Tlaskamati

lunes, 8 de febrero de 2010

EL ESPEJO DEL QUE SOS

Guatemala significa lugar de muchos árboles, pero entre el follaje se esconden asesinos, violadores y delincuentes. Este país conocido por la dulzura de sus habitantes, es refugio de hienas. Contabiliza 15 asesinatos al día y las violaciones se multiplican.

Como engañan los ojos del cuerpo. Que limitada es su visión. Siempre pienso en eso cuando subo a un avión. Desde lo alto del cielo, la percepción de las cosas cambia por completo. Me gusta subir sobre las nubes, sobre las ataduras humanas, y confirmar que nadie puede limitar la libre circulación de las partículas por el aire, el viaje del sonido por el espacio ni la proyección de los rayos del sol a través de la atmósfera de la tierra. Voy camino a Guatemala y el azul del cielo me obliga a recordar el añil que tanto usa la cultura maya para decorar sus hermosos palacios y sus grandiosas pirámides.

Me acordé de Palenke y Tikal, de Chichen Itza y Calakmul, de ese color azul que representaba, entre otras cosas, la intención de los mayas de encontrar la Puerta del mundo en la oscuridad absoluta, donde habitaban los ancestros, la Cueva de donde la Montaña Sagrada hizo brotar el agua del Inframundo y con ella la Creación entera; en pocas palabras, la necesidad sagrada y profana de ubicar el punto exacto en que los mundos, todos los mundos, se comunican haciéndose uno. Me gusta esa idea. La idea de una totalidad que a todos nos abarca, que a todos nos incluye y nos mantiene unidos en un lugar en donde no existen las fronteras. Hace tiempo que me estorban las fronteras. Si miramos desde lo alto del cielo, es imposible distinguir la línea que separa Guatemala de México. Desde la ventanilla observo el mismo paisaje pleno de follaje, la misma vegetación, los mismos volcanes vigilantes del gran valle que alberga la capital de Guatemala, similares a los que cuidan el Anahuac desde tiempos inmemoriales Ambos colosos parecen representar la presencia del principio masculino y femenino. En el valle de México los llamamos Popocatepetl e Iztaccihuatl. En Guatemala los llaman el Volcán de Fuego y el Volcán de Agua. Fuego y agua, elementos sin los cuales la vida simplemente no podría existir.

…Y me pregunté en silencio ante tanta semejanza y cercanía: ¿Quién decide las fronteras? en verdad nos dividen? ¿Y los cuerpos? en verdad sólo albergan a una persona en su interior? ¿O cargamos con miles de rostros, voces, murmullos, sonrisas y llantos dentro de nosotros? ¿Pero en dónde? en los genes? en la memoria?¿La memoria está dentro del cuerpo? ¿O formamos parte de un a memoria colectiva, universal, integrada por los pensamientos de aquellos que han comido lo mismo que nosotros, que han respirado el mismo aire, que se han detenido a ver el mismo y hermoso cielo estrellado, que han bailado al son de la marimba, que han sonado, que han amado?

LOS MAYAS DECIAN que el universo No es otra cosa que una matriz resonante a la cual nos podemos conectar para obtener toda la información del universo .Hasta que surgió la web entendí este concepto plenamente. De lo que los mayas hablaban era de una interconexión. Vivimos en un universo que está totalmente conectado. No hay un a sola partícula, por más pequeña que sea, que no comparta información con las demás por medio de una transmisión invisible y silenciosa. Los nuevos científicos nos hablan ahora que las sociedades comparten pensamientos y que estos pensamientos crean genes de información que organizan el comportamiento de un determinado grupo social hasta que ese patrón de pensamiento cambia y con él, el comportamiento de todo el grupo social.

Cuando conversé con los primeros guatemaltecos con los que tuve contacto no podía dejar de preguntarme: de cómo es posible que dentro de esta sociedad, que me es tan familiar por su trato suave y delicado, se estén dando casos tan crueles y violentos de agresión sexual contra mujeres en particular y contra toda la población en general? Me resultaba literalmente imposible imaginar a cualquiera de las personas que veía pasar violando, mutilando, asesinando a alguien ¿Cómo era posible la coexistencia entre un pueblo pacífico y una violencia tan descarnada? No tuve respuesta inmediata y sólo me quedó aceptar que, a pesar de toda-la belleza, la dignidad y la grandeza del pueblo guatemalteco, el problema existe y por desgracia aumenta, exactamente igual que en México.

