piden armonía, placer, gozo, alegría y paz.
Vivimos la historia, la forjamos a nuestra manera, sin pensar en el que dirán, porque solo se vive una vez. Así por naturaleza, en todas las culturas del mundo antiguo y en el actual, todos los hombres han buscado y encuentran a alguien que se convierta en el otro “yo” para que sea su faro de luz, su ideal hecho hombre, su misma voluntad, su arquetipo, su fantasma de sus sueños fallidos, su sombra, su amor platónico, su más intimo confidente, su ser intocable, puro y celestial.
Existen en la historia cientos y cientos de hombres poderosos y famosos que han sentido la necesidad de contar con alguien a quien confiar sus sueños, secretos e intimidades a cambio de protegerlos y elevarlos al éxito.
Como no recordar al histórico personaje de la literatura clásica griega; el gran “Aquiles” quien encontró en Patroclo un fiel amigo, compañero de lucha, audaz, valiente, apuesto y varonil en quien confiaba ciegamente y con quien compartió sueños, ideales y muchos de sus mejores momentos de su vida.
Era tanto el afecto, el cariño y amor que Aquiles siempre sentía por Patroclo que al momento que su protegido murió en una batalla, Aquiles quedó profundamente desolado, impresionado, triste y acongojado por mucho tiempo. Tanto dolió a Aquiles la muerte de Patroclo que para honrar su excelsa memoria llevó a cabo un impresionante funeral que duró tres días en una fastuosidad como nunca antes se había visto.
También como muestra tenemos otro caso: El del gran Alejandro “El Grande” quien encontró en Hefestión a su Patroclo. Hefestión compartió hasta la vida más íntima del gran conquistador desde que ambos tenían 8 años de edad. Fue el compañero más fiel y más apreciado de todos los siete generales que integraban el mando del ejército. Era asombroso la protección que Alejandro brindaba siempre a Hefestión.
Así cuando Hefestión murió, el conquistador emulando a Aquiles, ordenó preparar un magno funeral de tres días, levantándose un monumento a Hefestión en el lugar de su cremación. Hoy por cuestiones de espacio y tiempo, solo he dado a conocer dos grandes ejemplos históricos del Patroclismo.
La historia continúa. El efecto sigue y así podemos ver que numerosos hombres famosos: Políticos, escritores, artistas, y gobernantes, siguen ajustándose al fenómeno de encontrar un “Patroclo”.
Así tenemos que tuvieron su Patroclo: Napoleón- Julio Cesar – Jesús de Nazaret – Hitler – Cortés- Sócrates- Leonardo D`Vinci- Algunos Papas- Masones y además grandes escritores, artistas, músicos y poetas.
En nuestro país no ha sido la excepción, ya que a través de las distintas etapas de la historia todos los grandes protagonistas han tenido su Patroclo: Hidalgo, Allende, Morelos, Matamoros, Guadalupe Victoria, Guerrero, Iturbide, Juárez, Santa Ana, Madero, Villa, Carranza, Obregón, Portes Gil, Cárdenas, Miguel Alemán, Ruiz Cortines, López Mateos, Díaz Ordaz, Echeverría, López Portillo, De la Madrid, Salinas de Gortari, Zedillo y Fox.
También, grandes artistas y escritores; además de comunicadores: Juan Gabriel, Octavio Paz, Jacobo Zabludovsky, Fidel Velásquez, Rodríguez Alcaine, Gobernadores, Senadores y Diputados, Presidentes Municipales, Secretarios de Estado y muchos personajes más siguieron disfrutando de la compañía de un “Patroclo”.
Hoy, nuestro Presidente de México ha perdido a su “Patroclo”. Nunca se había visto un homenaje luctuoso de tal magnitud ofrecido a un funcionario de gobierno Federal con todos los honores de Estado.
En muchos de estos casos, la Sociedad pondera y a veces critica, pero también reconoce, admira y recuerda a todos los “Patroclos”. No los juzga, porque la única que tiene la facultad para hacerlo es; la Historia!


