Tlaskamati

sábado, 28 de febrero de 2009

MUSAS SIDERALES





Como va pasando el tiempo
y voy encontrando cantantes,
cantantes que cantan mi estrofa
poetas que declaman mi verso.

Me doy Veloso un regalo
de Milanes a mi tierra,
Paganini violín endiablado,
canta en éxtasis y encierra
del corazón es flagelo
y de Serrat es Cantares.

Yo voy recorriendo calles
y voy encontrando música,
de silencios y de notas
te voy haciendo mi verso;
para la musa que escucha.


Y voy encontrando cantantes,
interpretes que sienten mi verso,
suspiros que claman un beso;
con Venus y guiños siderales...


Doropeatón.

viernes, 27 de febrero de 2009

Mala costumbre no decir te quiero a viva voz...




Alberto Plaza - Aventurera

LA DECLARACION DESAFORTUNADA!




Cuando Ruiz Mateos dijo que el próximo presidente podría ser narco, tenía razón. Oyó esa conclusión en Los Pinos a su jefe

Estará de secretario porque es cuate del Presidente, será sinónimo del bajo perfil en el gabinete, lo descalificarán como interlocutor los líderes empresariales, pero cuando Gerardo Ruiz Mateos dijo que el próximo presidente podría ser narco tenía toda la razón del mundo.

No llegó a esa conclusión durante las horas de su vuelo a París, ni reflexionando frente a la arbolada vista de su oficina en los límites de la colonia Condesa. La oyó en Los Pinos. Y se la oyó a su jefe. Por eso, cuando el gobierno federal esquivó la alerta del secretario de Economía, la cúpula priísta se sorprendió: gobernadores, coordinadores parlamentarios y dirigente nacional escucharon la misma reflexión en una áspera, catártica reunión con el presidente Calderón.

—Y si no hacemos algo entre todos, el próximo con el que se van a sentar aquí a platicar va a ser un narco —les advirtió el primer mandatario cuando el encuentro de tres horas se fue tensando, según confiaron varios asistentes a este reportero.

Hace dos viernes se armó la encerrona en la residencia oficial. Llegaron los convocados, se saludaron y luego luego fuego. Primero hablaron algunos de los mandatarios estatales del PRI. El tono fue de reclamo: se quejaron de que el PAN usa como banderas la inseguridad y la crisis económica para golpear a nivel local. Les contestó rápido el primer mandatario: reclamó en algunos casos de manera individual, con datos y cuestionamientos en la mano, la falta de compromiso de ciertos gobernadores con el combate al crimen. Los priístas se sintieron regañados, así que cuando terminó de hablar Calderón, Beatriz Paredes canalizó en un discurso la incomodidad y furia tricolores.

Ya abierta la puerta del debate, se siguieron los aludidos: Ismael Hernández, de Durango, advirtió traer una carta de sus alcaldes con exigencias concretas; Calderón le respondió que cuántos de ellos estaban libres de nexos con el crimen organizado. Fidel Herrera, de Veracruz, reclamó que en la elección pasada el PRI sacó de sus listas a un candidato porque de Los Pinos llegó el aviso de que era narco; y ahora ese mismo hombre compite por el PAN. Desfilaron otros más (destacó también la intervención, en tono fuerte, de Humberto Moreira, de Coahuila) y cerró Beltrones sintetizando la dureza.

Calderón agradeció la presencia y cada quien a su casa. Fueron tan ásperas las formas, que se estableció un “pacto de silencio” para que nadie revelara lo sucedido. En ese empedrado camino, el Presidente se quejó de la inacción de Fox y recetó la declaración sobre el posible próximo presidente narco. Seguro Ruiz Mateos lo oyó antes de viajar a Francia. Lo que hizo allá fue repetirlo.

Pero en México, alguna extraña seducción en los medios de comunicación hace que sea más relevante ponerle el reflector a Téllez antes de profundizar sobre si Salinas se robó la lana, hablar de las declaraciones de Slim en lugar de mirar las cifras del desempleo para saber si hay catástrofe, y culpar a Gerardo Ruiz de bocón más que discutir el riesgo de que un hombre del narcotráfico llegue a Los Pinos.

Más aún si cuando se descartó esa posibilidad, varios políticos se sintieron ofendidos: con qué cara los estaban sacando de la jugada.

SACIAMORBOS

Presumen los promotores del ex presidente que su ex subsecretario le habló para ofrecerle una disculpa por lo que dijo, en privado y en público. Y que con ello, él da por cerrado el asunto. Ajá.