Llegue a Guatemala invitada por la organización mundial de Médicos Sin Fronteras. Ellos trabajan en clínicas en las que se atiende principalmente a víctimas de violencia sexual. Hombres y mujeres. Niños y niñas. Desde el primer día en que entrevisté a la primera víctima pude comprobar la eficacia de su ayuda Ellos reciben a la víctima y le dan atención inmediata. Como medida precautoria, le proporcionan las vacunas pertinentes para evitar enfermedades futuras, como puede serla hepatitis C. En caso de que haya que operar y restaurar tejidos, pasan a la sala de operación. Y desde ese mismo instante se inicia la atención psicológica. Todo esto de manera gratuita para que quienes trabajan para esta organización, aparte de ser médicos en toda la extensión de la palabra, sólo buscan aliviar el dolor y las enfermedades del hombre de una manera generosa y desinteresada Hecho que marca una diferencia radical y esperanzadora en un mundo que casi nunca se ocupa de los desprotegidos, de los que menos tienen:

ELPRIMERCASO FUE el de una niña de nueve años a la que violaron en el interior de su casa y, por si la crueldad de la violación fuera poca, fue ultrajada a la vista de sus dos hermanos pequeños, de un año y medio y cinco años de edad, los cuales fueron amarrados y amordazados, Tuvimos que ir a recogerla para llevarla a la clínica porque la línea de camiones que acostumbraban tomar estaba en huelga debido a los frecuentes atentados en contra de los conductores que se han negado a pagar la cuota impuesta por grupos de delincuentes. En el trayecto hacia el sitio donde nos esperaban la niña y su familia, fuimos desviados de la carretera porque esa misma mañana había sido asesinado otro chofer cuyo cuerpo inerte yacía en el piso, justo al paso de nuestra caravana.

Por fin pudimos llegar y recoger a María José, su mamá-embarazada de cinco meses-, y sus tres hermanos: una niña de siete, un niño de cinco y un pequeño de año y medio. En un principio hablamos poco. La familia de María José había caminado dos horas para poder llegar hasta el sitio del encuentro. Me informaron que eso lo hacen cada vez que tiene que ir a la clínica. Dos horas de caminata de ida, dos de regreso, más el tiempo que tarda en pasar el camión que los transporta a la ciudad y los lleva de regreso. En total, se puede decir que pierden todo un día. Sin embargo, la niña no ha dejado de asistir a sus terapias, y se le nota. En nuestra conversación no pudimos abordar directamente el tema de la agresión sexual que sufrió, pues su psicóloga me informó que la niña no quería revivir nuevamente el evento, cosa que comprendí perfectamente Respetando la advertencia, iniciamos una conversación sin problema.

Mis tiempos como profesora de educación preescolar me ayudaron a establecer un buen contacto con María José; Le pregunté qué quería ser de grande y me dijo que doctora. Yo le confesé que de niña había el tenido ese mismo deseo y ahí encontré el tema que me permitió tratar la de dejarle algo que la ayudara en su proceso de sanación La ayuda que he recibe de su psicóloga es muy buena, no hay duda, pero en mí surgió esa necesidad human a de darle algo: una idea, un a sonrisa, un a mirada que fuera de alivio. Le dije: sabes María?, yo no pude ser doctora; pero no importa, estudié para educadora y fui muy feliz. A veces, uno cambia de opinión conforme crece. Además, el cuerpo también cambia. ¿ves esta uña? ¿No es la misma que hace mes y medio. Las uñas crecen, el cabello crece, la piel se renueva los pulmones, el corazón también, todas las células de nuestro cuerpo cambian por unas nuevas. Tu cuerpo dentro de unos años ya no va a se r el mismo. Ya no va a existir. Lo que perdura es lo que uno recuerda. Eso no cambia a menos que uno lo decida. - Uno elige que recuerdo guarda en la memoria. El día de hoy, por ejemplo, vaya recordarlo porque te conocí, porque vi la luz que tienes, en los ojos, porque en el camino a tu casa había una vegetación enorme, unas flores que yo nunca había visto y que me encantaron. Yo podría elegir recordar este día como el día en que vi a un chofer asesinado en la carretera, pero prefiero guardar en mi memoria tu rostro, el de tus "hermanos, el de tu mamá, María.

A pesar de sus nueve años, entendió perfectamente de lo que hablaba, su s negros ojos brillaron y sé que 'agradeció que la hiciera consciente de que con el tiempo iba a tener un cuerpo nuevo, uno que nadie había violentado y que el dolor, la memoria, el recuerdo; podían transformarse. A partir de ese momento me sonrió ampliamente y conversamos un largo rato. Al fin al le dije:"¿Hay algo más queme quieras platicar?".Y me dijo con orgullo: "Sí, fíjate que me saque el primer lugar en mi grupo". Le felicité ampliamente y le reafirme la misma idea: "Te das cuenta de que eso nadie te lo puede tocar? Nadie te puede quitar tu inteligencia. Esa te pertenece siempre".

