Tlaskamati

miércoles, 31 de marzo de 2010

MIS VECINOS, Y sus historias.




Mis jóvenes vecinos de la casa izquierda, tienen dos niñas muy hermosas, atentas y respetuosas. Y tienen de mascota a un perro, de esos de razas mezcladas; que a las niñas fascina. Llegó la primavera y este can canijo! Buscaba como apagar el fuego para no terminar en depresión… Y Decidieron buscarle una novia, sin tener mucho éxito.

El chapo, perro negro peludo, muy mimado, que de vez en cuando iba hacer sus "maldades" al patio donde vivo, tambien era vecino del perrillo de la hormona a punto de estallar. Y cierto día, las pasiones se desbordaron y dijeron que iban a aprovechar la euforia de la libertad de género.Y patas! que salta para encontrarse con el chapo, que ya tenía fama de esos menesteres.

Al día siguiente el vecino extrañado, ve a su vecina; dueña del chapo colocando unos ladrillos, con la cara desencajada. Como quien se apena todavía por los temas de moda. Y le pregunta con el simple afán curioso:
- Que pasó vecina?
- Tiene miedo que se metan a robarle?
Entonces la vecina le cuenta lo sucedido, y los motivos que para ella eran; construir el muro de la vergüenza!

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Con esto de las alianzas Partidistas entre el PRI, el PAN, el PRD, y demás rémoras partidistas. También se han gestado según parece y de acuerdo a medios atrevidos que todavía osan publicar temas del narcotráfico. La alianza entre carteles.

Y gracias a ello, mi vecino distante solo de algunas casas, rentó una de ellas que ya tenía buen tiempo vacía. Y la rentó bien, eso parece... Pues el nuevo inquilino debe trabajar en gobierno, en alguna empresa famosa, será miembro de algún sindicato? Se preguntaban quienes los vieron llegar en los primeros días.
Pues aparecieron con unas camionetas suburban, tahoe, y demás marcas y colores similares. Deben de ser Maestros bilingües, dar clases de piano, o algún arte contemporáneo… pues se ven con frecuencia llegar jovencitas, colegialas,… Tal vez pondrán alguna escuela pronto! Murmuraron…

La duda se despejó, cuando aún sin ser 20 de noviembre; se vieron salir con sus carrilleras, fusil gringo al hombro y unas pistolas, parque y lo que faltara en plena mañana. Como comando que va a la guerra y se persigna para ver si el de arriba le permite volver… a defender la plaza. La plaza de quien sabe quien……..

Doropeaton

sábado, 27 de marzo de 2010

Chicontepec, el embuste Autor: Ana Lilia Pérez


Raudales de quimeras se vierten en torno a Chicontepec. Mentiras oficiales más grandes que sus cerros y la obstinación de un presidente de transferirle recursos a un proyecto que opera con números rojos frustran las ilusiones de sus habitantes de un progreso que no llega

Ana Lilia Pérez / David Cilia, fotos / enviados

Chicontepec, Veracruz. Alberto Nicanor Zamudio nació en 2002, justo el año en el que el gobierno federal dispuso “acelerar” la explotación del yacimiento Paleocanal Chicontepec. Atenidos a los argumentos de Felipe Calderón de que éste es la panacea al declive del Cantarell, y que hará de México la tercera potencia petrolera, Alberto sería heredero de una de las vetas de oro negro más prolíficas del mundo, pero su realidad es totalmente discordante. Sólo por no estar desnudo, el niño cubre su cuerpo con un amasijo de hilachos y remiendos en forma de camisa y pantalón; el atuendo de harapos se complementa con tenis de hule percudido que le aletargan el paso a medida que sus pies se hunden en el barro. Alberto personifica la realidad de Chicontepec, el embuste de Calderón en materia energética.

Aunque parezca chanza, Alberto viste su mejor ropaje: es día domingo y en la congregación de Tepenahuac se inaugura la capilla. Fruto de años de sacrificio para la comunidad, construida en lo alto del monte con cemento y techo de loza, con sus ventanas y puerta de aluminio pintadas de blanco, es la mejor edificación de la zona; el resto, casitas de adobe y palopique. Mientras la comisión parroquial atavía con collares de crisantemos amarillos a los invitados de honor, Alberto ahuyenta la escuálida jauría de perros que olisquea la carne con chile preparada para la ocasión, un lujo en medio de la miseria. Hoy es un día grande en este pueblo de la Huasteca, así que la ceremonia se corona con cohetones que explotan en el cielo.

Tepenahuac es una de las comunidades con más pozos petroleros del municipio de Chicontepec, uno de los 12 (nueve en Veracruz y tres en Puebla) que integran el Paleocanal Chicontepec, también denominado Proyecto Aceite Terciario del Golfo (PATG), al cual, la administración de Felipe Calderón le ha trasferido más de 50 mil millones de pesos, pero ello no se refleja en la economía local. La mitad de las comunidades alcanza el nivel 5, es decir, el más alto de marginación y pobreza, de acuerdo con cifras del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) de la Organización de las Naciones Unidas.

De las 766 mil 513 personas que habitan el Paleocanal, el 70.3 por ciento, en su mayoría indígenas nahuas y totonacos, no tiene trabajo formal y sus ingresos no superan los dos salarios mínimos. La mayoría se dedica a la agricultura de autoconsumo y la crianza de animales y aves de corral. No tiene vivienda digna y carece de los servicios básicos de drenaje, agua entubada y electricidad. En municipios como Chicontepec, el 71 por ciento de las casas tiene piso de tierra.

Estas comunidades eran pobres en 1926 cuando se descubrió el yacimiento; siguieron pobres cuando Vicente Fox reactivó su explotación; y a más de un año de que entró en vigor la reforma energética calderonista con el PATG como uno de sus pilares, la gente en Chicontepec continúa en la miseria.


La comedia

Descendió del helicóptero acompañado del gobernador Mario Marín. En el municipio Vicente Guerrero ya lo esperaban sus secretarios de Energía, Georgina Kessel; de Hacienda, Agustín Carstens; de Economía, Gerardo Ruiz Mateos; de Medio Ambiente, Juan Rafael Elvira, además del director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Jesús Reyes Heroles, y el dirigente del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps, junto con sus agremiados, quienes, en cuanto el presidente subió al pódium, entonaron una retahíla de porras. Aquel 18 de marzo de 2009, a ocasión del 71 aniversario de la expropiación petrolera y cinco meses después de que el Legislativo aprobara su reforma energética, Calderón aseguró que gracias a la reforma energética, ese año Chicontepec produciría el 20 por ciento del crudo nacional, con la correspondiente prosperidad para los lugareños.