Carlos Loret de Mola

(Mejor reportero que conductor lambiscón televiso)

jueves, 26 de febrero de 2009

El dedo moderno




El presidencialismo autoritario fue heredado por las televisoras que se empeñan en modernizar el "dedazo". No basta con reconocerlo y lamentarlo; mejor reflexionemos sobre la forma de frenar esta amenaza al interés general. ¿Qué tanto influyen las televisoras en las elecciones mexicanas? Esa pregunta estuvo tras una investigación realizada con Miguel Acosta Valverde y Javier Treviño Rangel. El resultado es un libro, Democracia: medios de comunicación y elecciones en México (disponible en www.sergioaguayo.org), que revisa la forma en que transmitieron las televisoras privadas y públicas la presidencial del 2006, 13 elecciones estatales realizadas en el 2007 y el 2008, y la discusión en la Suprema Corte de la Ley Televisa. A continuación presento las principales conclusiones centradas en las televisoras privadas (en otra ocasión hablaré de las públicas). Las televisoras como instrumento. A los medios no puede responsabilizárseles por los spots de los partidos, ni por las campañas negativas desencadenadas por Felipe Calderón y el Partido Acción Nacional en marzo del 2006. La promoción del miedo fue la principal novedad de aquella campaña, el factor más determinante en los resultados electorales, y un claro retroceso en la calidad de la democracia. No fue un hecho aislado; enlodar al adversario fue imitado por los otros partidos en los comicios locales del 2007 y el 2008. Las televisoras como protagonistas. Huele a naftalina aquella frase de Emilio Azcárraga Milmo presentándose como "soldado del PRI". Las televisoras privadas ya alcanzaron la mayoría de edad y no obedecen los dictados de Gobernación o Los Pinos; actúan en defensa de sus intereses. Por esa autonomía tendieron a la inequidad en los tiempos y a la parcialidad en el contenido de los noticiarios dedicado a partidos y candidatos entre el 2006 y el 2008. Dado que su futuro depende en buena medida de quién será el próximo Presidente, resulta totalmente lógico que estén intentando convertirse en el factor decisivo en el 2012. El "dedazo" se moderniza.
Honor a quien honor merece. Jesús Reyes Heroles utilizaba su prosa como plastilina para capturar la esencia de la política nacional. En abril de 1977 se fue al agitado Guerrero para advertir sobre los riesgos de "volver al México bronco y violento". En agosto del mismo año propuso como alternativa una limitada pero importante reforma electoral. Reconocía que pecaba de "gradualismo", pero lo asumía sin timideces porque estaba convencido de que "este método nos ha permitido alcanzar metas firmes y no exponer al país a fuertes retrocesos por avances deslumbrantes". México no estaba para esos "avances súbitos, progresos casi instantáneos" que encandilaban a una parte de la juventud de aquellos años. De entonces a la fecha nos hemos doctorado varias veces en gradualismo, y algunos de los avances que hemos tenido están como atrapados en arenas movedizas. Tomemos, a manera de ejemplo, el "dedazo", ese orgasmo de autoritarismo durante el cual los presidentes llevaban a su expresión más pura su omnipotencia para, en un elaborado ritual, entregar el cargo a quien habían elegido. La tentación de nombrar al sucesor es irresistible y poseyó a Vicente Fox, quien todavía se vanagloria de haber llevado a la victoria a Felipe Calderón. Ahora bien, si uno observa con atención lo acontecido en el recambio presidencial del 2006, Fox compartió el "dedazo" con otros integrantes de la élite gobernante pública y privada. Y en el Olimpo del poder mexicano relumbran las televisoras. Desde que llegó la alternancia es notable la audacia de las televisoras, quienes han incrementado exponencialmente su fuerza. Resulta lógico suponer que harán lo posible para convertirse en el factor principal tras la selección del sucesor de Felipe Calderón. Es posible que tengan éxito porque la mayor parte de los árbitros electorales, los partidos y los políticos han hecho hasta lo imposible por congraciarse con las televisoras. Sin embargo, se han dado excepciones. Vale la pena revisar los casos exitosos de resistencia al autoritarismo de nuevo cuño. Durante el sexenio de Vicente Fox las televisoras recibieron beneficios enormes. Si fuera una telenovela podríamos agruparla en cuatro grandes partes: el "decretazo" del 10 de octubre del 2002; la "Toma del Chiquihuite" por TV Azteca en diciembre del mismo año; los permisos para 130 casas de juego concedidos a una filial de Televisa en mayo del 2005; y, finalmente, la Ley Televisa. La más importante es, sin duda alguna, esta última. En diciembre del 2005 los diputados de todos los partidos aprobaron por unanimidad la mentada ley demostrando que ellos también levantaban el dedo cuando se los ordenaba el patrón. Meses después, 47 senadores presentaron un recurso de inconstitucionalidad que llevó a uno de los momentos más gloriosos de la Suprema Corte. Fue un grito de independencia inútil porque el Legislativo no ha seguido la instrucción de la Corte. El servilismo fue reeditado por cinco consejeros del Instituto Federal Electoral quienes perdonaron, el 13 de febrero de este año, una multa a las televisoras. Una semana después el mismo consejo decidió, de manera unánime, aplicarles una multa. ¿Por qué cambiaron de opinión los consejeros? Una razón fue el peso, en sus carreras futuras, de la condena unánime del "círculo rojo" a los cinco consejeros electorales.
Lo anterior deja una lección bien elemental. Si deseamos enfrentar las nuevas formas de autoritarismo debemos alejarnos del esquematismo y la caricaturización de la política y sus protagonistas; el cambio se construye respaldando a, y respaldándose en, los funcionarios y políticos dispuestos a tomar en cuenta el interés general. Aun cuando a veces hay la sensación de que no ha cambiado nada, bajo ciertas condiciones la indignación de la opinión pública sí tiene efectos. En la democracia no basta con invocar el bien común; hay que defenderlo con determinación, eficacia e imaginación.

