Tlaskamati

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Veracruz...Alianza PRIAN paren leyes en pactos con sotanas





De las diputadas priístas, sólo Dalia Pérez Castañeda votó en contra de la reforma que penaliza el aborto. Las demás, Marilda Elisa Rodríguez Aguirre, Elvia Ruiz Cesáreo, Ángela María Perera Gutiérrez y María Bernardina Tequiliquihua Ajactle, en la gráfica de derecha a izquierda, respaldaron la propuesta, que ahora es ley ¦ Foto Víctor Manuel Rebollo


Nuevas leyes en Veracruz, se protege la vida desde el momento de la concepción y las mujeres que se practiquen una interrupción del embarazo recibirán ayuda psicológica. Entre gritos de público que estaba a favor del aborto y otros a favor de Provida, y tras cinco horas de discusión y enredos, “Habemus lex”, dijo con pesar y enfado la diputada perredista Margarita Guillaumín Romero. Luego agregó: “Ustedes han sido testigos, en este Congreso gana la mayoría, es una absoluta estupidez que les dará pie para quedar bien con no sé quién en la Federación, no sé con quien desean quedar bien con tal de aprobar cosas sobre las rodillas y al vapor. Es fascista y totalitario, ¿cuáles son los límites?, ahora el Estado quiere tener jurisdicción sobre los vientres”.

Fue durante una de sus intervenciones en tribuna cuando la diputada Margarita Guillaumín señaló que la fracción priísta de la LXI Legislatura ya estaba preparada en el sentido del voto, pues recibió orientación de parte de la Iglesia Católica veracruzana. Esto ocurrió el sábado anterior; como si asistieran al catecismo, los diputados priístas escucharon la explicación o la clase sobre “defensa de la vida desde el momento de la concepción” que les impartió un teólogo de apellido Romo. Pero trascendió en los pasillos del palacio legislativo que fue uno de los promotores de las reformas, el petrolero Leopoldo Torres García, quien señaló a Romo que ellos, los diputados, no estaban dispuestos a escuchar sobre teología sino que esperaban argumentos de mayor rigor científico.

En la última sesión celebrada ayer por la tarde-noche, la mayoría de los diputados locales aprobaron que todas las mujeres veracruzanas que se practiquen un aborto recibirán ayuda especial, pero en ningún momento quedó en claro de cuál será el tiempo y el tratamiento al que serán sometidas, aunque ello corre por decreto y gasto del estado y el erario público. A esa aprobación con modificaciones de última hora, le siguió lo que la diputada perredista Guillaumín Romero calificó como “otro disparate”. Se turnará al Congreso federal una propuesta de ley para defender la vida desde el momento de su concepción. El aborto o la interrupción del embarazo son penados, antes de la ley y posterior a ella.

Decretos con entendidos a medias y sesión de desgaste. La nueva ley que protege a la vida desde el momento de la concepción no es aún del dominio público. La misma propuesta, con variantes que a pesar de aprobadas “al vapor” sólo conocen unos cuantos diputados (de los 50 que conforman la actual LXI Legislatura) se turnará a la Cámara de Diputados federal, para que esa “protección a la vida” sea una extendida a nivel federal, pues Veracruz se convierte en la entidad número 18 con una ley de este tipo.

Margarita Guillaumín Romero dijo que: “La reforma al código penal es muy ligera y no nos perjudica, nos cambia de categoría: ya no seremos criminales para ir la prisión, ahora seremos enfermas y perturbadas y nos van a someter a una pena de tratamiento. Voté en contra por dignidad legislativa, la reforma es equis, ni nos beneficia ni perjudica, cambia, recategoriza. Pero la nueva ley no dice tiempos. Si me pones una sanción, dime por cuánto”.

Pero el priísta que coordina a sus compañeros de bancada, el diputado Fernando González Arroyo, tiene una percepción diferente. “Con esto protegemos la vida de las mujeres y lo hacemos porque sea vigente, y que se le dé a la mujer la ayuda psicológica necesaria, porque tener un aborto debe ser algo muy traumático”. El líder de la bancada del Revolucionario Institucional no ve en estas reformas algo político, dijo que lo hacen porque deben estar al día.

La votación a las reformas tuvo la constante de 5 votos en contra. Por el partido del Trabajo, fue Julio Chávez quien dijo que no, de Convergencia, fue Alfredo Tress Jiménez, del de la Revolución Democrática: Margarita Guillaumín Romero, Fredy Ayala y Manuel Bernal y finalmente, la única diputada priísta, Dalia Pérez Castañeda.

Minutos antes de las 5, hora señalada para que iniciara la sesión, la propia diputada Dalia Pérez Castañeda dijo a algunos reporteros que a su parecer, la sesión podría aplazarse, que temía un conato de violencia. Le preocupaba que los ánimos se estuvieran caldeando, pues el salón oficial del recinto legislativo estaba lleno, pero dividido, de un lado los progres, que iban por la defensa de la mujer del derecho a decidir y por otro los conservadores. Margarita Guillaumín fue directa: “Si algo pasa, responsabilizo al PRI, porque muchos de ellos son sus acarreados”.
El lado de los conservadores estaba bien nutrido y su público era variado. Desde activistas católicos que se declaraban libres, hasta miembros pronunciados como afiliados a Provida. “Somos de Provida y esto lo vamos a publicar y mi compañero escribe para el gobernador”, amenazó una mujer que se apoltronó en las butacas del área de prensa.

Más que sesión legislativa, hubo momentos en que parecía concurso estudiantil de porras. “Estado laico y libertad” gritaban de un lado, “Mi papá dijo no, pero mi mamá dijo sí” respondían los católicos del otro lado. Católicos que en su mayoría venían de la zona central del estado y del puerto de Veracruz. Los vestidos de las damas de Provida contrastaban con la ropa común y ligera, a pesar del frío, que vestían otros católicos manifestantes que fueron llevados hasta el Congreso veracruzano en camiones de la CNOP y que provenían de los suburbios de la capital.




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