“El año pasado, los mexicanos tomamos la decisión de trabajar por una industria petrolera líder y fortalecida, por una industria que contribuyera a brindar mejores oportunidades y bienestar para todos. Hoy puedo decir con orgullo que hemos decidido y hemos elegido bien. Vamos por buen camino… ya contamos con una reforma que nos está permitiendo darle una nueva cara al sector energético de manera integral… la política energética impulsará el desarrollo de este sector en beneficio de todos los mexicanos”, dijo Georgina Kessel.

“La producción en Chicontepec, este proyecto estratégico donde nos reunimos hoy, se retrasó con respecto a lo programado. Las causas han sido superadas por lo que se espera que a partir de este año contribuya de manera destacada a contrarrestar la declinación de los campos maduros, en especial de Cantarell… por eso, el 28 de noviembre de 2008, fecha en que se publicó el nuevo marco legal aplicable a Pemex, en particular un ordenamiento integral y específico para la empresa, esto es la Ley de Petróleos Mexicanos, también será recordada como un hito en la historia de esta gran empresa”, agregó Reyes Heroles.

Y así, uno a uno magnificó la producción de este yacimiento y la “visión” calderonista en materia energética. El discurso más representativo fue el de Romero Deschamps:

“Esta región en la que hoy se desarrolla el acto conmemorativo de la expropiación es tal vez el mejor ejemplo de lo que avizora el futuro para nuestro país. Podría ser, incluso, una buena metáfora de lo que nos debería animar como filosofía nacional… debajo de este territorio, conocido popularmente como Chicontepec, existe una importante riqueza petrolera, tal vez incomparablemente generosa, pero para poder disfrutar de su beneficio se requiere, por las características geológicas del yacimiento, de un extraordinario esfuerzo, sólo comparable a la magnitud de la generosidad de este subsuelo, riqueza y sudor, sudor y riqueza. Ésa parece ser la ecuación que deba distinguirnos”.

La realidad diluyó el ensueño. De los 867 mil barriles diarios, no se produjo ni el 5 por ciento. Pero además, de acuerdo con cifras oficiales de Pemex, el petróleo que aquí se extrae es también el más costoso: 16 dólares promedio por barril, mientras que en los yacimientos del Golfo de México, el costo de extracción promedia los 6 dólares. Lo que se hace en Chicontepec es un usufructo disparejo que sólo ha beneficiado a los corporativos contratados para la exploración y perforación de pozos.


Derroche público

Oficialmente, las reservas de Chicontepec representan el 39.9 por ciento de la reserva total de hidrocarburos de México, sin embargo, los expertos dicen que su explotación es inviable debido a las características geográficas de la zona: accidentada totalmente por los cerros y cuellos volcánicos. Francisco Garaicochea, Premio Nacional de Ingeniería Petrolera y exdirectivo del área de yacimientos de Pemex, explica: “El problema para su explotación es la pobre capacidad de producción de sus pozos y su alta declinación inicial. Esto se debe a que los yacimientos son de baja permeabilidad con alto contenido de arcillas hidratables. Al iniciar la producción se libera en ellos una gran cantidad del gas disuelto que bloquea el paso del aceite hacia los pozos”.

Desde que Vicente Fox reactivó su explotación, el Grupo Ingenieros Pemex Constitución del 17, integrado por exfuncionarios y técnicos altamente calificados, conminaron al gobierno a detener el proyecto. Advertían que tanto la estimación de reservas, las cifras de producción y recuperación, así como los indicadores económicos usados para su aprobación estaban inflados.

Como parte de su Estrategia Nacional de Energía, que argumenta que Chicontepec produzca 867 mil barriles diarios mediante “el desarrollo y administración de tecnologías especializadas que incrementen significativamente la productividad por pozo y permitan reducir los costos al mínimo”, la administración de Calderón asignó costosos contratos a los corporativos que supuestamente aplicarían dicha tecnología. No obstante que decenas de informes y estudios confirmaban que la explotación era inviable, se le destinaron 187 mil 500 millones de pesos, programados hasta 2021, de los cuales hasta ahora se han invertido más de 52 mil millones.

La estrategia utilizada consiste en la perforación masiva de pozos. Pemex planea perforar 1 mil 200 por año, hasta llegar a 16 mil en 2020, lo que para Pemex implica el oneroso gasto por cada trabajo de perforación, y para las comunidades, el desmonte a gran escala mediante detonaciones que afectan directamente sus endebles viviendas y su hábitat, incluidos los cerros que para ellos tienen un significado religioso, como el Postecticla para el pueblo de Chicontepec. Según cifras de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, hasta ahora se han perforado 1 mil 83 pozos, de los cuales sólo 604 están en operación.

En 2008, en el Senado de la República, a nombre de la asociación de ingenieros petroleros, su presidente Francisco Garaicochea advirtió que antes de destinar tantos recursos públicos a la explotación de Chicontepec era necesario “tomar en cuenta que está en duda la rentabilidad de los pozos y que las regiones depresionadas son las de mayor capacidad de producción”. En efecto, la perforación en serie multiplicó los gastos de operación, no así los resultados.

La Auditoría Superior de la Federación (ASF) realizó una auditoría especial a los recursos federales invertidos durante siete años en este proyecto, y concluyó que la altísima inversión no es proporcional a su producción. De cada peso que Pemex invierte en la explotación de este yacimiento, recupera 25 centavos, menos la deducción de los impuestos respectivos.

Sólo este proyecto consume el 10 por ciento del presupuesto total que Pemex Exploración y Producción (PEP) destina a proyectos de inversión; en contraste, produce sólo el 1.4 por ciento de hidrocarburos.

En su auditoría al PATG, la ASF destaca la opacidad en el manejo administrativo y operativo por parte de Pemex. Dice que su sistema de control interno “no es confiable” y que tampoco hay claridad sobre las metas establecidas.

La auditoría reveló el incumplimiento de todas las metas: de perforación y terminación de pozos; la producción de petróleo y gas, y hasta la calidad del crudo obtenido. Las metas de perforación de pozos llegaron al 39.8 por ciento; la terminación, al 39.7; se produjo sólo el 38.8 por ciento del petróleo programado y 59.1 por ciento del gas. Tal incumplimiento, indica la ASF, va en contravención de las Normas Generales de Control Interno en el Ámbito de la Administración Pública Federal.

Más que una falta normativa, el impacto económico de la ineficiencia en el PATG es demoledor. La ASF destaca que si Pemex hubiese producido y comercializado el petróleo programado, el beneficio por cada peso invertido hubiera sido de 93.6 centavos y no los 2.5 centavos que se obtuvieron.