La Miscelánea
Visité el pasado lunes la Cámara de Diputados donde el Tec de Monterrey y la Universidad de Harvard organizaron un foro sobre los vapuleados derechos humanos. Me llamó la atención el descuido del legislativo hacia el medio ambiente. Mientras que un buen número de instituciones públicas ya proscribieron los nocivos vasos de unicel y de plástico para ingerir líquidos, en la Cámara siguen utilizándolos.

Sergio Aguayo

miércoles, 25 de febrero de 2009

Diálogo con Sergio Pitol_ Dos albureros de la Palabra



Sergio Pitol (SP): Apenas me encuentras, Carlos, porque voy a salir a España. Madrid, Barcelona y Valencia a presentar dos libros, uno nuevo, El mago de Viena, publicado por Pre-Textos, y otro de cuentos, una antología, por Anagrama; tengo poco tiempo y estoy muy nervioso. Me cuesta mucho esfuerzo articular el lenguaje. ¿Qué me quieres preguntar? ¿De Cervantes? Los dos últimos años casi no he leído más que a él.

Carlos Monsiváis (CM): En los años recientes, en Argentina desde luego, y en el resto de América Latina, citar a Borges es una obligación de lector y también incluso, de articulistas deseosos de revestirse de sabiduría instantánea. Sin necesidad de encuestas, Borges es el escritor más citado (no más leído, por si la obviedad funciona) en América Latina. Pero hay autores que, además de sus frases definitivas, le agradecen a Borges su don de síntesis, la prosa clásica y las interminables lecciones de inteligencia. Tú eres uno de ellos.

SP: Sí, lo cito a cada rato y por todas partes. Cuando me estanco en un texto y no logro continuarlo se me viene a la mente una frase de Borges y cierro el párrafo con una dignidad y elegancia que levanta el ensayo entero. Yo descubrí en 1952 a Borges en un suplemento cultural, donde se publicó La casa de Asterión. Creo que el mayor descubrimiento de una prosa fue ése. Parecía otro idioma. Nunca había conocido tal maravilla. ¿Te acuerdas que en los años cincuenta llegaba a las librerías la revista Sur, donde escribía frecuentemente Borges? Compraba la revista casi sólo por leer sus cuentos, sus reseñas de cine y sus ensayos. En México sólo tenía un puñado de lectores. La revista Sur me acercó a la literatura argentina, casi más que a la mexicana. Ahora si abro algunas novelas de entonces me asombro de qué malos eran, qué solemnes, qué huecos. Sólo logro admirar a Güiraldes, W. H. Hudson, los ensayos y las novelas cortas de Bianco, los cuentos de Silvina Ocampo, y una o dos de las novelas de Bioy Casares, sobre todo La aventura de un fotógrafo en La Plata. Hace unos años estuve en Buenos Aires y coincidí con la salida de sus Memorias. Un libro grande, escrito con soberbia para no decir nada más que estupideces. En cambio Borges está extraordinariamente vivo. Es ya un clásico. Los jóvenes lo leen con asombro. Borges es por sí mismo un Universo.

CM: Entre otros textos, El mago de Viena contiene la síntesis de la novela del mismo título, que narra la conspiración delincuencial que localiza herederas amnésicas y las pone a la disposición de gigolós internacionales, de nacionalidad estrictamente priápica. Y sin embargo, esta novela dentro del libro es sólo una sinopsis.

