Tlaskamati

domingo, 5 de diciembre de 2010

Tonantzin-Guadalupe en Alemania


Tonantzin-Guadalupe
en Alemania

Juan Manuel Contreras

El doctor Richard Nebel estudió historia, ciencias religiosas y teología en Bonn, Freiburg, Salamanca (España) y México, DF. Es el especialista alemán más importante en el tema de la Virgen de Guadalupe y miembro corresponsal a la Academia Mexicana de la Historia. Actualmente es profesor en la Universidad de Würzburg.

–Profesor Nebel, ¿por qué siendo usted un historiador de las religiones, especialista en diálogo interreligioso y teólogo alemán, se ha interesado apasionadamente por el tema de la Virgen de Guadalupe?

–Cuando empecé mis investigaciones sobre la Virgen de Guadalupe ya había trabajado muchos años sobre temas mexicanos. Durante mis estancias en México y mis lecturas de los documentos antiguos y de las investigaciones de sabios mexicanos y alemanes, me di cuenta de que los aztecas, como herederos de las culturas mesoamericanas, habían desarrollado una visión del mundo y una filosofía muy profundas, tan valiosas como las de otras culturas: la mesopotámica, la egipcia, la india, la griega, por mencionar sólo cuatro. Presentía además la existencia de un punto crucial y lo encontré en la tradición guadalupana.

–En los círculos académicos alemanes se conoce el acontecimiento guadalupano y el texto que lo describe, el Nican mopohua, gracias a su tesis de habilitación titulada Santa María Tonantzin Virgen de Guadalupe. Continuidad y transformación religiosa en México. ¿Fue usted el primero en abordar esa temática en Alemania?

–Si no me equivoco he sido el primero que la ha investigado de forma intensa y científica, y he logrado sistematizar el fenómeno guadalupano. Hasta antes de mi trabajo había solamente artículos sueltos que trataban algún aspecto del tema, por ejemplo la fundación de los obispos alemanes Adveniat había publicado algunos folletos y tradiciones para la enseñanza religiosa de los católicos alemanes, escritos todos desde la perspectiva europea-cristiana, sin tomar en consideración la de los indígenas mexicanos.

–¿Qué pretendía mostrar con esa investigación?

–Que el pensamiento mexicano está a la altura de los pensamientos de otros ámbitos culturales, ya que, como el tema se había presentado siempre desde el punto de vista europeo, se encontraba oculta la visión religiosa y filosófica de los indígenas. Además, me gustaría que los mexicanos se dieran cuenta del tesoro que tienen en esta tradición, y que ya pueden crear una filosofía y teología autóctonas y auténticas sirviéndose de sus propias fuentes.

–El impacto de su libro pronto se dejó sentir en muchos estudios históricos, antropológicos y teológicos sobre el acontecimiento guadalupano, tanto de América como de Europa. ¿A qué atribuye usted esa recepción?

–El libro vino a llenar un espacio que se encontraba vacío, poniendo al acontecimiento guadalupano en su justo lugar. Creo que así lo han interpretado tanto los católicos en Europa como el mundo hispanohablante, especialmente, los protestantes en Estados Unidos.

–El acontecimiento guadalupano está descrito en el Nican mopohua, texto nahua del siglo XVI. ¿Qué nos puede decir sobre el componente indígena de este texto?

–La riqueza filosófica y cultural del mundo indígena del continente americano es extraordinaria, aunque hasta hoy día es poco reconocida en el mundo. Un ejemplo extraordinario es la herencia de la Toltecáyotl en el México central, que se refleja intensamente en este texto en náhuatl de las apariciones.En el choque del mundo europeo y del indígena mexicano, los Tlamatinime, sabios nahuas del siglo XVI, crean un texto admirable y excepcional que une los dos mundos. Es uno de los primeros intentos, en mi opinión el más importante, con el que los indígenas, despojados de su dignidad y perdido su orden social, tratan de encontrar un nuevo lugar en la sociedad colonial naciente.

–Por el contexto en el que es estructurado el documento indígena y por el pretexto o intención de sus redactores, hay en él un evidente contenido ético-político, expresado mediante metáforas conceptuales de pensamiento indígena, que fundamenta y justifica una redención-liberación integral ¿es cierto esto?

–Seguramente. Con él se genera una conciencia nacional, una mexicanidad que busca la síntesis armoniosa en sus dos fuentes originales y se reconoce como una nación mestiza. Un papel especial juegan la sabiduría y la religiosidad popular guadalupanas, cuyas fuerzas liberadoras y transformadoras son la expresión verdadera del alma del pueblo mexicano.

–¿Desde qué perspectiva tendría que leerse e interpretarse el Nican mopohua a fin de hacer irrumpir su contenido crítico transformador y su espiritualidad liberadora?

–Hay que leerlo e interpretarlo desde la perspectiva intercultural aplicada hoy día a todo nuestro planeta.

–Tonantzin-Guadalupe ha estado presente en las luchas de los pobres y oprimidos desde la Colonia hasta el neocolonialismo de nuestros días. ¿A qué se debe ese fenómeno?

–A que Tonanzin-Guadalupe expresa el anhelo de los hombres de todos los tiempos, de una vida digna en una sociedad más justa y en paz. El mensaje guadalupano está directamente en la línea de la tradición de los profetas del Antiguo Testamento, del Magnificat y del Sermón de la montaña en el Nuevo Testamento; también en la de los textos sagrados del mundo hindú, del budismo, así como del islam y de culturas antiguas africanas. También representa para los creyentes la intervención directa de Dios en defensa de los oprimidos. Dios escucha los ruegos del hombre y entra en la historia humana, representada en el mundo cristiano por la Navidad. Lo más novedoso es que con la Virgen de Guadalupe, Dios entra en el mundo indígena bajo su rostro femenino, se le aparece a un macehual y platica con él. Lo llama “el más pequeño de mis hijos”. Le ofrece “remediar todas las miserias, penas y dolores de todos los que la busquen y confíen en ella.” Así se transforma en la madre. El mexicano se identifica con ella en una relación íntima y estrecha. La Morenita del Tepeyac es como la madre en la familia mexicana. Además refleja la forma de pensar, sentir y luchar del género humano desde hace miles de años. El mexicano la lleva con él por doquiera que va, ella lo protege y sigue siendo su bandera de reivindicación social aunque esté lejos de su patria. Esto se plasma también en nuestros tiempos, en la lucha por la justicia y reconocimiento de los mexicanos en Estados Unidos.

Juan Manuel Contreras

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