Antes de que la ASF hiciera públicos los resultados que contablemente confirman el fracaso en Chicontepec, la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), órgano desconcentrado de la Secretaría de Energía, en voz de su presidente, Juan Carlos Zepeda, pidió a Pemex suspender el PATG, pero los directivos de Pemex se negaron.

Francisco Garaicochea opina que “los contratos pactados con las trasnacionales, con las cuales se tienen ya comprometidos los recursos públicos de la siguiente década, son la obcecación de sostener el proyecto. Lo que significa es que Pemex, o mejor dicho, los mexicanos seguiremos perdiendo en la explotación de Chicontepec, mientras que los únicos que ganan son los contratistas, porque ellos cobran de acuerdo con las actividades que desarrollan, aunque no haya ganancia”.

Al respecto, la ASF subraya en su auditoría que no hay claridad sobre las contrataciones. En la práctica, ello lleva a gastos infructuosos. Por ejemplo, en 2008, la subsidiaria PEP pagó 53 millones de dólares a una compañía para que le diera mantenimiento mayor a 208 pozos, los cuales supuestamente sostendrían la producción ese año. Sólo cuatro produjeron, el resto quedó inactivo. Y de los 220 pozos que ese año se perforaron, sólo 26 alcanzaron la producción estimada.

Ricardo Prian Caletti, del Comité Nacional de Estudios de la Energía (CNEE), cuantifica que, en los últimos cuatro años, Pemex ha perdido 614 millones de dólares por contratar a trasnacionales para la explotación de Chicontepec. Ante tales resultados, los integrantes del CNEE califican el proyecto Chicontepec como “un saqueo a la nación y botín de consorcios privados”. El impacto social de ese usufructo es aún más lamentable.


Depredación

En lo bajo de una montaña de las que comprenden la geografía del Paleocanal se ubica la Foxxe Energy Services; en uno de sus campers se levantan dos banderas que ondean incesablemente con el viento. En lo más alto del asta ubicada a la derecha, la bandera de Estados Unidos; a su izquierda, más abajo, la de México, metáfora de la reocupación petrolera. La misma imagen se reproduce en las áreas de trabajo a cargo de Halliburton, Dowell Schlumberger, Weatherford, Baker Hughes y Tecpetrol, las principales beneficiarias de la explotación de este yacimiento.

Las actividades de exploración y explotación de hidrocarburos, que según el artículo 27 constitucional son exclusivas de Pemex, en Chicontepec son ejecutadas por consorcios texanos, europeos y venezolanos, los cuales de manera directa o a través de subcontratistas hacen mediciones, construyen pozos, baterías de separación, instalan tanques, ductos, bombas, compresoras, en fin, toda la infraestructura con su peculiar sistema de trabajo.

Las expropiaciones se han convertido en el principal foco rojo en la zona: las compañías allanan los terrenos antes de que Pemex negocie con sus dueños. Enmarcadas en un clima de antagonismo y abuso, tales ocupaciones invariablemente nos remiten a la mítica Rosa Blanca, relato del escritor Bruno Traven sobre la rapaz explotación petrolera en los campos mexicanos a manos de la Condor Oil Company Inc. Regresión de más de 70 años: labriegos expulsados, arrasados los cultivos de naranja, limón, plátano, maíz, tomate, ciruela… la misma Huasteca desmontada por la voracidad de la Condor, hoy bajo los nombres de Halliburton, Schlumberger, Weatherford.

Para las comunidades, el legado de la actividad petrolera es el destrozo en sus tierras y caminos por el trasiego de caminos y maquinaria de las compañías.

El municipio más afectado es el de Chicontepec; sus caminos principales, el de Tecomate, que entronca con la carretera estatal que conduce a Ixhuatlán de Madero y atraviesa las comunidades Ayacaxtle, Xococatl, Zapotal y La Antigua, están estropeados. También los de Las Palmas, Tlacolula y Tepenahuac. El panorama es de un bombardero sobre Chicontepec: la grava esparcida por doquier. Lo peor es en tiempos de lluvias, cuando los deslaves bloquean los caminos durante semanas, hasta que la comunidad consigue maquinaria para desazolvar.

“Solamente vinieron a perjudicar nuestras comunidades. Destrozaron nuestros caminos, que, de alguna manera, manteníamos transitables. No hemos visto ni un solo beneficio. Con su maquinaria y camiones, destruyeron todo y nadie quiere hacerse responsable”, explica Pedro Toribio Martínez, síndico del ayuntamiento.

Para las comunidades, una afectación de esa naturaleza puede significar la diferencia entre la vida y la muerte, dadas las características topográficas y la distancia a los servicios de salud, razón por la que “muchos enfermos no logran recibir la atención que requieren y mueren”, señala un diagnóstico elaborado por el PNUD sobre las situación socioeconómica en el Paleocanal.

En las zonas semiurbanas, el panorama no es mejor. Más organizados los lugareños se manifiestan, bloquean carreteras y caminos para exigir a Pemex reparar sus calles y drenaje atascado con los desechos de los recortes de perforación de los pozos. Desde 2009, prácticamente en todos los municipios del Paleocanal ha habido bloqueos. Actualmente, las protestas más álgidas se viven en Venustiano Carranza.

La aplicación del Programa de Desarrollo Comunitario Sustentable, del que se ufanan los directivos de Pemex y el mismo presidente Calderón, es una farsa en Chicontepec. En algunos poblados, los representantes de la paraestatal dan su añeja “solución”: unos pesos por calle destrozada, cerca tirada o campo arrasado, fomentando que se instituya la conocida “industria de la reclamación”, tan arraigada en Tabasco y Campeche.

En los últimos meses, el Centro de Reflexión Laboral, con sede en la ciudad de México, ha documentado la sistemática violación a los derechos humanos de las poblaciones asentadas en este yacimiento petrolero. Su coordinador Carlos Rodríguez dice que, ante los agravios, “la gente responde cerrando una calle o bloquea el acceso a las obras, es decir, con reacciones espontáneas. Sin embargo, eso no es la solución. Tampoco que Pemex calme sus reclamos con dinero, sino que cumpla con su obligación de sustentabilidad y de empresa socialmente responsable”.

En 2008, el PNUD le advirtió a Pemex de la importancia del manejo sustentable en la disposición y uso de mantos acuíferos en la zona, ya que, por las características topográficas, la explotación petrolera en Chicontepec requiere una gran cantidad de agua, recurso que “puede considerarse también como reserva indispensable para la población”, por ello en la Estrategia de desarrollo local sustentable para el proyecto de aceite terciario del golfo le indicó a Pemex que debía proponer estrategias de uso y manejo de agua que garantizaran la preservación los sistemas hidrológicos.