Me gustaría leer la novela en su jubilosa integridad, y debo resignarme a enterarme de fragmentos o rumores. ¿Por qué esa invención de tramas tan delirantes que al quedarse en bosquejo frustran al lector?

SP: El mago de Viena iba a ser un conjunto de artículos, de prólogos y textos de conferencias. Pero al ordenarlos en un índice me pareció muy fastidioso. Comencé a retocarlos, buscar una estructura narrativa, hacer de esos materiales algo como una novela o una narración autobiográfica, con un tono celebratorio y levemente extravagante. Mis viajes, mis lecturas, mi escritura, mis amigos y aun personas que conozco casualmente se me convierten en personajes. Y anunciar una novela es también, y con humildad, un ejercicio borgiano.

CM: A propósito de una convicción que compartimos (la máscara es el espejo del alma), recuerdo un viaje que hicimos a San Cristóbal de las Casas, Chiapas, en febrero de 1994, cuando los diálogos de paz entre el gobierno y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Había agentes policiacos cerca de la catedral, cinturones de seguridad de la sociedad civil, periodistas que se entrevistaban unos a otros, curiosos que recorrían los cafés y hacían recordar la fábula chestertoniana de El hombre que fue jueves. La situación en San Cristóbal era tensa. En el desayuno en el hotel, advertimos a dos señores con aspecto de ya no soportar la cercanía de su jubilación, que tomaban notas interminablemente. A lo largo del día los vimos sujetos a la grafomanía.

Pitol decidió: No son agentes policiacos, sino la versión chiapaneca de Bouvard y Pécuchet, los gloriosos personajes de Flaubert, que redactan un diccionario de voces apócrifas. En la noche, en la cena, los saludó muy amables y aseguró haberlos visto hacía tiempo: ¿No son ustedes los abogados Bouvard y Pécuchet, que tienen un despacho en la avenida Madero? Los recién titulados, aturdidos, murmuraron su identidad, pero Pitol desdeñó su confesión, y los presentó a un grupo amplio como los abogados que llevaban la defensa de los intereses del rey Carol de Rumania que reclamaba la posesión de San Cristóbal, suya por un convenio con el dictador Porfirio Díaz. Un tradicionalista de la ciudad, no muy versado en fechas, se enfureció y les gritó que se largaran, San Cristóbal no estaba en venta. Los falsos o verdaderos espías negaban todo sin convicción y, vencidos, le dieron la razón a Sergio cuando éste les aseguró que amor era la palabra más apócrifa de todas. En los días siguientes Bouvard y Pécuchet no reclamaron sus nombres originales. Ya por irnos, se reveló la verdad, ese género tan anticlimático. Eran dos antropólogos de Tuxtla Gutiérrez que escribían un libro sobre transformaciones en una ciudad pequeña causadas por la presencia masiva de extranjeros en ocasión de un acontecimiento. Sigo con el diálogo.

novelas-río son uno de tus pilares del entendimiento del mundo, porque su punto de partida es muy justo: un gran mérito en la vida es saberse rodear de personajes más que de personas. ¿Qué encuentras hoy comparable al mundo de Dickens, Balzac, Pérez Galdós, Victor Hugo, George Eliot, o el de Thomas Mann y Musil? ¿Ya pasó el tiempo de los escritores que demandaban de sus lectores el mayor tiempo disponible?

SP: Dickens está en un lugar preferente del altar de mis héroes. Probablemente lo leí de niño, en algunas ediciones simplificadas. En sus libros se mueve un ejército de niños parias, niños huérfanos perdidos o abandonados, niños maltratados por padrastros o parientes inhumanos, niños encarcelados, niños obligados por verdugos a llevar una vida criminal, rescatados por unos ancianos o ancianas encantadores, que son por lo común personajes maravillosos, generosos, cargados de rarezas y manías afectuosas. Yo era un niño que a los cuatro años perdió a sus padres, casi siempre enfermo, cuidado por una abuela magnífica, y aunque estuviera muy bien tratado, me sentía muy ligado a aquellos niños desesperados creados por Dickens. Ya en la adolescencia leí de nuevo las novelas en las ediciones de Aguilar, la primera que leí hace cincuenta y tantos años fue Grandes esperanzas, y desde entonces no la olvido.