Otoño del 2008
El Janambre del Peyote

Nota: El texto aquí mostrado tiene solo la pretensión de carácter y análisis histórico, sin ningun menoscavo genérico, ni de otra índole. Si se publica es solo para tener un antecedente de análisis y que los personajes mencionados solo se juzgan su actuar como personajes públicos con sus excesos en la cúspide del poder y detras de el...

jueves, 13 de noviembre de 2008

ESTE AMOROSO TORMENTO


Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana (de Asuaje, según algunos), conocida como Sor Juana Inés de la Cruz, o, simplemente, Sor Juana (San Miguel Nepantla, 12 de noviembre de 1651 [o 1648, de acuerdo a algunas fuentes]...Se me olvidó sus mañanitas pero no Este Amoroso Tormento de mi décima musa!

Tus cumpleaños los olvidé
se me olvida un momento
pero en mi blog te dediqué,
Este Amoroso Tormento...



Este amoroso tormento
que en mi corazón se ve,
sé que lo siento y no sé
la causa porque lo siento.

Siento una grave agonía
por lograr un devaneo,
que empieza como deseo
y para en melancolía.

Y cuando con más terneza
mi infeliz estado lloro,
sé que estoy triste e ignoro
la causa de mi tristeza.

Siento un anhelo tirano,
por la ocasión a que aspiro,
y cuando cerca la miro
yo misma aparto la mano.

Porque, si acaso se ofrece,
después de tanto desvelo
la desazona el recelo
o el susto la desvanece.

Y si alguna vez sin susto
consigo tal posesión,
cualquiera leve ocasión
me malogra todo el gusto.

Siento mal del mismo bien
con receloso temor,
y me obliga el mismo amor
tal vez a demostrar desdén.

Cualquier leve ocasión labra
en mi pecho, de manera,
que el que imposibles venciera
se irrita de una palabra.

Con poca causa ofendida,
suelo, en mitad de mi amor,
negar un leve favor
a quien le diera la vida.

Ya sufrida, ya irritada,
con contrarias penas lucho:
que por él sufriré mucho,
y con él sufriré nada.

No sé en qué lógica cabe
el que tal cuestión se pruebe:
que por él lo grande es leve,
y con el lo leve es grave.

Sin bastantes fundamentos
forman mis tristes cuidados,
de conceptos engañados,
un monte de sentimientos;

y cuando a averiguar llego
el agravio porque riño,
es como espanto de niño
que para en burlas y juego.

Y aunque el desengaño toco,
con la misma pena lucho,
de ver que padezco mucho
padeciendo por tan poco.

A vengarse se alabanza
tal vez el alma ofendida;
y después, arrepentida
toma de mí otra venganza.

Y si al desdén satisfago,
es con tan ambiguo error,
que yo pienso que es rigor
y se remata en halago.

Hasta el labio desatento
suele, equívoco, tal vez,
por usar de la altivez
encontrar el rendimiento.

Cuando por soñada culpa
con más enojo me incito,
yo le acrimino el delito
y le busco la disculpa.

No huyo del mal ni busco el bien:
porque, en mi confuso error,
ni me asegura el amor
ni me despecha el desdén.

En mi ciego devaneo,
bien hallada con mi engaño,
solicito el desengaño,
y no encontrarlo deseo.

Si alguno mis quejas oye,
más a decirlas me obliga
porque me las contradiga,
que no porque las apoye.

Porque si con la pasión
algo contra mi amor digo,
es mi mayor enemigo
quien me concede razón.

Y acaso en mi provecho
hallo la razón propicia,
me embaraza la justicia
y ando cediendo el derecho.

Nunca hallo gusto cumplido,
porque, entre alivio y dolor,
hallo culpa en el amor
y disculpa en el olvido.

Esto de mi pena dura
es algo del dolor fiero;
y mucho más no prefiero
porque pasa de locura.

Si acaso me contradigo
en este confuso error,
aquel que tuviere amor
entenderá lo que digo.

Autora: La mujer Juana Inés...

Bill Clinton & Slim------tejiiendo The Palm, presentando al preteleviso....le habrá gustado la gaviota?