Hoy en algunos municipios del Paleocanal, las compañías perforadoras provocan derrames, contaminan ríos. En enero, en la comunidad totonaca Jorge Serdán, en Papantla, la empresa PGS detonó explosivos que fracturaron los pozos y derramaron el hidrocarburo en los manantiales y sembradíos. Los desechos de perforación de los pozos tampoco tienen un manejo adecuado.

“Se están violando los derechos humanos de estas comunidades. No hay una consideración atenta al medio ambiente, a la producción agrícola. La gente no quiere pesos por cerrar un pozo, quieren respeto a su hábitat”, reflexiona Rodríguez.

Los lugareños temen desastres ecológicos como los ocurridos en el sur de Veracruz. La desconfianza no es gratuita, ésta es la entidad más afectada por las deficiencias de la industria petrolera mexicana, de acuerdo con el registro de accidentes ocurridos en instalaciones de Pemex o provocados por la paraestatal en la última década, cuya copia posee Contralínea.

El estudio Contraloría social de protección al ambiente, del investigador Rafael Vela Martínez, publicado en 2009 por el Colegio de Veracruz, cuantifica frecuentes fugas, derrames, explosiones e incendios en Poza Rica, Coatzacoalcos, Minatitlán, Las Choapas, Cosoleacaque, Ixhuatlán del Sureste, Nanchital, Veracruz, Tuxpan, Pánuco y Papaloapan. En tales desastres, las sustancias involucradas son el aceite, gasolinas, diésel, combustóleo, keroseno, gas natural, amoniaco, gases tóxicos, derivados etílicos, hexano, heptano, cloro, azufre, hexaclorados, acrilonitrilo, ácido sulfúrico, versadril, xileno y aguas residuales.

Los conflictos sociales que genera la actividad petrolera se atizan por la falta de comunicación entre los representantes de Pemex y sus contratistas con los lugareños. Juan Santiago Reyes, de congregación Tepenahuac, explica que “la gente que viene de fuera no busca el entendimiento con la gente de aquí. Las comunidades no saben lo que es Pemex y no entienden lo que hacen con sus tierras. Lo único que ven es el desmonte, que ya no pueden sembrar su frijol y que las aguas de sus ríos están contaminadas”. En Mesa de Tzapotzala, desde 2005, 20 familias de indígenas esperan a que los representantes de Pemex regresen a pagarles 300 árboles de naranja derribados, su cosecha de ese año.

Quizá el malestar aminoraría de haberse generado empleo en la zona, pero cada compañía llega con su personal, así que los 12 mil empleos directos y 40 mil indirectos que a partir de 2009 ofrecería el Paleocanal Chicontepec, según palabras de Felipe Calderón, son otra quimera, aunque no sorprende del todo, porque en su diagnóstico socioeconómico de la zona, elaborado en 2008, el PNUD advertía que la baja capacidad educativa sería el principal obstáculo para la inserción de los lugareños en la industria petrolera. El analfabetismo alcanza a más de la mitad de la población: en municipios como Pantepec, llega al 64 por ciento, seguido de Chicontepec, con el 60 por ciento. El promedio de instrucción de los letrados llega al quinto año de primaria.

Lo máximo a lo que pueden aspirar es a emplearse como chaperos, a expensas de que las compañías les cubran su mísero salario, como ha ocurrido con los obreros contratados por la Foxxe Energy Services, empresa texana dedicada a la perforación, que a su paso por Álamo y Chicontepec ha dejado en el limbo a sus cuadrillas de obreros; o de velador, como don Prisciliano, oriundo de Tecomate, Chicontepec, a quien una subcontratista de Schlumberger contrató como velador gracias a su experiencia como guardia presidencial en tiempos de Carlos Salinas de Gortari.

Felipe Calderón aseguró que en Chicontepec habría una derrama económica anual de 20 mil millones de pesos, pero sólo llegaron cantinas y expendios de cerveza. Entre el camino de Álamo a Chicontepec, hay 11 cervecerías alineadas una tras otra a la orilla de la carretera, apenas a unos metros de los primeros pozos.

Contralínea 174 / 21 de marzo de 2010

El llamamiento espontáneo





La escalera del deseo

Augusto Isla

Que hombre más guapo!", exclamó una mujer refiriéndose a mi padre que, encaramado en la plataforma de un camión, representaba al archiduque Maximiliano de Habsburgo en la famosa cabalgata que cada 23 de diciembre recorría las calles principales de Querétaro, mi ciudad natal. Querétaro: el último refugio del Segundo Imperio, donde el austríaco pasó sus días postreros, agobiado por el ejército republicano, la disentería y acaso el arrepentimiento de haber emprendido tan descabellada aventura. Él, el engañado; el títere de un imperio, de su mujer; él, víctima de su ineptitud y su delirio, ¿se deleitó siquiera alguna vez, por instantes, con esos crepúsculos que maravillaron a Borges? Entre compadecida y reaccionaria, la ciudad prodigó sus afectos al emperador, que acabó siendo parte de su patrimonio turístico. Aquí durmió, aquí lo juzgaron, aquí fue fusilado. El príncipe dejó su huella. Conozco gente que todavía hoy ordena la celebración de una misa para recordar su muerte.

Mira que un hombre tan hermoso, tan inteligente venir a morir aquí, en un país lejano, de gente tan ingrata y a manos de un indio hereje que no se conmovió con las lágrimas de la princesa de Salm Salm ni con la presencia de los pequeños hijos de Miramón. Razón tiene el señor obispo en decir que cuando Juárez murió las puertas del infierno se abrieron de par en par. Con discursos semejantes crecí y —no lo niego— la biografía del distraído Habsburgo excitó mi fantasía adolescente: una hermosa pareja de enamorados dispuesta a abandonar un castillo de ensueño para salvar a México de la ignominia. Ayuna de una cultura laica, de buenas escuelas públicas, la ciudad de Querétaro propiciaba esos desvaríos.

Mi admiración a Juárez llegó tarde, nacida de una curiosidad más cercana a la indagación histórica que a una memoria colectiva adocenada por el embalsamamiento virtual del héroe zapoteco; por ese culto a su narciso que contamina a México con imágenes casi todas horrendas, destacando entre ellas la que el gobierno federal erigió en Querétaro en 1967 para conmemorar el centenario de la restauración de la República.