¿Qué existe hoy comparable al mundo de Dickens o Balzac, o de Mann y Musil…? Desde luego, cada época tiene su literatura, y sobre todo la novela, ya que es el género que recoge el aliento de la sociedad y acompaña sus cambios. Los nombres que me das son enormes, no sólo por la extraordinaria factura lingüística, la imaginación e inteligencia, sino también porque han visto el movimiento del mundo, su época, sus derivaciones, los movimientos que mueren y los que se han incorporado: el mundo, la ciencia, las artes, las formas religiosas, los miedos, y eso no por descripciones sino por detalles, elipsis y sugerencias. Para que se pueda decir que los novelistas lleguen a esa altura, los que van a ser los clásicos del presente y el futuro, se necesita la muerte, unos meses, un par de años. Los autores que creo serán permanentes, los que ya están pasando la prueba, me parecen: Andrzej Kusniewicz, polaco; Thomas Bernhard, austriaco; Juan José Saer, argentino; Roberto Bolaño, chileno; Saúl Bellow, norteamericano; George Perec, francés, y Julien Gracq, francés también, que aunque no se ha muerto tiene más de noventa y cinco años y desde hace varias décadas no escribe.

CM: Dice Pellicer en uno de sus sonetos: Del bosque entero harás carpintería. En El mago de Viena, más que en ningún otro de tus libros, localizo las referencias a tu carpintería, al modo en que observas, memorizas, inventas, borras. ¿Por qué acercar a los lectores a las entrañas de tu trabajo?

SP: Por lealtad a los textos y los lectores, la carpintería es absolutamente indispensable en mi obra, especialmente en este Mago de Viena. Su escritura es su construcción. Es un libro que nace bajo la sombra de un lema primordial de los alquimistas: Todo está en todo. En El mago de Viena todo está en todo, pero en un orden de los elementos, y los tonos tienen que estar en una colocación especial para potenciarse y potenciar la unidad.

lunes, 23 de febrero de 2009

Carta a Antonio Machado


Antonio Machado murió hoy hace setenta años. En el cementerio de Collioure, donde sus resto descansan, un buzón de corres recibe todos los días cartas que le escriben personas dotadas de un infatigable amor que se niega a aceptar que el poeta de “Campos de Castilla” esté muerto. Tienen razón, pocos están tan vivos. Con el texto que viene a continuación, escrito cuando el 50º aniversario de la muerte de Machado, y para el Congreso Internacional que tuvo lugar en Turín, organizado por Pablo Luis Ávila y Giancarlo Depretis, tomo mi modesta lugar en la fila. Una carta más para don Antonio.

Me acuerdo, tan nítidamente como si fuera hoy, de un hombre que se llamó Antonio Machado. En ese tiempo yo tenía catorce años e iba a la escuela para aprender un oficio que de poco iba a servirme. Había guerra en España. A los combatientes de un lado les dieron el nombre de rojos, mientras que los del otro lado, por las bondades que de ellos oía contar, debían tener un color así como el del cielo cuando hace buen tiempo. Al dictador de mi país le gustaba tanto ese ejército azul que dio orden a los periódicos para que publicaran las noticias de modo que hicieran creer a los ingenuos que los combates siempre terminaban con victorias de sus amigos. Yo tenía un mapa donde clavaba banderitas hechas con alfileres y papel de seda. Era la línea del frente. Este hecho prueba que conocía a Antonio Machado, aunque no lo había leído, lo que es disculpable si tenemos en cuenta mi poca edad. Un día, al darme cuenta de que andaba siendo engañado por los oficiales del ejército portugués que dirigían la censura de la prensa, tiré el mapa y las banderas. Me dejé llevar por una actitud irreflexiva, de impaciencia juvenil, que Antonio Machado no merecía y de la que hoy me arrepiento. Los años fueron pasando. En cierto memento, no recuerdo cuando ni como, descubrí que el tal hombre era poeta, y tan feliz me sentí que, sin ningún propósito de vanagloria futura, me puse a leer todo cuanto escribió. Fue entonces cuando supe que ya había muerto, y, naturalmente, coloqué una bandera en Collioure. Es tiempo, si no me equivoco, de poner esa bandera en el corazón de España. Los restos pueden quedarse donde están.