La nota dice de encabezado "Carnes y café con Bill Clinton", el candidato ganador! Bill Clinton con el hombre más rico del mundo! perdon! nooo! el candidato ganador es Obama...Los comensales fueron: Enrique Peña Nieto; empresarios como Marco Antonio Slim Domit, Carlos Alemán Magnani y el vicepresidente de Televisa, José Bastón.hijos del empresario, Carlos y Marco Antonio Slim Domit, así como Daniel Hajj, presidente de América Móvil, y Arturo Elías Ayub, director de relaciones institucionales de Telmex, entre otros.
La pregunta es: Clinton querrá a la Gaviota? Habrá sido presentación del Candidato de Televisa, al expresihuahuero Clinton? Sin duda Slim sabe de la importancia y peso político de Clinton con el Gobierno que viene... Tejiendo e hilando relaciones, amarres en el paradójico restaurante "THE PALM".

miércoles, 12 de noviembre de 2008

AQUILES & PATROCLO




"El hombre a quien los dioses elevaron por sobre todos fue Aquiles, hijo de (la diosa) Tetis. Ellos lo enviaron a las islas de los bendecidos...Por sobre la lealtad a su amado Patroclus, eligió si duda morir_ no por salvarlo, sino por vengarlo; porque Patroclus habia sido asesinado. Los dioses se llenaron de admiración, y le dieron el mas grande honor posible, por que el valoro a su amor tan grandemente..."
Platón fue uno de los grandes hombres de su tiempo, que ahora seria considerado como homosexual; aunque por esa época ni siquiera existía la palabra, que es invención moderna, y el amor entre hombres era algo natural en las culturas helénicas, especialmente la griega. Además, la mujer era ciudadana de segunda considerada solo como esclava y para reproducción.
Según la mitología griega, Aquiles, hijo de Tetis y Peleo, rey de los mirmidones de Tesalia, es el héroe principal de los griegos en la guerra de Troya.
Su madre Tetis, para hacerle invulnerable, le sumerge en la laguna Estigia; al sumergirle le tiene cogido por el talón izquierdo que es el único sitio del cuerpo de Aquiles que continua siendo vulnerable. Alimentado con la medula de leones y tigres.
Cuando Aquiles era un muchacho, el adivino Calcas profetizó que la ciudad de Troya nunca podría ser conquistada sin su ayuda. Su madre, Tetis, sabía que si su hijo iba a Troya, moriría, así que envió a su hijo a la corte de Licomedes, donde permaneció escondido por algún tiempo, disfrazado de mujer.
Durante este tiempo se enamoró de la hija de Licomedes, y tuvo un hijo, Neoptolemo. Sin embargo, fue descubierto por el astuto Ulises, que se presentó como mercader y exhibió entre las mercancías, una armadura. La única "doncella" que se entusiasmó con las armas fue Aquiles, que decidió partir voluntariamente con Ulises hacia Troya, como jefe de los Mirmidones, y acompañado de su amigo Patroclo. Patroclo es el gran compañero de Aquiles, desde la infancia. Se educaron juntos y viven todas sus aventuras en común.
Aquiles en la guerra se distinguió como un luchador infatigable. Habiendo conquistado 23 ciudades en territorio troyano, incluida Lyrnessos, donde obtuvo a Briseida como trofeo de guerra.
Más tarde, Agamenón, el jefe de todos los griegos, fue forzado por un oráculo a desprenderse de su esclava Criseida, y tomó Briseida de Aquiles, que se retiró a su tienda enfurecido, jurando no luchar más. A partir de este momento los troyanos tomaron la ofensiva, y los griegos comenzaron a retroceder hacia el mar.