Nada tengo contra el mármol, la piedra, el bronce, el lienzo; con ellos se esculpe y dibuja el evangelio cívico. Juárez está bien allí, erguido, impasible, siempre idéntico a sí mismo, fiel a su investidura, como lo pide el mito fundacional. Pero nada me dice —el icono por excelencia de nuestra historia— sobre la verdad o al menos un poco de certidumbre. Y si a tal compulsión idólatra se añaden las complejidades del personaje y los enredos de su tiempo, la dificultad de la pesquisa crece. Aún estando en vida don Benito, en 1870, Manuel Payno pronostica el juicio contradictorio que, acerca del hombre de Guelatao, nos daría la posteridad. Por un lado, aparecería como quien se alzó con el poder y estableció la dictadura atacando en su base y en sus más esenciales fundamentos la carta constitucional; por otro, surgiría radiante como la mano prodigiosa que separó Iglesia y Estado, como el representante digno del progreso, justo, firme, lleno de fe, que combatió inflexible con los enemigos de la patria. Sin embargo, Payno confiaba en que un día Juárez tendría su vestido propio, sus propias dimensiones, su tono y colorido verdaderos y naturales. Al parecer, ese día no ha llegado. Recientemente, dos de los personajes públicos más importantes de nuestra vida pública han esgrimido sus diferencias empleando, simbólicamente, la figura de Juárez; uno, despreciándolo; el otro mostrando en un templete su retrato. Con Juárez en el centro de sus disputas, ambos, además de haber hecho el ridículo, han puesto en evidencia la carencia de un consenso de gratitud.

No faltan historiadores y biógrafos en busca de equilibrios. Pero si de suyo la materia histórica no los obsequia, semejante pretensión sólo da pie a valoraciones espurias o bien a disparates, como el de Rabasa quien yuxtapone dos palabras enemigas para definir al Benemérito. ¿Un dictador democrático? ¿Democrático sin instituciones viable, sin esos acuerdos fundamentales que a gritos reclamaba Mariano Otero? Tal vez dictador lo fue, más no en el sentido abominable de las dictaduras totalitarias contemporáneas, sino en el de la antigua Roma, institución merced a la cual se concedían poderes excepcionales a un hombre para ocuparse de los asuntos públicos en situaciones de emergencia, como los que otorgó el Senado a Pompeyo para combatir a Mitrídates y de cuya defensa se hizo cargo Cicerón en su primer discurso público. Como presidente, Juárez gozó, por así decirlo, de facultades extraordinarias en varias ocasiones, pero afortunadamente también supo renunciar a ellas; más aún, de buena o mala gana compartió el poder con el Congreso que no dejó de hostilizarlo e, incluso, con nefastos caciques regionales como Vidaurri.

Pasiones, imprecisiones, lugares comunes tejen el enigma de ese gran señor mexicano. El lugar más común: acaso el relato de una vida que va de la humildísima cuna al más alto sitial, merced a la educación; ésta favorece, es verdad, la movilidad ascendiente, pero no en toda circunstancia. Basta ver hoy a millones de jóvenes bien formados, pero a la deriva, sin porvenir alguno. Ciertamente, la educación del oaxaqueño era notable para su tiempo, así diga Altamirano que era escasa e imperfecta. Las disciplinas humanísticas —filosofía y jurisprudencia— dieron claridad a su mente; las lenguas le abrieron ventanas al mundo. Pero en el ascenso de nuestro personaje influyeron también la protección bondadosa de los desconocidos como Antonio Salanueva y la fuerza tutelar de las nuevas fraternidades —como la masonería— que brotaron en medio de aquella "sociedad enteramente dominada por la ignorancia, el fanatismo religioso y las preocupaciones", a decir del propio Juárez en Apuntes para mis hijos.

En la palabra "preocupaciones" se condensa tanto la formulación de la crítica a su tiempo como la construcción del nuevo sujeto ético que encarna en él, e incluso su concepción pedagógica. En varias cartas dirigidas a su yerno, Pedro Santacilia, a cuyo cargo estuvo su familia durante la intervención francesa, alude a ellas como una esclavitud del alma, pues ya le recomienda que "cuide que sus hijos se impregnen de las preocupaciones que producen las prácticas supersticiosas, ya le suplica que no los ponga "bajo la dirección de ningún jesuita ni de ningún sectario de alguna religión, que aprendan a filosofar, esto es, que aprendan a investigar el porqué o la razón de las cosas para que en su tránsito por este mundo tengan por guía la verdad y no los errores y preocupaciones que hacen infelices y desgraciados a los hombres y a los pueblos". Digamos que su mentor, Antonio Salanueva, representa ese momento de transición en el cual un mundo caduca y otro despierta, pues "aunque muy dedicado a la devoción y las prácticas religiosas era bastante despreocupado y amigo de la educación de la juventud". Juárez, en cambio, encarna, sin ambigüedades, el nuevo ethos, no obstante los resabios de un vocabulario católico, manifiesto en palabras como sagrado, providencia, el todopoderoso sacrificio… La laicidad que vive y proclama funda un nuevo sujeto ético, basado en la libertad de conciencia y la igualdad ciudadana. Ese ethos no configura propiamente un sistema, sino un conjunto de principios que nutre una nueva espiritualidad no inscrita ya en la religión sino en el discernir filosófico, en la razón, en una exigencia de lucidez.

Me atrevo a pensar que su orfandad familiar propicia su libertad. No camina hacia ella; avanza en ella. Se fuga para encontrarse. No es un hombre de fe, sino un hombre de deseo. Deseo como el esfuerzo de la humana criatura por "perseverar en su ser", según palabras de Spinoza. El deseo lo mueve a ser alguien, por algo, para los otros; el nuevo ethos lo ilumina: es rudimentario pero suficiente; le exige ser virtuoso, reflexivo, sin prejuicios, despreocupado, observante de la ley, patriota, cumplidor del deber; todo eso que lo convierte en buen hombre y buen ciudadano, rebelde contra las injusticias, con la opresión de lo que él llama "las clases privilegiadas". Asido de ese ethos —liberal y masónico a un tiempo—, gana fama y escala todos los peldaños hasta llegar a ser el primero entre los suyos. La biografía moral de Juárez describe la persistencia de hábitos y gestos: es puntual, austero; viste siempre de negro, como un ave solemne y triste, pues ese ethos, aunque con nuevas raíces, conserva esencias puritanas.