José Saramago
Publicado en el cuaderno de saramago
el 22 de febrero de 2009

Un Loco
de Antonio Machado


Es una tarde mustia y desabrida
de un otoño sin frutos, en la tierra
estéril y raída
donde la sombra de un centauro yerra.
Por un camino en la árida llanura,
entre álamos marchitos,
a solas con su sombra y su locura,
va el loco hablando a gritos.
Lejos se ven sombríos estepares,
colinas con malezas y cambrones,
y ruinas de viejos encinares
coronando los agrios serrijones.
El loco vocifera
a solas con su sombra y su quimera.
Es horrible y grotesca su figura;
flaco, sucio, maltrecho y mal rapado,
ojos de calentura
iluminan su rostro demacrado.
Huye de la ciudad... Pobres maldades,
misérrimas virtudes y quehaceres
de chulos aburridos, y ruindades
de ociosos mercaderes.
Por los campos de Dios el loco avanza.
Tras la tierra esquelética y sequiza
—rojo de herrumbre y pardo de ceniza—
hay un sueño de lirio en lontananza.
Huye de la ciudad. ¡El tedio urbano!
—¡carne triste y espíritu villano!—.
No fue por una trágica amargura
esta alma errante desgajada y rota;
purga un pecado ajeno: la cordura,
la terrible cordura del idiota.

sábado, 21 de febrero de 2009

NOS QUEDA LA PALABRA...

LOS ELOTES PERDIDOS...




Donde quedaron elotes?
que la barbie los buscaba,
en la milpa, en la loma,
no se encontraba nada..

Se vieron caídas las trancas,
los elotes ya no estaban;
se los comieron las vacas...
y la barbie está enojada.


maviro
Transcrita por: Doropeatón

Las batallas de Reynosa




Después de las batallas de Reynosa, el gobierno mexicano y las bandas de narcotraficantes del país están aprendiendo que sus enfrentamientos van a ser cada día más cruentos, en ambientes urbanos, en medio de los lugares donde la gente vive, trabaja y estudia.

Esa fue la situación del enfrentamiento que ocurrió la mañana del martes pasado, cuando el Ejército y agentes federales realizaron un operativo en una casa de seguridad en el suroeste de Reynosa, ubicada en la colonia Las Fuentes, cerca de una escuela primaria y un centro comercial.

Según los reportes, el grupo de sicarios resistió con fuego de mortero, fusilería, granadas y cohetes antitanque, y montó barricadas en las calles cercanas con la intención de obstaculizar la llegada de refuerzos militares.

A final de cuentas, la defensa del grupo de narcotraficantes no bastó y al menos cinco sicarios fueron abatidos en el enfrentamiento que duró cerca de dos horas. Las autoridades de Estados Unidos creen que en el operativo murió Héctor Manuel Sauceda, El Caris, uno de los principales líderes regionales de Los Zetas, quien habría tomado el control de la plaza después de la detención en noviembre de Jaime González Durán, conocido como El Hummer.

El resultado del enfrentamiento en Reynosa demostró la superioridad del poder de fuego de las unidades militares por encima del que tienen las células de la delincuencia organizada. Sin embargo, esa desproporción de recursos es una ventaja para el gobierno, pero su aplicación indiscriminada tiene varias implicaciones que afectan a la población civil.

Primero, la operación contra la célula de sicarios y la casa de seguridad del cártel del Golfo en Reynosa convirtió a las calles de la colonia Las Fuentes en un campo de batalla donde fueron utilizadas armas de guerra. El intercambio de disparos y el estallido de granadas ocurrió cerca de una escuela primaria y un centro comercial, y arrojó un saldo aún indeterminado de transeúntes heridos y propiedades destruidas. Aunque el armamento utilizado por ambas partes está considerado como “ligero”, su capacidad mortífera es muy elevada y no está diseñado para evitar lo que los ejércitos llaman bajas colaterales.

En segundo lugar, el conflicto entre el gobierno y los narcotraficantes podría alcanzar niveles mayores de violencia, pues la debilidad experimentada en Reynosa podría impulsar a las bandas del narcotráfico a mejorar aún más su poder de fuego y enfrentar en mejores condiciones a las unidades del Ejército y la policía federal.

La tercera implicación es crítica. El narcotráfico intentará camuflarse entre la población civil y multiplicar las movilizaciones de niños, mujeres y jóvenes que acepten regalos y dinero de los cárteles a cambio de cerrar puentes internacionales y levantar barricadas en las calles.

Uno de los objetivos principales de la delincuencia organizada es empujar a las Fuerzas Armadas a operar en zonas densamente pobladas y en horarios que la gente utiliza para ir y venir del trabajo o la escuela. De esa manera, mientras el narcotráfico emplea armas cada vez más letales, las unidades militares tendrán forzosamente que limitar el uso de su poder de fuego.