Finalmente como los troyanos llegan a quemar los barcos griegos, Patroclo persuade a Aquiles para que lo deje dirigir a los mirmidones para rescatar a los griegos. Vestido de la armadura de Aquiles, Patroclo hace retirar a los troyanos hasta las murallas de su ciudad.
Aquiles presta a su amigo su armadura, su carro y sus caballos. Patroclo, que es un guerrero excepcional, con las armas de Aquiles resulta invencible, hasta que los dioses inclinan la balanza en su contra: Apolo le golpea por la espalda, le desarma y permite que el troyano Héctor le hiera mortalmente y le arrebate las armas. Patroclo, ya moribundo, le profetiza que morirá a manos de Aquiles.
Durante todo el día, griegos y troyanos lucharon encarnizadamente por el cadáver de Patroclo.
Cuando Aquiles conoce la noticia, rompe en terribles sollozos, coge puñados de tierra y los arroja sobre su cabeza, se tiende en el suelo y se arranca los cabellos. Uno de sus hombres le sujeta las manos, temeroso de que se degüelle con la espada.
Su madre, la diosa Tetis, se le aparece y le consuela, pero Aquiles responde que ya no quiere vivir ni inquietarse por nada humano, mientras no rinda el alma Héctor, herido por su lanza, en venganza de Patroclo.
Por fin pudieron los griegos poner a Patroclo al abrigo de los dardos, acostándole en un lecho. Y dice Homero que sus compañeros lloraban a su alrededor en compañía de Aquiles, el de los pies ligeros, que derramaba lágrimas ardientes al mirar tendido en el féretro al mejor de sus amigos. Velaron a Patroclo toda la noche, y Aquiles, que presidía el duelo, pronunció estas palabras:
¡Oh Patroclo! Ya que yo he de bajar después que tú a la tumba, no quiero enterrarte sin haberte traído las armas y la cabeza de Héctor. Ante tu pira funeraria sacrificaré doce ilustres hijos de troyanos para vengar tu muerte. Hasta ese momento descansarás en mis naves. Y las mujeres troyanas que nuestra fuerza y nuestras armas han hecho esclavas, gemirán noche y día a tu alrededor, vertiendo lágrimas.
Así habló Aquiles, y ordenó a los suyos que pusiesen un gran trípode al fuego y calentasen agua. Lavaron después el cuerpo de Patroclo, lo ungieron con aceite, pusieron en sus heridas un bálsamo de nueve años, colocaron el cadáver sobre el lecho y lo cubrieron de pies a cabeza con un sudario de lino ligero.
Aquiles, enfurecido por la muerte de su amigo, obtuvo de su madre una nueva armadura forjada en la fragua de Vulcano, y salió al campo de combate, donde mató a Héctor, arrastrando su cuerpo atado a su carro en torno a los muros de Troya, sin permitir que tuviera los ritos funerales.
Sólo cuando Príamo, el padre de Héctor y rey de Troya, vino en secreto a entrevistarse con Aquiles, éste le devolvió el cuerpo del héroe, en uno de los pasajes más emotivos de la Ilíada.
En su última batalla Aquiles, combatió junto a Memnón, rey de Etiopía. Muerto el rey, Aquiles dirigió a las fuerzas griegas hacia la muralla de Troya.
Paris sale a combatir a Aquiles para vengar la muerte de su hermano Héctor, y dispara una flecha que dirigida por el dios Apolo hiere a Aquiles en el talón izquierdo y le mata.
Tetis, madre de Aquiles, es una nereida y consigue para su hijo la inmortalidad en el Olimpo. Aquiles ha llegado a ser en todas las lenguas la personalidad del valor.