MÁS TARDE CONVERSE un poco con su hermano Nemías Froylan, de cinco años, un o de los que presenciaron el ataque en contra de su hermana. Le pregunte que le gustaría ser de grande, y sin dudarlo respondió: "Policía". "¿y por qué?", le pregunté, aunque era obvio el motivo. "Porque quiero decirles a los malos que se vayan". "¿y si no se quieren ir?". "Pues los saco a balazos", dijo con firmeza. Así de claro. Y así es como se soluciona todo en la zona en donde se encuentra la clínica Periférica llamada Paraíso 2, dentro de la zona 18, la famosa zona de los maras, donde a diario muere alguien asesinado.

Esa noche, ya en mi hotel, tuve que recurrir a todos los consejos que yo misma le había dado a María José. Traté de imaginarla con un nuevo cuerpo: impecable y luminoso, pero me lo impedí a el pensar en la impotencia que debieron haber sentido sus hermanitos al verla gritar de dolor. Yo recreaba en mi mente toda la historia hasta llegar al llanto, pasando por la indignación, el espanto, el dolor. Montones de preguntas me atormentaban: que tipo de sociedad daña de esa forma a las mujeres, sabiendo que son las que van a dar a luz nuevas generaciones? ¿A quien le puede importar tan poco acabar de esa manera con el origen de la vida?

Al pensar en el atacante reflexione: a que tipo de ser humano le puede interesar quedar en la memoria de otro por medio de un acto de semejante violencia?¿Quien tendría esa enfermiza necesidad de ser visto, aunque sea por un instante, aunque sea con horror, aunque sea con odio, pero ser visto a l fin? ¿Quien, sino alguien que hace tiempo no forma parte de una colectividad, podría ser capaz de mutilar, violar, decapitar a otro? Quien sino uno que hace mucho hicimos a un lado y que nunca nos ha preocupado en realidad.

Tal vez esa es la respuesta la separación. Quizá de ahí viene todo el problema, Nadie puede agredir lo que considera suyo. Sólo quien se concibe como, ajeno a un grupo Social puede atacarlo. Solo quien se concibe separado, desterrado, desamparado, puede ser capaz de ver como enemigos a sus hermanos y asesinarlos. Sólo, alguien que se siente desgarrado y separado puede tener la sangre fría para desgarrar otro cuerpo y querer permanecer en él para siempre; aunque sea como un a mala memoria, como una maldición, como una herida putrefacta. Me pregunté entonces cuándo pasó al olvido el pensamiento maya del Inlakesh: "tu eres yo, yo soy tú".

Concepto que formaba parte de la cosmovisión de las culturas ancestrales y que explicaba de una manera totalmente adelantada a su época que no hay fronteras ni diferencias entre ninguno de los seres que habitamos en este universo, pues estamos totalmente interconectados. ¿Cuándo dejó de ser vigente ese pensamiento que les permitió a nuestros antepasados alcanzar un desarrollo artístico, espiritual y científico admirable?¿Con la llegada de los conquistadores? ¿o con la historia sangrienta de las dictaduras que durante tantos y tantos años han masacrado a este país?

EN ESE MOMENTO ACUDIERON a mi mente Myrna y Helen Mack. Elías son la representación de este concepto maya del Inlakesh. Myrna tenía una maestría en Antropología Social en la Universidad de Manchester (Inglaterra). Entre 1987-y 1989 se dedicó a estudiar a la población que había sido 'desplazada a causa del conflicto armado en Guatemala. En 1990 publicó su libro Política institucional hacia el desplazado interno de Guatemala. Mientras preparaba la segunda publicación sobre el mismo tema fue brutalmente asesinada con 27 puñaladas por un comando especial del Estado Mayor Presidencial.

A partir de esa lamentable muerte Helen tomó la decisión de continuar con la labor que su hermana venía desarrollando y creó una fundación, que lleva el nombre de Myrna Mack Existe tal simbiosis entre las dos hermanas que con frecuencia se confunden sus nombres. La gente le llama Myrna a Helen. Cuando imagino el momento en que Helen llegó al lugar de los hechos y puso su frente sobre la de su hermana muerta, estoy convencida de que el Inlakesh se hizo presente y permitió que una fuera la otra, y la otra, una.