Pero cuando alcanza la cima, el ethos liberal se estrella contra la razón de Estado, que le impone sus cóleras, sus tribulaciones, sus excesos. Queda poco de aquel ethos de juventud, algunas astillas. Sobre sus hombros enlutados lleva la República, con dolor, pues dada la gravedad de las circunstancias "el poder nada tiene de halagüeño", según su propio dicho. Por la razón de Estado —entiéndase la salud de la República—, descarga golpes sobre el espíritu de sus amigos y adjetiva con crueldad su legítima disidencia, pero también sobre la carne de sus adversarios. Sus últimos días como gobernante fueron amargos. No consiguió ni paz ni desarrollo. El bandolerismo, las sublevaciones militares, la economía devastada, la desconfianza del capital extranjero pusieron a la defensiva al estadista constructor. Tal vez a su pesar, respondió con violencia excesiva. Lo imagino exhausto, en un callejón sin salida; no podía gobernar a sus anchas, ni entregar el poder: adivinaba la crueldad de los militares y la debilidad de los civiles.

Intento en balance. Desde la cumbre de la razón de Estado destruye y crea, con un instinto crecido de estadista. Para comenzar, y a despecho de la ternura que algunos le atribuyen, destruye a su familia; lejos de su patria, Margarita le confiesa cuán desgraciada es por la pérdida de dos de sus hijos. Que nadie me venga con el relato edificante del buen esposo y buen padre. Por algo Sófocles contrapuso los intereses de la polis y los del oikos, Creonte representaba los unos; Antígona, los otros. Los órdenes de la ciudad y el hogar suelen plantear dilemas desgarradores. No se trata de arrojar piedras de culpa sobre nadie: son simplemente las fatalidades de la humana tragedia. Juárez deseaba una patria feliz, pero tuvo que sacrificar la dicha de los seres más amados.

He dicho que destruye y crea instituciones que son la columna vertebral de nuestra vida civilizada. Admitamos que ni las ideas ni el programa son suyos. Como lo sostiene Carlos Pereyra, estaban allí, esperando su acometida. El programa de reformas de 1833 anticipa las leyes de 1859: la libertad de opiniones, la abolición de los privilegios del clero y la milicia, la nacionalización de los bienes eclesiásticos, la erradicación del monopolio del clero en la educación… Pero sólo el genio político de Juárez entendió el kairos, el momento justo de actuar, de intervenir en el cauce histórico. Cuando suscribe las leyes de Reforma, Juárez no extiende brazo y mano con esa firmeza inhumana con que José Clemente Orozco lo pinta, como si la extremidad grotesca no le perteneciera; lo hace en cambio con mano trémula, de político sabio. Los que le rodeaban entonces, desesperaban por la demora, porque no eran ellos quienes asumían tan grave responsabilidad, porque no eran ellos los mediadores entre el ideal y la práctica política. Honda reflexión, largos insomnios debieron haber precedido una determinación de ese vuelo. Está en juego el alma del estadista, del gran pastor de la República, esa misma alma múltiple que han plasmado en muros y lienzos los artistas de México: el Juárez altivo de González Camarena, el Juárez combativo de Méndez, el Juárez pleno de sosegada belleza, como lo vio Pelegrin Clave, el que está en medio de los talentos devastadores de Ramírez y Altamirano según la insidiosa mirada de Diego Rivera. Aunque ningún hombre se atreve a decir todo sobre sí mismo, es una lástima que sus Apuntes para mis hijos se hayan detenido en 1857; de haberlos continuado, lo comprenderíamos mejor.

No puedo evitar compadecer a Juárez, al propio tiempo que admirarlo. Lo admiro como debe admirarlo cualquier mexicano bien nacido, por haber colocado los cimientos de ese Estado nacional laico que nos preserva, de una tolerancia que a todos permite construir libre y dignamente su vida. Ni siquiera veo en su liberalismo "la falla mayor" de excluir a los indígenas en su tradicional vivir y a los conservadores. Excluir no es palabra. Don Benito los combate, porque ambos se oponen a su idea de una nación moderna, fuerte y próspera. En la famosa carta que dirige a Maximiliano, se refiere a sus orígenes, a esas "masas oscuras del pueblo" de donde había salido: oscuridad que quiere decir ignorancia, miseria, usos y costumbres que inhiben la libertad de la persona. La mentalidad conservadora tanto de los indígenas como de los monarquistas y clerofílicos retardaban la modernidad. No lo culpemos por tales consideraciones. Después de todo, ningún hombre puede rebasar ese absoluto que delimita su tiempo; nacemos, vivimos y morimos humillados bajo ciertas formas de entendimiento que a menudo la posteridad juzga alevosamente.

Tampoco veo en él un anticlerical, sino a un anticlericalista que se opuso a una equivocada voluntad de dominio: al separar a la Iglesia del Estado, restituyó a ambos poderes, religioso y político, su independencia recíproca. A la postre, a ambos favoreció. Nada más ni nada menos.

Y lo compadezco porque, fiel a mi talante romanticista, comparto su sufrimiento, su exilio, su radical soledad, ya torciendo puros, ya abriendo caminos de la patria en mitad de un campo enzarzado, ya con el pecho llagado en el último intento de dar vida a su corazón moribundo; porque también quisiera estar seguro de que ese héroe trágico que nos dejó tan altos legados de laicidad y tolerancia, conoció también los momentos perfectos que producen la dicha de vivir.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Similitudes Negras y Diferencias Oscuras de Santa Anna y FE-CALNerón




Antonio López de Santa Anna es un personaje extraordinariamente complejo que no es fácil definir en pocas palabras. Fue un hombre de grandes contradicciones. Por una parte, fue un hombre extremadamente frívolo, de una banalidad sorprendente e inconsistente en lo político.

Su derrota en San Jacinto y el haber sido capturado por los texanos fueron, sin duda alguna, un golpe muy fuerte para su reputación. Sus enemigos y aquéllos que estaban contra el cambio de gobierno en México, aprovecharon esta situación denunciando a Santa Anna por haber firmado acuerdos que lo comprometían a usar su influencia para persuadir a que México reconociera la independencia de Texas. Santa Anna viajó a Estados Unidos, tuvo una entrevista con Jackson pero mantuvo un perfil muy bajo después de estos acontecimientos.

La gente de Estados Unidos pensaba que Santa Anna era relativamente fácil de corromper y él dejó que lo creyeran. Santa Anna usó esta idea preconcebida y la impresión errónea para jugar un juego a la inversa con el presidente Polk: “Tú piensas que me puedes usar, yo te dejo pensar que me estás usando para usarte a ti”. En este sentido, en el uso de estas sutilezas, creo que Santa Anna era mucho más inteligente que Polk.

Santa Anna fue un hombre singular y, de acuerdo a las memorias de la época, era bien parecido. No tenía una visión estratégica, ni era un gran general, pero poseía una personalidad extraordinaria y sabía cómo tratar a la gente. Sabía atraer a la gente porque tenía una cualidad carismática para hacerlo.