Hombres sabios que queréis a la mujer con razón

No nutre lo que come, si no lo que digiere... comparto pues de esa riqueza cotidiana, el dia de hoy!!

martes, 11 de noviembre de 2008

El perfil de FerGoMón (Fernández, Gortari, Mont?)


Gómez Mont, turbias relaciones
ALVARO DELGADO


MÉXICO, D.F., 10 de noviembre (apro).- Compañero de aula de Felipe Calderón en la Escuela Libre de Derecho, pero sobre todo amigo y socio de Diego Fernández de Cevallos, Fernando Gómez Mont asumió la Secretaría de Gobernación bajo el estigma de ser uno de los "abogados del diablo", conocido así por la relevancia criminal de sus clientes y de incurrir, presuntamente, en conflictos de interés.
Asesor de los expresidentes priistas Ernesto Zedillo y de Carlos Salinas, Fernando Gómez Mont es hijo de Felipe Gómez Mont, fundador del PAN y prominente abogado, cuya cartera de clientes es contrastante: Mientras el padre defendió al pintor David Alfaro Sequeiros y al guerrillero Fidel Castro, el hijo patrocinó a delincuentes de "cuello blanco", como Carlos Cabal Peniche, Gerardo de Prevoisin, Jorge Lankenau, Rogelio Montemayor, Tomás Peñalosa...
La característica de los clientes de Fernando Gómez Mont no es anodina: Él mismo operó, como presidente de la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados, una reforma penal propuesta por Carlos Salinas, para no considerar delitos graves acciones delictivas en detrimento del patrimonio nacional y, por tanto, varios de esos personajes no pisaron la cárcel en México.
Mediante reformas al Código de Procedimientos Penales, aprobadas por las bancada de los Partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN), se introdujeron cambios para que los presuntos responsables de cometer delitos relacionados con el sistema financiero y los que atenten contra el patrimonio, como el fraude, pudieran gozar de la libertad bajo caución, una reforma que juristas prominentes consideraron lesiva que alentaba la impunidad.
Por ejemplo, el constitucionalista Ignacio Burgoa Orihuela afirmó que la libertad de exbanqueros, como Carlos Cabal y Ángel Isidoro Rodríguez, El Divino, obedeció "a la reforma penal, que fue la puerta por donde se ha prohijado la impunidad de altos personajes que cometieron grandes delitos en contra de la economía".
--¿Cree usted, sin duda, que la reforma penal de 1994 fue con la intención de proteger a políticos y banqueros?
--No se explica de otra manera -dijo Burgoa al reportero Ricardo Ravelo, en 1998--. Un catálogo de delitos debe estudiarse con toda minuciosidad, pero no por políticos, sino por juristas y criminólogos especializados en la materia penal. Tampoco se consultó a maestros de derecho de la UNAM ni de otra universidad, y menos a los abogados prominentes.
Gómez Mont asumió la defensa de Cabal Peniche, exsocio de Banca Unión, en la demanda de extradición del gobierno mexicano; de De Provoisin, exdirector de Aeromexioco, acusado de transferir millonarias cifras al PRI; patrocinó también a Tomás Peñalosa, extesorero del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), encarcelado por fraude, y a Lankenau, del grupo Financiero Abaco.
También patrocinó a Raúl Salinas, acusado de diversos delitos, aunque después lo relevó su cuñado Eduardo Luengo Creel, esposo de Esperanza Gómez Mont, quien fue titular de la delegación Benito Juárez bajo la regencia del priista Oscar Espinosa Villarreal y, ya en el gobierno de Vicente Fox, se quedó a cargo del Registro Nacional de Vehículos (Renave) al ser apresado el argentino Ricardo Miguel Cavallo.
Otra hermana del nuevo secretario de Gobernación, Lourdes Gómez Mont, es esposa de otro prominente abogado, Fabián Aguinaco Bravo, hijo del ministro retirado y expresidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Vicente Aguinaco Alemán.
Fernando Gómez Mont, quien aseguró que ya no tiene ninguna relación laboral que no sea la de ser secretario de Gobernación, era socio del despacho de abogados con Alberto Zínser y Julio Esponda, ambos egresados de la Escuela Libre de Derecho, y el segundo, amigo íntimo de Calderón desde entonces.
En el gabinete ampliado de Calderón se reunirá con uno de sus 12 hermanos, Miguel Gómez Mont, director del Fondo Nacional de Turismo (Fonatur) y socio de casas GEO.
Varias cachuchas y amos
En contraste con la rivalidad que tuvo con Calderón desde que eran compañeros de aula, en la Escuela Libre de Derecho, Gómez Mont tenía una relación estrecha con Fernández de Cevallos, quien fue pasante en el despacho de su padre y después, con el paso de los años, se volvieron socios y paralelamente militaron en el PAN.
A mediados de 1996, dos años después de haber dejado la diputación, Fernando Gómez Mont se vio envuelto en escándalos inclusive dentro del PAN, debido al ejercicio de asesoramiento y abogacía vinculado a su militancia partidista.
Socio de Rubén Valdés Abascal, exdirector de Asuntos Jurídicos de la Presidencia con Carlos Salinas, en el despacho Análisis y Desarrollo de Proyectos, era al mismo tiempo asesor de Antonio Lozano Gracia, procurador general de la República, como lo confirmó el propio vocero de esta institución, Juan Ignacio Zavala.