Jorge Luis Sierra

Es un periodista especializado en asuntos militares y de seguridad nacional.Ha trabajado como profesor e investigador visitante en la Universidad Iberoamericana y ha sido becario del Centro Hemisférico de Estudios de la Defensa, de la Universidad de la Defensa Nacional en Washington; del Programa de formación de civiles en políticas de la defensa, de la Universidad Torcuato di Tella, de Buenos Aires, Argentina; y del Centro de Periodismo Internacional de la Universidad del Sur de California, en Los Ángeles.

viernes, 20 de febrero de 2009

La Relativa Mentira...

Tamaholipas...para la fiesta que está




Apenas los primeros rayos solares se asomaban en lo alto de la gran montaña y ya para esa hora era un gran movimiento el que se registraba en todos los rumbos de aquel pueblo de indios llamados" Tamaholipas ".

De los cuatro puntos cardinales se veían llegar numerosos grupos de indios, quienes muy contentos y hasta entonando algunos cantos, de inmediato se disponían a seleccionar el sitio más adecuado para establecerse.
La llegada de estos grupos indígenas tornaba todo aquel lugar en un espectáculo maravilloso por la gran diversidad de atuendos, así como por las cosas que traían cargadas. Era curioso poder observar cómo las mujeres llegaban cargando a los niños más pequeños; mientras que los niños más grandes cargaban algún artículo y caminaban junto a sus padres. Los hombres llegaban cargando grandes ollas de barro y también diversos artículos propios de la región de donde procedían.
Tanto hombres como mujeres llegaban ya muy bien ataviados en su arreglo personal con muy vistosos y llamativos colores, cada quien de acuerdo a sus tradiciones y costumbres.
La presencia de cada uno de estos grupos visitantes era de llamar mucho la atención ya que además del colorido de sus atuendos, la forma en que traían pintado su rostro y otras partes del cuerpo en donde predominaba el color rojo, blanco y amarillo. Cabe mencionar que las prendas de las mujeres eran siempre de colores intensos predominando el verde y amarillo.

Pues todo este gran movimiento que desde temprana hora allí se registraba no era para menos: Precisamente con ello se marcaba el inicio de los preparativos para la gran Fiesta en Tamaholipas. Era el mes de Julio, época precisa en que la naturaleza brindaba las más variadas muestras de frutas silvestres y abundante caza.
Este mes lo aprovechaban los Tamaholipas para realizar una gran fiesta en donde se les agradecería a los dioses tales beneficios. Por esta razón, con mucha anticipación invitaban a grupos indígenas de los más diversos rumbos, y así año con año se reunían allí más de veinte tribus; cada una con diferente dialecto y costumbres.
La fiesta que cada verano se realizaba en la región de los Tamaholipas, pronto alcanzó gran fama, ya que la magnífica organización era ya una garantía para que aumentara cada vez el número de asistentes. Con mucha anticipación cada grupo que asistía se preparaba de lo mejor con el fin de dejar la mejor impresión ante los organizadores y los otros grupos. Con el paso del tiempo a este lugar en que se realizaba la fiesta se le conocía como 'Tamaholipas'.
Por tener origen huasteco, esta palabra significa "Lugar de los Montes Altos". También se acepta otra versión: "Lugar donde se reza mucho". Pero lo importante es que este pueblo ya estaba fundado muchos años antes de la llegada de los primeros españoles.


La gran Fiesta en Tamaholipas representaba una gran satisfacción para los organizadores quienes tenían la oportunidad de contar con la asistencia de cientos de indios y convivir con ellos en forma pacífica durante tres días. Esta era muy importante en aquella época por las constantes guerras entre unos y otros. Otra de las finalidades de la gran fiesta era la de tener la oportunidad de intercambiar los más variados artículos y objetos, cada uno de las diferentes regiones.
Para esta actividad de trueque, cada grupo invitado procuraba seleccionar aquello que tuviera más demanda en la fiesta.
La fiesta de los Tamaholipecos siempre encadenaba un interés cada vez mayor, ya que quienes habían asistido con anterioridad hacían comentarios favorables; eso motivaba a otros grupos para asistir.
Este hecho de interés por recibir cada vez más visitantes, daba la oportunidad a los organizadores para no descuidar detalles a fin de que los nuevos visitantes se llevaran la mejor impresión; como en realidad así sucedía.
De esa manera, entre más fuera el número de grupos que a Tamaholipas asistían, mayor sería la cantidad de artículos que se intercambiarían haciendo un verdadero Tianguis. Por ejemplo: Llamaba mucho la atención las grandes y rojas tunas que los indios Pisones llevaban del Altiplano comprendida en los actuales municipios de Miquihuana, Palmillas y Bustamante.
Esta fruta silvestre tenía siempre muy buena aceptación y demanda por parte de los visitantes que en otras regiones no se conseguía.
……………