Santa Anna que no estaba comprometido con ninguna idea, su alianza con los federalistas era sencillamente un medio disponible que le permitía volver a ocupar el poder. Era posible que Santa Anna cambiara sus alianzas políticas con un grupo o con otro, siempre y cuando el grupo le garantizara que podía estar en el poder.

Toda su vida Santa Anna reaccionó fuertemente a la crítica pública. El proyectar la imagen de gran líder fue una preocupación que tuvo todo el tiempo. Un hombre que es un líder verdadero en cualquier momento tiene que dado hacer caso omiso de la crítica y concentrarse en la tarea. Desafortunadamente Santa Anna fue demasiado sensible a la crítica y reaccionó tomando acciones para cerrar los espacios que esa crítica abría; o bien, trataba de acallar a sus críticos.

Después de la batalla de Churubusco se firma un armisticio. Se firma porque evidentemente las condiciones del ejército mexicano eran tales que Santa Anna tuvo que firmarlo. Los periódicos de la ciudad de México en esa época, particularmente el Diario del Gobierno, justifican el armisticio: "Es absurdo que después de estas derrotas y bajo estas condiciones no escuchemos las nuevas ofertas que trae el comisionado estadounidense". Acordar el armisticio no significaba que México fuera aceptar las propuestas.

Yo creo que debemos analizar a Santa Anna en el contexto de México. Santa Anna fue un personaje importante, pero nunca fue el reflejo de México o de los mexicanos de su tiempo. Juzgar a México a través de Santa Anna puede ser muy deformante. Santa Anna fue un hombre de su tiempo, ocupó el poder, se benefició de las condiciones o las aprovechó para sus intereses personales, pero ni moral ni políticamente era el prototipo del México de su época. Fue una persona muy importante, pero era eso: sólo una persona. No era el ejemplo más acabado de lo que pudieran ser los mexicanos ni los políticos mexicanos de ese momento.

Estos son algunos extractos de Una conversación con Jesús Velasco-Márquez del Instituto Tecnológico Autónomo de México, hablando de Santa Anna. Este peatón acentúa, remarca, solo las negras coincidencias de este personaje histórico con el actual Presidente Mexicano; Felipe Calderón Hinojosa. Las diferencias son muchas en el contexto histórico, pero similares en el contexto político.

El tratado de Guadalupe Hidalgo vs el plan Mérida, La batalla de Álamo vs Los Pinos, el México revuelto vs el México convulso, la anexión de territorios vs El petróleo…

La relación, la ambición, el interés de los Estados Unidos con respecto a México no es nuevo ni tiene fin… la pregunta es, cómo reaccionará el Mexicano ante tal arrebato? Frente a tal comparación, más de circunstancias que de personajes; qué harás tú Mexicano?


Doropeatón



martes, 23 de marzo de 2010

El Santa ANna Contemporáneo tiene visita, quezque vecino usurero trae contrarecibo...




Encontré una figura que durante un tiempo fué oro, después fué plata y finalmente de bronce; pero estaba cubierto de lodo. Quité el lodo, quité el bronce, la plata y el oro. Entonces me ví frente al hombre. Era... Antonio López de Santa Anna

José C. Valadez(Historiador)


Podremos decir esto mismo en unos años de Felipe Calderón, ante el postrerismo que muestra frente a Estados Unidos?

lunes, 22 de marzo de 2010

China: Google es "herramienta del gobierno de Estados Unidos"


Redacción
BBC Mundo




China acusó a Google de ser una herramienta del gobierno de Estados Unidos en un duro editorial de la agencia oficial china de noticias. Xinhua aseguró que el buscador de internet mantiene una estrecha relación con los servicios de inteligencia estadounidenses, a quienes -según la agencia- provee de registros con los resultados de búsquedas.
Xinhua también indicó que Google está tratando de infiltrarse en la cultura china al imponer valores estadounidenses.
El ataque llega cuando Google se apresta a anunciar el cumplimiento o no de su amenaza, realizada meses atrás, de retirar sus operaciones del país debido a la censura a internet que ejerce el gobierno.
Según el diario China Business News, Google tiene previsto comunicar este lunes el cierre de sus operaciones en mandarín (Google.cn), a partir del 10 de abril.
A pesar de que Google no es el buscador preferido en China -Baidu, que es local, tiene una mayor porción del mercado-, los analistas aseguran que el retiro de la companía afectará su posición a nivel mundial.
China es el país del mundo con más usuarios de internet.

"Exportar cultura"

Google había advertido en enero que la piratería y la censura podría obligarlo a retirarse de China. Con una decisión final que se espera de aquí a tres semanas, Pekín parece haber optado por una completa guerra verbal, explica Andre Vornic, periodista de la BBC.

"Lamentablemente, el reciente comportamiento de Google muestra que la compañía no sólo busca expandir su negocio en China, sino que juega un rol activo en exportar cultura, valores e ideas", indicó Xinhua.
"Es injusto que Google imponga sus propios valores y criterios acerca de la regulación de China de internet, que tiene su propia tradición, valores y cultura", agregó la agencia oficial.
La amenaza de retirarse por parte de Google le ganó los elogios de los internautas liberales y fue apoyada por el gobierno del presidente Barack Obama.
Los analistas, en cambio, no ven con buenos ojos alejarse del mercado más dinámico de internet en el mundo.

El conflicto

Google declaró en enero que dejaría el país debido a un ataque cibernético en su contra. Los ataques afectaron a unas 30 páginas de internet y, según la empresa, el objetivo era infiltrarse en cuentas de correo electrónico de Google pertenecientes a activistas de derechos humanos chinos.

En febrero, medios estadounidenses reportaron que el origen del ataque había sido rastreado y se trataba de un consultor con lazos con el gobierno chino, algo que fue negado por Pekín.
Las autoridades chinas filtran y eliminan de la red contenidos considerados incorrectos, como violaciones de derechos humanos, corrupción, pornografía o temas relacionados con la matanza de Tiananmen o el conflicto de Tíbet.
Pero el buscador más grande de internet había dicho que no estaba dispuesto a filtrar los resultados de sus búsquedas en China.
"Es irresponsable y poco amistoso que Google insista en hacer algo que va contra las leyes de China y sus regulaciones. Si lo hace tendrá que afrontar las consecuencias", advirtió en ese momento el ministro de Industria y Tecnología de la Información de China, Li Yizhong.
El ataque había desencadenado una crisis entre el gobierno chino y el estadounidense.
NOTAPEATONICA: Llama la atención que BBC, firma como "Redacción"; como firman los medios Mexicanos para evitar represalias de temas de narcotráfico... o algún político mafioso....