Encargado de la revisión de iniciativas contra el crimen organizado, que concitaron el repudio de varios sectores por su perfil violatorio de los derechos humanos, Gómez Mont aceptó la invitación de Carlos Salinas para formar parte de una comisión de ciudadanos para supervisar las investigaciones del asesinato del priista Luis Donaldo Colosio, a cuyo primer fiscal respaldó en sus conclusiones.
"¿Por qué se quiere cuestionar tanto las evidencias. Este es un crimen filmado", dijo entonces sobre la consignación de Mario Aburto, pero también de Adolfo Mayoral Equer y Tranquilino Sánchez Venegas, quienes después serían exonerados.
Todos estos antecedentes generaban molestar en el PAN, como lo expresó, en una reunión del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Acción Nacional, el diputado federal Salvador Beltrán del Río, quien es actualmente director general de Asociaciones Religiosas de la Secretaría de Gobernación.
El legislador afirmó, en la reunión del CEN del PAN, presidido en aquel entonces por Calderón, que la actuación de Gómez Mont le estaba haciendo un "severo daño" a ese partido, debido a su "activismo desorbitado".
Después, en entrevista, afirmó sobre Gómez Mont: "Pasa por alto códigos de ética profesional, escrúpulos y principios de Acción Nacional. El aparecer con tantas cachuchas y el pretender servir a tantos amos" es perjudicial, entre otras cosas, porque es identificado como "un panista que está metido en la política y que está haciendo varias labores a la vez".
Y aclaró: "No sólo es mi opinión, sino de otros miembros del PAN, integrantes o no del CEN, diputados o no."
Ricardo García Cervantes, coordinador de ese partido en la Cámara de Diputados, también hizo eco de esas preocupaciones: "Tener una gestión profesional y controvertida, confrontada -en algunos casos" con el partido, genera parque para el detractor y le arrima piedras al enemigo."
Según información recogida por el reportero Mayolo López, y publicada en Proceso 1033, Calderón hizo suya la preocupación y se reunió con Gómez Mont. Pero no informó nada al CEN.
Otra posición de Diego
Gómez Mont se alejó del PAN desde 1996 y hasta hace poco se reincorporó: Fue el 18 de agosto --hace menos de tres meses--, cuando sustituyó en el CEN a Javier Corral, quien renunció a esa instancia en repudio a decisiones de Germán Martínez y del gobierno de Calderón, como la destitución de Santiago Creel de la coordinación de senadores panistas y la claudicación de ambos ante el poder de los propietarios de los grandes medios de comunicación.
Curiosamente, ese mismo día, se incorporó al gobierno de Calderón otro prominente miembro de la facción de Fernández de Cevallos: Juan Miguel Alcántara Soria, nombrado subprocurador Jurídico y de Asuntos Internacionales, el mismo que ostentaba precisamente José Luis Santiago Vasconcelos, quien falleció junto con Juan Camilo Mouriño, el antecesor de Gómez Mont.
Justamente el lunes 3, un día antes del desplome del avión en que murió Mouriño, Santiago Vasconcelos y otras 12 personas, entre pasajeros y transeúntes, Gómez Mont apareció, como no lo había hecho en años, en una conferencia de prensa del PAN junto con Germán Martínez, con el fin de repudiar el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que ordena al IFE sancionar a Acción Nacional, al PRI y al Partido Verde por haberse beneficiado de los spots del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) en la elección presidencial del 2006.
"Me parece profundamente cuestionable la resolución", dijo Gómez Mont, quien anunció que el PAN recurriría a la SCJN para evitar que, en el futuro, pudiera emitirse una sentencia que atenta contra la libertad de expresión. El sería el responsable de tal trámite que concitó, inclusive, la sospecha.
--¿Cuánto va a cobrar su despacho? -preguntó un reportero.
--Por lo que toca a mi despacho, nunca ha cobrado ni le cobrará nada al Partido Acción Nacional.
Después de su repentino nombramiento, luego de casi tres lustros de ausencia en la actividad política para avocarse a la defensa de personajes que han estado involucrados en escándalos, Gómez Mont tomó posesión y ofreció responder unas preguntas al respecto.
"Durante estos años, constantemente, frente a problemas donde convergían una cantidad enorme de intereses, tuve que entrenar y discriminar los intereses que pudieran resultar en conflicto para mantener muy claras mis lealtades. Sé del conflicto de intereses y sé de las medidas y las maneras para evitarlos. Vengo a esta Secretaría a colaborar y a servir al presidente de la República para servir a México, a nadie más, y a todos los demás", afirmó.
El nuevo funcionario, dijo haberse retirado de su despacho, pero no de la actividad política en el CEN del PAN: "Es una cuestión que está siendo sometida a mi reflexión y de la que sabrán en los próximos días."
Sobre si habrá cambios en la Secretaría de Gobernación, aclaró: "Soy un hombre sin grupo político, soy un hombre que viene a servir con las herramientas que tiene esta Secretaría para cumplir con los deberes a cargo de esta Secretaría.
"Y por último: yo no vengo a ocupar el espacio de Juan Camilo Mouriño, ese es de él y sólo de él. Yo sólo vengo a continuar con su tarea", concluyó

