La gente común solo veía peatones en las calles, con bolsas de mandado, con bebés en brazos. Se hablaba de balaceras en la zona centro, y en principales fraccionamientos de la Ciudad. No había transporte público y la gente misma murmuraba quedo, con ese temor de la oreja con reacción de ráfaga y consecuencia de cerrazón.
Me imaginé ese Ciudad Juárez, ese Tijuana con enfrentamientos en la calles, con cuerpos sangrantes de desconocidos, con levantones a escasos metros de patrullas Municipales, Federales y Militares… Pero me dije, no. No hemos llegado a tanto! Todavía no.
Busqué información online en algunos “portales virtuales”(eluniversal, horacero, enlineadirecta…), nada. Pareciera que era un día común donde las declaraciones del Secretario de Seguridad Publica local: “de disminución de índices de robo en casas habitación”, predominaba junto con notas irrelevantes.
En la noche busqué en programas de radio, policíacos. Esperanzado en una fisura mínima que dejara pasar alguna información morbosa. Nada-
A la mañana siguiente era confirmar en la prensa escrita su descrédito, su postración, su temor justificado, la claudicación de “los paladines de la información”, el retiro de la competencia de los premios de periodismo; que tanto presumen. Hasta donde hemos llegado? Al miedo irrefrenable que nos lleva al precipicio y que en el caer todavía nos damos el lujo de sentir miedo.
Que decir de la Televisión, ese lobo feroz! Como lo llamara Muñoz Ledo. Medio Manipulador, que impulsa un candidato de telenovela, que infiltra legisladores para fungir como peones y defender sus intereses. Menos.
Ante una falta de transporte, nos acompañaba una niña que decía: Yo le iba a pedir Raid a los Soldados Mami! – Menos hija! Nooooo! Como crees!
Sumado a la Crisis económica, tenemos una crisis de credibilidad! Cuando el mismo voceador de periódicos reconoce, con una sonrisa: “Lo de ayer! No hay nada!
Diarios nacionales dieron información confusa ya mas tarde. Con el hermetismo de la caverna donde se carece de luz. La demanda de información y la censura de ella por el miedo, va mas allá de cuantos detenidos hubo, de qué bandos, del maniqueísmo hipócrita de los políticos, la sospecha siempre oscura.
El fondo es: En qué momento se deformó este país? Cuando dejó de ser nuestro? Cuanto durará este aletargamiento del Mexicano de Septiembre y de la fiesta del juego de la selección? Rata tatata! Suena una ráfaga, aparece un spot del presidente en televisión, un narco corrido se escucha en la radio, el funeral político de Juanito en los portales online, la manipulación de libros de historia en las escuelas, la violación a un articulo constitucional por un alto funcionario, la censura de la oposición… viva México gritaremos unísonos en septiembre.
La redacción (En la Puerta de México)
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