AL DIA SIGUIENTE, sentada en el comedor mientras esperaba a mis compañeros de aventura, seguí con mis reflexiones y me pregunté: Qué fue primero, la gallina o -el huevo? ¿Cuál es el origen de la ola de violencia que se vive en México y en Guatemala? ¿De dónde surgen los maras? ¿Quién los amamantó? En qué parte de la mente colectiva –a la que todos estamos integrados- se incubaron las primeras agresiones? Es sólo el sistema capitalista que con su inmoral discurso del dinero, competencia feroz e individualidad mal entendida genera en gran parte esta violencia? Es porque Guatemala se ha convertido en un punto clave en la ruta para transportar cocaína desde los Andes hasta Estados Unidos de Norteamérica? Es porque los narcotraficantes imponen su voluntad a base de violencia para garantiza un ingreso económico desmesurado?

Es el afán de hacer dinero a costa de lo que se a y de quien sea el que expresa la violencia de una sociedad que ha dejado de lado a millones de personas que terminan por dudar si podrán sobrevivir y dejar descendencia? El ataque a las mujeres, a las madres futuras, no significa un suicidio colectivo?¿Que futuro pueden esperar quienes han sufrido una agresión constante, quienes han sido

desterrados, obligados a dejar sus tierras, su manera de vivir, quienes presenciaron el genocidio indígena en Guatemala?

Entre 1960 y 1996 fueron asesinadas o desaparecidas más de 200,000 personas. En 1982 y 1983 se exterminaron unas 440 comunidades indígenas como parte de una lucha anticomunista orquestada por el Gobierno militar de Efraín Ríos Montt. Mataron a hombres y mujeres, niños y niñas, destruyeron cultivos, animales, casas. Sin duda, éste es uno de los orígenes de la violencia, pero lo que me queda claro es que los ejecutores del genocidio, los sicarios, los violadores, los asesinos materiales y los institucionales pueden asesinar a sangre fría debido a que no guardan la mínima conexión con su entorno. Actúan por su cuenta, tal y como lo hace una célula cancerosa en el cuerpo humano. Al perder la interconexión con el todo, lo que originalmente debía ser un elemento de vida pierde el sentido de integración armónica y trabaja para destruir al propio cuerpo que le dio origen. La pregunta obligada es: cómo se puede erradicar ese cáncer?

¿Cuantos corazones atraviesa una bala?¿Cuantas familias mueren con un muerto? ¿Hay castigo para los que destruyen lo más preciado: la fe en el ser humano; la confianza en una congregación fraternal, en un cosmos aglutinante, en un espíritu bondadoso?¿Cómo recuperar la -fe en la justicia si la mayor parte de las denuncias de las víctimas de agresiones quedan paralizadas en juzgados corruptos o ineptos y casi toda la violencia y la injusticia se conserva impune, generando más y resentimiento, más y más sed de venganza? ¿Como recobrar la esperanza de que es posible salir del infierno? Tal vez por eso en algunas zonas de Guatemala no hay más de cinco cuadras en las que no se note la presencia de una iglesia evangélica y mucha gente, como Aura, la mamá de las tres niñas asesinadas; está convencida de que su mejor sicoanalista es Dios. Su pastor comparte esa idea y le proporciona ayuda a cambio del diezmo.

….el .cáncer que ataca a Guatemala y a México es un 'cáncer que no va desaparecer sólo con nuevas leyes y nuevas penalizaciones, sino con una nueva manera de mirar la realidad que nos regrese al concepto del lnlakesh: lo que te hago a ti me lo estoy haciendo a mi mismo porque somos uno. Lo que quiero para mi es lo que a ti te doy. Recuperar esa sabia manera de concebir el mundo que los mayas tenían seguramente nos ayudaa a vivir de manera pacífica.

Curiosamente, en el budismo se le llama maya a la ilusión que provocan nuestras percepciones. Buda pudo despertar del sueño cuando cerró sus ojos. Fue en ese estado de meditación cuando supo quien era y restableció su conexión con la fuente que lo creó -la misma que nos mantiene a todos en unión- La invitación sigue ahí, las palabras de los profetas siguen ahí, en ese campo de información que nos rodea. Sólo tenemos que entrar en contacto con el para, al igual que los mayas, ver más allá de nuestros ojos y darnos cuenta que formamos parte de un todo indivisible.

.. Que las lágrimas de dolor de nuestros hermanos sean como el agua que la Montaña Sagrada hizo brotar del lnframundo para garantizar la vida, una vida renovada en el interior de la cueva, en el fondo de los ojos, en el centro de la pupila, una mirada de luz que nos permita unificar los mundos, con todos los mundos.

Laura Esquivel

Editora Demar


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