lunes, 10 de noviembre de 2008

Vamo! coño!!!

Tabasco a un año de su gran inundación y despues de que estuvo a punto de repetirse su historia, dejo aquí este poemita al Eden del sureste Mexicano...



Tu eres el suelo que me abrigó,
sin reproches me abrasaste,
me has dado de comer, amigo;
con tu calor he sudado aire fresco
manantial de franqueza,
de lagrimas ahora yaces cubierto.

Perdiste muchas cosas en un alba,
pero te queda tu coraje,
tu valor, pariste mis hijos,
me diste para dar forzuda,
forzuda tierra estas cubierta;
de lagrimas que desbordó tu Grijalva.

Que pensaran tus políticos corruptos?
No lo sé, lo que sé es que no sienten,
están llenos de Maquiavélico pragmatismo.
Tus versos… Me los quitó Pellicer,
pero me sobra agradecimiento, humanismo,
de lo que eres Tabasco, hoy, ayer...

Por eso me dueles, pero creo en ti.
Saldrás adelante cual pueblo Bravío,
tomarás pozol, con tu cacao y pantano,
y dirás gracias al gran Mexicano,
que ha tendido la mano para regresarte;
algo que tu has dado, Tabasqueño hermano.




EL MEJOR AMIGO DEL PEATON

domingo, 9 de noviembre de 2008

sábado, 8 de noviembre de 2008

Historias de Fidel Herrera Beltrán




Álvaro Cepeda Neri

...Herrera Beltrán, (des)gobernador de Veracruz –lugar donde se han enquistado narcotraficantes y contrabandistas para reconstruir el corredor del cártel del Golfo– ha dejado que la delincuencia organizada se domicilie a sus anchas, mientras dicta medidas draconianas.
.....

Fidel hizo compromiso con Bours para compartir ese sueño guajiro de relevar a Calderón. El sello de la alianza es mantener a sus empleados y admiradores vestidos de rojo. Más astuto, Herrera Beltrán quiere sacarle la delantera a Bours. Con más mañas va adelante en la campaña con sus “camisas rojas”. Supone Fidel y sus fieles que está franca la ruta a la candidatura presidencial del PRI, porque tiene metido en la cabeza que si Madrazo pudo, entonces a él, no le será difícil hacerse de la postulación.
.....
Jorge Zepeda Patterson, en su ensayo El presidente electo. Instructivo para sobrevivir a Calderón y su gobierno, adelantaba que Fidel Herrera está impulsando su propia agenda, adelantando vísperas sucesorias. Así que lo del brujo veracruzano, haciéndole el caldo gordo a su paisano, es parte de la campaña roja.

Además sus asesores se mueven en los medios de comunicación para abrirle espacios que, como cajas de resonancias, hagan eco a los actos de Herrera Beltrán y lo mantengan en el escenario de la publicidad, compitiendo con Peña Nieto (Estado de México); Robinson Bours (Sonora), y González Parás (Nuevo León) por la candidatura del PRI dentro de cuatro años.