Silueta de Sor Juana Inés de la Cruz (Fragmento)




Nace entre los volcanes

Nació en Nepantla; le recortaban el paisaje familiar los dos volcanes; le vertían su mañana y le prolongaban la "última tarde". Pero es el Iztaccíhuatl de depurados perfiles, el que influye en su índole, no el Popocatépetl, basto hasta su ápice.

Dice Nervo que la atmósfera de ese pueblo es extraordinariamente clara. Bebía ella el aire fino de las tierras altas, que hace la sangre menos densa y la mirada más nítida, y que vuelve la respiración una leve embriaguez. Es el aire delgado, maravilloso como la delgada agua de nieves.

"Era llena de gracia"

Esta luz de meseta le hizo aquellos sus grandes ojos rasgados para recoger el ancho horizonte. Y para ir en la atmósfera sutil, le fue dada esa esbeltez suya, que al caminar era como la reverberación fina de la luz, solamente.

No tiene su pueblo la vaguedad de las nieblas vagabundas; asimismo, no hay vaguedad de ensueño en las pupilas de sus retratos. Ni eso ni la anegadura de la emoción. Son ojos que han visto, en la claridad de su meseta, .destacarse las criaturas y las cosas con contornos netos. El pensamiento, detrás de esos ojos, tendrá también una línea demasiado acusada.

Muy delicada la nariz y sin sensualidad. La boca ni triste ni dichosa; segura; la emoción no la turba en las comisuras ni en el centro. Blanco, agudo y perfecto el óvalo del rostro como la almendra-desnuda: sobre su palidez debió ser muy rico el negro de los ojos y el de los cabellos.

El cuello delgado, parecido al largo jazmín, por él no subía una sangre espesa; la respiración se sentía muy delicada a su través. Los hombros, finos también, y la mano sencillamente milagrosa. Podría haber quedado de ello sólo eso, y conoceríamos el cuerpo y el alma de la mano, gongorina como el verso... Es muy bella caída sobre la oscura mesa de caoba. Los mamotretos sabios en que estudiaba, acostumbrados a tener sobre sí la diestra amarilla y rugosa de los viejos eruditos, debían sorprenderse con la frescura de agua de esta mano...

Debió ser un gozo verla caminar. Era alta, hasta parece que demasiado, y se recuerda el verso de Marquina: ..:”la luz descansa largamente en ella".

El ademán de apartamiento

¿Por qué entró al claustro? Según dicen unos, por cierto desengaño de amor; según otros, por resguardar su juventud maravillosa. Tal vez no fue éste sino un gesto como el de quien desecha una masa viscosa,' el mundo, por denso y brutal, y pone sus pies sobre esa piedra blanca y pura de un convento. No le alcanzarán así los brazos con apetito de la multitud, de la plebeya ni de la cortesana. Por exceso de sensibilidad se apartó. Su actitud aparece más estética que mística.

Esto último, una mística, no es Sor Juana. Todo su pensamiento está traspasado de cristianismo, pero en el sentido rigurosamente moral. El místico es, casi siempre, mitad ardor y mitad confusión; es el hombre que entra como una nube ardiente que lo lleva arrebatado. Ella no ha viajado nunca por el país que algunos llaman de la locura... El místico cree que es la intuición la única ventana abierta sobre la verdad, y baja los párpados, desdeñoso de analizar, porque el mundo de las formas es el de la apariencia. Para Sor Juana, hambrienta del conocimiento intelectual, es bueno que los ojos ciñan bien el contorno de las cosas.

Sor Juana, monja verdadera

Viene el último período. Un día la fatiga la astronomía, exprimidora vana de las constelaciones; la biología, rastreadora minuciosa y defraudada de la vida; y aun de la teología, a veces pariente de ella misma! Del racionalismo. Debió sentir, con el desengaño de la ciencia, un deseo violento de dejar desnudos los muros de su celda de la estantería erudita. Quiso arrodillarse en medio de aquélla con el Kempis desolado por único compañero y con la llama del amor por todo conocimiento.

Tiene, entonces, como San Francisco, un deseo febril de humillaciones, y quiere hacer las labores humildes del convento, que tal vez ha rehusado muchos años: lavar los pisos de las celdas y curar la sucia enfermedad con sus manos maravillosas, que tal vez Cristo le mira con desamor. Y quiere más aún: busca el silicio, conoce el frescor de la sangre sobre su cintura martirizada. Ésta es para mí la hora más hermosa de su vida; sin ella yo no la amaría.

La muerte

Coge el contagio repugnante y entra en la zona del dolor. Antes no lo conocía, y así, estaba mutilada su experiencia del mundo. El sabor de la sangre, que es la vida, es el mismo sabor salobre de la lágrima, que es el dolor. Ahora sí la monja sabia ha completado el círculo del conocimiento.

Como si Dios esperase esta hora de perfección, como aguarda en las frutas de la cera dura, la dobla entonces sobre la tierra. No quiso llamarla a Sí en la época de los sonetos ondulantes, cuando su boca estaba llena de las frases perfectas; viene cuando la monja sabia, arrodillada en su lecho, ya tiene solamente un sencillo, un pobre Padre Nuestro entre sus labios de agonizante.

Milagrosa la niña que jugaba en las huertas de Nepantla; casi fabulosa la joven aguda de la corte virreinal; admirable la monja docta, pero grande por sobre todas, la monja que, liberada de la vanidad intelectual, olvida fama y letrillas, y sobre la cara de los pestosos, recoge el soplo de la muerte. Y muere vuelta a su Cristo como a la suma belleza y a la apaciguadora Verdad.

GABRIELA MISTRAL

Se advierte claramente que Gabriela Mistral (chilena, 1889-1957) - Premio Nobel dé Literatura- pinta a Sor Juana como ella la ve: sólo en lo físico y en lo moral. Empero, ya que la obra poética de esta monja ejemplar es vasta y elevada… Muestra evidente de su cualidad poética es este soneto:

Rosa divina que en gentil cultura

Eres, con tu fragante sutileza.

Magisterio purpúreo en la belleza,

Enseñanza nevada en la hermosura.

Amago de la humana arquitectura,

Ejemplo de la vana gentileza,

en cuyo ser unió Naturaleza

la cuna alegre y triste sepultura.

¡Cuán altiva en tu pompa, presumida,

Soberbia, el riesgo de morir desdeñas;

y luego, desmayada y encogida,

de tu caduco ser das mustias señas!

! Con qué con docta muerte y necia vida,

Viviendo engañas y muriendo enseñas!

23 de Abril (1695), aniversario luctuoso de la décima musa