empezaban a encenderse las fogatas con las que se alumbrarían por la noche produciendo con ello un verdadero espectáculo maravilloso por el contraste de la luz de las fogatas con la obscuridad que todo lo cubría.
El tiempo que duraba la noche era una buena oportunidad para observar cómo cada grupo trataba de pasarla de la más variada forma . Esto era de acuerdo a lo que sus costumbres les marcaba, pero en cada uno de aquellos grupos se podía ver algo que era muy común: algunos cantos, bailes sencillos o simplemente platicando alrededor de las fogatas alegrándose el rato con el indispensable 'pevote'. Al hacer un recorrido nocturno por los diferentes sitios en donde aquellos indios estaban instalados. No dejaba de sentirse una gran emoción por tan singular espectáculo.
Al llegar el segundo día preliminar a la fiesta. Desde muy temprano y a los primeros rayos del sol; cada grupo se disponía a recibir el saludo por parte de los jefes organizadores de la gran fiesta. Este acto de saludo de bienvenida era de mucha importancia para todos los que alli se encontraban ya que siempre cada año se contaban con nuevos grupos que asistían con mucho entusiasmo. Durante este acto. Los organizadores hacían entrega a los visitantes de sencillos obsequios de diferentes tamaños y calidad. Para ello, casi siempre se buscaba la ayuda de los más ancianos de cada grupo ya que ellos sabían otros dialectos.
Era de observarse que en este segundo día previo al inicio de las actividades todavía llegaban y se instalaban nuevos invitados, quienes por ir de regiones más alejadas tardaban más días en llegar. Es que era tanta la importancia de poder estar ahí que nadie se quería perder la oportunidad de visitar aquel lugar.

Ya para este día. Los grupos que habían llegado con anticipación empezaban a realizar pequeños recorridos de reconocimiento por los sitios más cercanos a donde ellos se encontraban. Esto lo hacían para ver la gran cantidad de artículos y objetos que se ofrecerían al momento de intercambiarlos con ellos. Durante estos pequeños recorridos era maravilloso observor la gran variedad de atuendos que cada grupo portaba. Todo esto lograba dar mayor lucimiento y colorido a la estancia de aquellos indios que tal vez dejaban todo en sus lugares de origen por asistir a la invitación que los tamaholipecos Les habían ofrecido.
Los indios tamaholipecos ya tenían todo muy bien preparado con mucha anticipación a efecto de que no fallara nada y con ello lograr como siempre proyectar la mejor impresión.
Con todo esto se lograba el éxito que de seguro cada año se obtenía.
Para todos los visitantes era muy admirada la gran capacidad organizativa de los indios de aquella región, reflejándose ésta en el buen desarrollo y éxito de la fiesta.
Algo muy especial de admirarse en aquel sitio era la magnifica hospitalidad que se ofrecía para todos. No había distinción, no importaba el color de la piel o el dialecto; a todos se les atendía de la mejor manera. Así como siempre lo sabían hacer los tamaholipecos.
De esta manera, entre el continuo acomodo de los diferentes grupos y los saludos de parte de los organizadores. Empezaban ya a ocultarse los rayos solares en la alta montaña, esperando al fin el día principal en que se iniciarían las actividades de la gran fiesta...


T. Arizoca Sanabria
(El Peyote del Janambre)
Del Libro: Fiesta en Tamaholipas
Cronista Tamaulipeco

jueves, 19 de febrero de 2009

LA TREMENDA CORTE- ATENCO




ATENCO y TEXCOCO Corte Antepone Razones Politicas A Las Juridicas 1/2




ATENCO y TEXCOCO Corte Antepone Razones Politicas A Las Juridicas 2/2

Anónima, Dress; tiene un diente picado… cualli, cualli

Te desnudas igual que si estuvieras sola

Te desnudas igual que si estuvieras sola y

de pronto descubres que estás conmigo.

¡Como te quiero entonces

entre las sábanas y el frió!

Te pones a flirtearme como a un desconocido

y yo te hago la corte ceremonioso y tibio.

Pienso que soy tu esposo

y que me engañas conmigo.

¡Y como nos queremos entonces en la risa

de hallarnos solos en el amor prohibido!

(Después, cuando pasó, te tengo miedo

y siento un escalofrío.)

Sabines, Jaime


Foto: Anónima, Dress; tiene un diente picado


VERSOS BABOSOS

Sécate la baba amor,

Pásale los labios como raseros,

Susúrrales sin temor,

Que tus sueños no eran groseros…

Sécate la baba amor,

Y dile al despertar lúdico,

Que tus sueños son verdaderos.

DOROPEATON