...
Herrera Beltrán está de nueva cuenta en la mira de la información, pues ha vuelto a circular –por internet y en copias– su cuantiosa fortuna, acrecentada con el premio de la Lotería Nacional que recientemente ganó por más de 12 millones de pesos. Aún se recuerda la columna aquella de Miguel Ángel Granados Chapa (Reforma, 17 de agosto de 2005), donde daba detalles de la fortuna del góber que, dicen, está dispuesto a invertirla para comprar su candidatura.
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La corrupción de la administración depredadora de Herrera Beltrán no tiene límite. Se ha permitido Fidel engañar a Calderón, de una manera que muestra la desfachatez tramposa del jarocho. Herrera Beltrán le pidió a César Nava que intercediera ante Calderón para que éste se pusiera en el teléfono. Y éste, sabedor de que el veracruzano lo apoya en la contrarreforma petrolera para privatizar Pemex, de inmediato se puso al habla.
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Ya en Veracruz, a Calderón le pareció poco ver de lejos las obras y sin decir “agua va” miró por dentro las viviendas. Las casas eran dos cuartos. Entró Calderón. ¿Y los sanitarios?, ¿y el drenaje? Calderón miró con cara de reprimida indignación y asombro al priista. No daba crédito. ¿Era una broma? Faltaban 5 mil excusados y 1 más en las escuelas.
Calderón se dio cuenta, tardíamente, que había sido engañado. En sus propias narices el (des)gobernador tartamudeaba, no porque ignorara el hecho, sino porque Felipe Calderón se veía molesto. El columnista Ricardo Alemán al respecto escribió: “En la casa presidencial existe verdadero enojo por el ridículo que le hizo pasar en Veracruz el gobernador Fidel Herrera. El Presidente se fue verdaderamente irritado y dijo que eso no volverá a ocurrir. Menudearon los regaños y que no habrá más obras sin revisar sin cumplir los mínimos” (El Universal, 23 de mayo de 2008).
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A Fidel lo hicieron diputado Echeverría, López Portillo, Salinas y Zedillo, para rematar como senador y, con sus perversidades, en la coyuntura foxista, apoderarse de la gubernatura veracruzana, desde donde dice estarse preparando para disputar la candidatura priista a la presidencia.
El reportaje, muy bien documentado de Regina Martínez, exhibe la amistad de Fidel y José Kamel Nacif Borge –el agresor de Lydia Cacho, implicado en delitos de pederastia– y las componendas empresariales al amparo de Fidel (Proceso, 23 de diciembre de 2007).
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A las seis de la tarde del viernes 29 de febrero de 2008, veo a Fidel Herrera en la pantalla de Canal 40, de “manita sudada” con dos policías veracruzanos, celebrando que con un “usted perdone” quedó en la impunidad la golpiza al reportero Gabriel Hugue del periódico Notiver. La libertad de expresión escrita y los derechos humanos a los periodistas no existen con Herrera Beltrán.
No contento con despreciar y combatir a la prensa, Fidel declaró que “los periodistas no deben andar satanizando a los policías ni echarle más fuego a la hoguera” (La Jornada, 26 de febrero de 2008). Después de estas neofascistas palabras, el mismo jefe de la policía presentó disculpas públicas por los excesos y la brutalidad de los policías que casi matan al reportero de Notiver. Mientras el autoritarismo beltranista sigue reinando en Veracruz, cundió la información de que el mismo (des)gobernador patrocinó el largometraje Chiles jalapeños, donde la diputada local Dalia Pérez –impuesta como legisladora por Fidel– es principal figura.
...
El Quince uñas (Leopoldo Zamaro Plowes, Quince uñas y Casanova, aventureros) era fanático del color rojo, como Fidel y se ganó este mote porque le faltaba un dedo de la mano izquierda y una pierna. Como Santa Anna usaba el dinero público para sus apuestas y su huida a Manga de Clavo, su hacienda, Herrera Beltrán financia con donativos del erario a los Tiburones Rojos del Veracruz.
Harta de la denegación de justicia, Martha Cuevas, cuyo hijo fue secuestrado hace casi un año, contrató uno de esos anuncios espectaculares, para ver si así Herrera, con su Ministerio Público y sus policías, le hace caso y cumple con su obligación de dar cuenta y razón del homicidio de Mario Cuevas Lara. El anuncio reza: “Señor Gobernador: para este 10 de mayo le pido de regalo justicia por el secuestro y homicidio de mi hijo”. La investigación no prospera, porque los involucrados en el delito son protegidos por funcionarios estatales.


http://www.veracruz.contralinea.com.mx/archivo/2008/agosto/htm/historias-fidel-herrera-beltran.htm