Tlaskamati

lunes, 7 de diciembre de 2009

LA REVOLUCION INMINENTE.




“Lo mejor que el mundo tiene, está en la cantidad de mundos que el mundo contiene”. E.Galeano

En la Escuela me enseñaron que la Revolución la hicieron hace casi 100 años, que fue una guerra sangrienta donde murieron un poco más de 1 millón de mexicanos.

Las banderas de lucha enarbolaban la justicia social y la pretensión de arrebatar a un pequeño grupo de poder el control del país. Flores Magón, no tenía tanta libertad de expresión como ahora, tanta sangre derramada valió la pena; dirán algunos.

El Mexicano es pacífico, nos dibujan, encapsulando ese mensaje subliminal que estigmatiza y que maquilla un imperativo. Tenemos sangre Yaqui, Azteca, Maya, Otomí, Huasteca…mezclada con las “tribus que vinieron de fuera”; lo que desnuda nuestra diversidad.
Este 2010 nos enfrentaremos con movimientos sociales dispuestos a arrebatar el control del país a un grupo de poder enraizado, a un sistema político que nos aplasta y nos consume.

Un autor veracruzano sintetiza nuestro dilema de la forma siguiente: “Los hombres tienen miedo de sí mismos, tienen miedo de confrontar aquellos que han agraviado. Les exigen poner la otra mejilla y por lamentable que parezca, tampoco tienen que hacerlo; hay mejillas dispuestas a recibir el otro golpe….y remata: México y el mundo no aguanta más…los perros deberían darse cuenta ya que la carne de los suyos les envenena la sangre y se irán pudriendo, a pesar de tener un cachito de oro bajo la lengua, pensando que es el remedio. El veneno está ahí y nos fermenta a todos…abrir los brazos solo puede generar alas”.

Estamos en guerra, nos han dicho en los últimos años, pero en esa diversidad que somos, tenemos una responsabilidad mayor; salir del aletargamiento. Del sueño profundo, despertar! Dejar esa pasividad e indiferencia que favorece a los gestores del miedo.

Aceptemos el reto del que tira la bofetada, del que quiere el control para debilitar y adormecer. Hagamos la revolución! Una revolución de mexicanos comprometidos, ciudadanos sin partido, que como remata Mardonio Carballo en el texto referido: El cero es ya una ganancia!
Hay pueblos que cuando se toman decisiones importantes, se requiere de la asistencia a la Asamblea y de la participación en ella… para que esos algunos, no sigan decidiendo de forma unilateral y arbitraria.

Complace también este contagio de hartazgo que expresamos y que pretendemos que se extienda a todo el que tenga voz, Saramago amaga así al final de su texto No al Paro: “Frente a la soberbia del sistema, invoquemos nuestro derecho a la crítica y nuestra protesta. Ellos no lo saben todo. Se han equivocado. Nos han engañado. No toleremos ser sus víctimas”.

Y en esta estrepitosa caída, hagamos la revolución; pero de manera distinta y ahora!


DOROPEATON.

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